Mensajes y anécdotas del último obispo italiano participante en el Concilio Vaticano II Luigi Bettazzi: “Tras 50 años, la pastoral de Francisco es la que da un impulso para la verdadera aplicación del concilio”

Bettazzi, con el Papa Francisco
Bettazzi, con el Papa Francisco Vatican Media

"La idea de la Iglesia de los pobres es ahora aplicada y perfeccionada por el papa Francisco que dice comenzar por los descartados”

“Con la situación actual de las armas atómicas, pensar que la guerra pueda conducir a la paz está fuera de la razón “alienum ab ratione” Juan XXIII

"Caído el Bolchevismo de la URSS, la OTAN también debía caer. En dos ocasiones prometimos a Gorbachov que aboliríamos la OTAN, en cambio, la mantuvimos y la alargamos"

"La interposición debería ser tarea de la ONU, pero la ONU no puede hacerlo porque no es democrática, todavía está condicionada al hecho de que cinco naciones por haber vencido hace ochenta años una guerra tienen el derecho de veto en el Consejo permanente"

"Si a la violencia se responde con la violencia no termina nunca. A la violencia se responde con la no violencia"

"Sinodalidad, que es hacer hablar al Pueblo de Dios, luego la jerarquía organizará, pero primero hay que escuchar los bautizados"

En tiempos de reforma eclesial y ad portas de la reunión en Roma del Sínodo de la sinodalidad, un testigo directo del Vaticano II dejó como testamento conferencias y entrevistas en las que interpreta el espíritu del concilio y su continuidad en el magisterio de Francisco.

Francisco y Bettazzi

El pasado 16 de julio 2023, a la edad de 99 años, monseñor Luigi Bettazzi, regresó a la casa del Padre. En vida, con gran lucidez aprovechó toda oportunidad para testimoniar su experiencia y los aprendizajes de la Pacem in terris de Juan XXIII y los documentos del Concilio Vaticano II del que participó en tres sesiones como obispo de Ivrea en Italia. Era el último padre italiano sobreviviente del concilio, apóstol de la paz y de la no violencia, firmante del pacto de las catacumbas y durante varios años presidente de Pax Christi internacional. Es oportuno recordar frases suyas sobre argumentos que todavía hoy preocupan a la humanidad y a la Iglesia.

mosn Bettazzi ultima entrevista

Iglesia de los pobres

“En el Concilio salió la idea de la “Iglesia de los pobres” sobre todo de los obispos que provenían de América Latina. En el contexto de la Guerra fría, Pablo VI tenía miedo que hablando de los pobres se hiciese el juego de Rusia. Había dicho, “No hablen de la Iglesia de los pobres, hago yo una encíclica al respecto” que sería la Populorum Progressio que es más sobre la paz que sobre los pobres. El papa Francisco dice en cambio, “Hay que dar la voz a los pobres”.[1]

“Ahora, el papa Francisco no dice –sólo- “la Iglesia de los pobres”, dado que siempre lo ha hecho la Iglesia, sino que “son los pobres quienes nos dicen cómo debe ser la Iglesia. Los pobres nos enseñan verdaderamente quién es el ser humano: necesitado de Dios y necesitado de los demás. No somos nosotros quienes debemos enseñar a los pobres sino que son los pobres quienes nos enseñan. De modo que la idea de la Iglesia de los pobres es ahora aplicada y perfeccionada por el papa Francisco que dice comenzar por los “descartados”; desde aquel que es descartado y marginado, porque allí es donde se ve claramente quién es el ser humano, la humanidad. Y entonces, yo digo: después de 50 años la pastoral del papa Francisco es aquella que finalmente da un impulso para la verdadera aplicación del concilio”.[2]

“El cardenal Lercaro, -arzobispo de Boloña, en un discurso que le había preparado el teólogo boloñés Giuseppe Dossetti durante el Concilio-, afirmó que son tres las presencias de Cristo en el mundo: la eucaristía, la jerarquía y el pobre… A propósito, al día de hoy la primera forma de pobreza es la transparencia de los balances -financieros-.

Cardenal Lercaro en Colombia 1968

El 16 de noviembre de 1965, -algunos padres que se reunían en el colegio Belga-, dijeron, “hagamos una misa en las catacumbas de santa Domitila”. Fui también yo a la misa. Éramos 42. Se dijo la misa y luego hicieron firmar un documento con trece puntos que habíamos preparado; luego el documento fue firmado por otros 500 y al papa llegaron las 500 firmas y el documento a través del cardenal Lercaro; tal vez, muchos más hubieran querido firmar. En ese documento asumimos el compromiso de no usar títulos solemnes, no estar en grandes palacios, usar sencillos medios de transporte; estar cercanos a los trabajadores, a los pobres; para las finanzas servirnos de laicos confiables; luego comprometernos regresando a nuestras casas. Como sucedió en las catacumbas de santa Domitila se le llamó el “Pacto de las catacumbas”. Pero luego se perdió; no se recordaba casi nunca.

Algunos alemanes en 2011 me vinieron a preguntar si recordaba quiénes habíamos estado. Sabía que estaba yo pero no recordaba otros italianos. Les dije que buscaran en el archivo del obispo de Tournai en Bélgica, -Charles-Marie Himmer (1902-1994)-, quien presidió entonces la misa. Allí encontraron la lista de los 42 participantes casuales.

pacto de las catacumbas

Sólo ahora el papa Francisco vuelve a hablar de la Iglesia de los pobres. En aquella época no se hizo nada más, porque quien guiaba las discusiones era el centro de Europa: Alemania, Francia, Bélgica y Holanda, que son países ricos que es difícil que hablen de los pobres. Pero cuando en 1968 los obispos de América latina se encontraron en Colombia en Medellín, es allí que hicieron la elección de la “opción preferencial por los pobres”, que no quiere decir escoger los pobres contra los ricos, sino ver las cosas con los ojos de los pobres. Porque con los ojos del que está bien se ve la economía, la política…; se necesita, en cambio, ver las cosas con los ojos de los pobres; no comenzar desde la economía ni de la política sino desde los pobres; se habrá hecho bien a salvar los bancos, pero mientras tanto la gente no llega al fin de mes; se necesitaría partir de la base del mínimo indispensable”.[3]

La no violencia

“La encíclica Pacem in terris (11 de abril 1963) fue como una revolución, un terremoto, –el contexto es la crisis de los misiles en Cuba-. Juan XXIII en el otoño del 62 hizo el famoso llamado “políticos del mundo deténganse, el mundo no quiere la guerra, quiere la paz”. –Khrushchev y Kennedy- se detuvieron, salvando su reputación porque respondieron al llamado del papa. Al respecto, me gusta subrayar dos cosas que normalmente no se mencionan; por primera vez un papa escribe no a los cristianos católicos sino a todos los hombres de buena voluntad. La voz del papa más allá de los límites religiosos se dirige a la humanidad. La segunda cosa, en un cierto momento, el papa dice: “con la situación actual de las armas atómicas, pensar que la guerra pueda conducir a la paz está fuera de la razón “alienum ab ratione”. Es una locura pensar que la guerra pueda llevar a la paz.

Juan XXIII mensaje por la paz 1962

En mi opinión, son las dos cosas que conmovieron el mundo pero que también conmovieron la Iglesia, y los obispos admirados por la resonancia mundial que tuvo la encíclica, pensaron entonces en -redactar- una constitución, un documento fundamental que no se tenía previsto. Se había pensado en otros temas como la Palabra de Dios, la liturgia, la Iglesia, pero sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo no se había pensado. Fue solicitado por la Pacem in terris –y se tradujo- en la Gaudium et spes. Tenemos que ser agradecidos con el cardenal -Anastasio Alberto- Ballestrero. Parece que el título iba a ser “Los lutos y angustias”; él dijo, pongamos primero “Gozos y esperanzas”.

Gaudium et spes se dirige también a todos los hombres de buena voluntad. No se refiere a cosas típicas del cristianismo sino a lo que es típico del humanismo, el humanismo genuino. Maritain diría, “humanismo integral”… para todos tanto más para nosotros que tenemos el Evangelio. Todo esto se debe a la Pacem in terris. –Por esa razón el concilio es pastoral y no tiene anatemas como en el pasado. Sólo tiene una condena a la guerra total en el número 80 de la Gaudium et spes; la guerra total es contra Dios y contra la humanidad. La guerra total es la que compromete poblaciones enteras o grandes ciudades, como son todas las guerras. Un soldado cristiano debería presentar objeción de conciencia al menos implícita a la guerra total. Te mandan bombardear con bombas atómicas, tú en conciencia no lo puedes hacer”.[4]

La OTAN también debió caer

A propósito del conflicto entre Rusia y Ucrania, comentó monseñor Bettazzi: “Es verdad que Putin se equivocó en sus cuentas, porque pensó que si invadía, los demás aceptarían. No condenamos suficientemente a Putin, aunque debemos admitir que nosotros lo solicitamos. Porque la OTAN nació contra la alianza bolchevique. Caído el Bolchevismo de la URSS, la OTAN también debía caer. En dos ocasiones prometimos a Gorbachov que aboliríamos la OTAN, en cambio, la mantuvimos y la alargamos a todos los países que antes estaban bajo la alianza bolchevique, y ahora estábamos preparando el ingreso de Ucrania en la OTAN; y Ucrania es la madre patria de Rusia, también religiosamente. El primer patriarca se encontraba en Kiev, después pasó a Moscú.

Tenemos todos, la mentalidad armada. Nos falta la mentalidad no violenta. No violencia no es igual a pasividad. En cambio, no violencia es responder en modo no violento. Gandhi con la no violencia obtuvo la independencia de la India. Martin Luther King, con la no violencia obtuvo el reconocimiento de los derechos. La no violencia perturba a los violentos.

mosn Luigi Bettazzi entrevista 2

La ONU maniatada

En qué modo poder desincentivar a los violentos. La interposición, es decir, un grupo de voluntarios que se pone en medio y obliga a los combatientes a parar. Ya se usó por ejemplo en el Líbano; y en el 92 cuando 500 “mártires” se decía, fueron a Sarajevo que era bombardeada por el ejército serbio, hasta cuando estuvieron allí, los serbios no bombardearon. La interposición debería ser tarea de la ONU, pero la ONU no puede hacerlo porque no es democrática, todavía está condicionada al hecho de que cinco naciones por haber vencido hace ochenta años una guerra tienen el derecho de veto en el Consejo permanente. Basta ser amigo de uno de los cinco para bloquear todo. Israel, al menos desde hace 30 años continúa a infringir las reglas de la ONU de no hacer colonias en los territorios palestinos pero la ONU no ha podido nunca intervenir porque Estados Unidos ha puesto siempre el veto.

En Siria, que ha hecho de todo, no intervenía la ONU porque la Rusia colocaba el veto. Cualquier cosa en favor de Ucrania, Rusia colocaría el veto. -Se necesita entonces primero la mentalidad no violenta y luego las acciones diplomáticas- Pero ésto impide las intervenciones diplomáticas… la diplomacia no cuenta ya para nada. Europa intervino diplomáticamente hacia Rusia después de 60 días de guerra; esto quiere decir que -la ONU- sabía que no contaba para nada porque es la OTAN que cuenta. La OTAN se mantiene porque por derecho la cabeza de la OTAN es un general americano; de modo que es la política americana, y es a la política americana que sirve la guerra en Ucrania, porque es la guerra de la política americana contra la política rusa”.[5]

En conclusión, las tres cosas para alcanzar la paz son: mentalidad no violenta, diplomacia sincera insistente e interposición voluntaria, organizada por una ONU pero que sea más democrática. Y lo repite el papa Francisco: “La guerra es una locura”, tanto la guerra de ofensa pero también la de defensa es una locura”.[6]

mons Luigi Bettazzi entrevista

Rol de los medios de comunicación en la guerra

Los medios de comunicación están en manos de compañías que ganan dinero con las guerras. La guerra enriquece las fábricas de armas y las sociedades que fabrican las armas son las mismas que manejan los medios de comunicación. Es difícil entonces que un medio de comunicación hable acerca del desarme; hablará en teoría pero no de los caminos verdaderos para el desarme. Nunca dirán los medios de comunicación que se debe dejar de construir armas, porque si construyes armas después debes hacer guerra para destruir esas armas que hiciste y para preparar nuevas armas”.[7]

¿Uso legítimo de la fuerza?

Finalmente, cuatro semanas antes de su deceso, interrogado nuevamente respecto al uso legítimo de la fuerza a propósito del conflicto entre Rusia y Ucrania, respondió monseñor Bettazzi: “Si a la violencia se responde con la violencia no termina nunca. A la violencia se responde con la no violencia. Solamente una oposición no violenta comienza con el convencimiento de que hay que responder en modo no violento… usando los métodos de la no violencia; es decir, el diálogo, la interposición no violenta. Interposición es colocarse en medio de los beligerantes y obligarles al menos a una tregua. Debemos educarnos en la no violencia”.[8]

¿Qué se puede esperar?

La carta de derechos humanos de la ONU promulgada el 10 de diciembre de 1948, que alguien llamó “El Evangelio según la ONU”, se trata de principios, el derecho de cada ser viviente más allá de las razas y divisiones. La Constitución italiana fue hecha por personas que antes se combatían e hicieron una constitución envidiada en todo el mundo. En un cierto momento y más allá de lo previsto, hay aspectos positivos que nos hacen esperar y creer que poco a poco si cada uno busca hacer lo que puede en su vida personal y en la participación en la vida social, aunque vaya contracorriente, aunque se sufran dificultades y persecuciones, al final será una semilla; dice el Evangelio que “la semilla crece aunque el campesino esté dormido”. Entonces se puede esperar que las buenas ideas marchen, viajen en un mundo tan degenerado.

Aplicación del Concilio

Elder Câmara, obispo brasileño oraba por el Concilio y decía “cuántas veces he dicho al papa Pablo VI que hiciese una comisión para la aplicación del Concilio”. El papa hizo una para la aplicación de la liturgia y alguna cosa se obtuvo… “Haga una comisión para la actuación del Concilio, de lo contrario el concilio queda en manos del Vaticano que no lo quiso nunca”. De hecho, terminado el concilio se repacificó todo. Incluso alguno en el 68 excedió en las reformas y dijeron en el Vaticano “miren qué sucede… ¡nada!”, y se sofocó el concilio. Luego los papas han hecho cada uno lo que pensaba o creía, pero ya Yves Congar, el padre -dominicano- famoso decía que “se necesitan 50 años para entender y aplicar el concilio”; y no es un caso que el Señor ha querido después de 50 años un papa como Bergoglio, que es el primer papa que no estuvo en el concilio. Porque también Ratzinger no era obispo pero participó como teólogo experto.

Pablo VI clausura del Concilio Vaticano II

Sinodalidad

Bergoglio tiene en su pastoral dos cosas que llevan a la práctica el concilio: en primer lugar, el concilio había hablado de la Iglesia no más como Sociedad perfecta, en la cima el papa, luego los obispos y más abajo los laicos; al contrario, en lo alto está el Pueblo de Dios, cada bautizado, también la jerarquía pero como ministerio, servicio al pueblo de Dios. Esto no se había aplicado. En segundo lugar, el papa Francisco –motiva- la Sinodalidad, que es hacer hablar al Pueblo de Dios, luego la jerarquía organizará, pero primero hay que escuchar los bautizados. Porque el Espíritu Santo obra en la jerarquía pero obra también en el Pueblo de Dios. Las órdenes religiosas no las inventaron los cardenales. San Francisco de Asís no era siquiera cura. Chiara Lubich fundadora de los Focolares no era un varón…; después la jerarquía debe coordinar. La sinodalidad –es- escuchar el Pueblo de Dios; dar voz al Pueblo de Dios.

La sinodalidad es importante -pero-no tenemos mentalidad –sinodal-. A un grupo de “curitas jóvenes” a los que hablaba, decían: “-para qué- escuchar a los jóvenes que dicen estupideces, deben escuchar en cambio lo que digo yo”. La sinodalidad, en cambio, es creer, luego intervenir y corregir pero escuchar al Pueblo de Dios. Esto es poner en práctica la idea de Iglesia que dio el Concilio”.[9]

Pablo VI en Venecia Bogotá Colombia 1968

Llamamiento final

“Es claro que disturba la mentalidad clerical, la mentalidad de los ricos. Los ricos y potentes dominan el mundo, los cuales organizan la humanidad para ser cada vez más ricos, siempre más poderosos; y los pobres son cada vez más pobres. Pero si cada uno trata de hacer en lo personal y a costa de todo, incluso de la cruz, busca animar los movimientos que parecen sinceros a favor de la paz; si cada uno trata de hacer lo mejor, así como se llegó a la Constitución entre personas que antes se combatían, como se llegó a la Declaración de los derechos humanos  de la ONU en un mundo tan dividido, debe esperar y estar cierto que antes o después se caminará hacia un mundo mejor. Más que esperanza, se trata de comprometerse en un camino de no violencia. Llegará cuando llegará, talvez en el “2300”…”[10]

Pablo VI en Mosquera Colombia 1968 encuentro con campesinos

[1] https://www.youtube.com/watch?v=CJvq0NX5Dwk

[2] https://www.youtube.com/watch?v=CJvq0NX5Dwk

[3] https://www.youtube.com/watch?v=zuM-IK6xSk4

[4] https://www.youtube.com/watch?v=CJvq0NX5Dwk

[5] https://www.youtube.com/watch?v=CJvq0NX5Dwk

[6] https://www.youtube.com/watch?v=CJvq0NX5Dwk

[7] https://www.youtube.com/watch?v=CJvq0NX5Dwk

[8] https://www.youtube.com/watch?v=u6velpBTbQ8

[9] https://www.youtube.com/watch?v=CJvq0NX5Dwk

[10] https://www.youtube.com/watch?v=CJvq0NX5Dwk

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