Un buen obispo para una Iglesia joven

Como anunciamos hace más de dos meses, Ginés García Beltrán será el nuevo obispo de Getafe. Un buen nombramiento para una de las diócesis más jóvenes de Europa, y una de las más relevantes, en número y riqueza, de nuestro país. Una diócesis, la de Getafe, sufragánea de Madrid, y vital para el modelo de Iglesia que postula el Papa Francisco y que tanto Osoro como Omella están dispuestos a llevar a cabo, pese a las resistencias.

Llega a Getafe un hombre preparado, experto en comunicación, afable en el trato y con una gran sensibilidad por lo social. Un cura cercano, que tras ocho años en Guadix llega a una diócesis potente con 56 años, y que tiene todas las papeletas para jugar un importante papel en el futuro de la Iglesia española.

Miembro de la Comisión Permanente -por apenas dos votos se quedó fuera del Ejecutivo-, preside la Fundación Pablo VI y es consiliario de la ACdP. Además, es uno de los tres españoles (junto a Paloma García Ovejero y Fernando Giménez Barriocanal) en la Secretaría Vaticana de Comunicación. El Papa le estima y, sobre todo, confía en él. También sus más estrechos colaboradores, como el cardenal Maradiaga.

¡Mucha suerte, Ginés! Llegas a la diócesis donde nací y me crié, donde viven mis hermanos y mi madre, donde reposan los restos de mi padre. Donde aprendí a vivir esta aventura de la fe y del seguimiento de Jesús. Ojalá seas el pastor que esta diócesis necesita. Cercano, atento, con mirada larga y oídos abiertos, con las manos alzadas a los que más sufren, que son muchos, en este rincón del sur de Madrid.
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