El fementido

Dícese del que carece de fe y de palabra. Esto va dirigido a usted, que tantas veces ha demostrado tener déficit de lo segundo y cada vez más, para horror de sus fieles y deshonor de la institución a la que debiera servir, nos ofrece una alarmante falta de lo primero. Hace tiempo, usted dio su palabra, y no la ha cumplido. No sólo eso, sino que además se ha dedicado a segar la hierba bajo otros pies. Con escaso éxito, también se lo digo, pero dejando un muy mal sabor de boca para los que creían en usted. Gracias al cielo que su falta de fe y de palabra no afectan ni a la creencia ni a las promesas de otros. Las amenazas tampoco producen temor. Ya no. Pero sí hartazgo. Y tristeza. Porque es muy triste comprobar que usted, precisamente usted, no tiene palabra... ni fe. Que usted es un fementido. Saludos

baronrampante@hotmail.es
Volver arriba