Carta a un político 15
Regenerar la vida política
Querido amigo, volviendo al tema de la ética política, el filósofo Aranguren especialista en la materia, dice que la tarea moral, tanto la personal como la colectiva, no acaba nunca, particularmente hoy que los casos de corrupción están a la orden del día.
La corrección ética se nos impone, pues, a todos, si queremos gozar de una buena convivencia y conservar la democracia, porque esta se asienta sobre la virtud y es inviable sin honestidad en el servicio al bien público. Las dictaduras en cambio, aunque haya corrupción en ellas se mantienen, porque se imponen por la fuerza. La democracia, tú lo sabes bien, no es posible así, puesto que atiende a virtudes tan necesarias como la justicia, la libertad y la solidaridad. Cada una de ellas está vinculada al bien común, que prevalece siempre sobre el bien particular.
A corto plazo, sin embargo, la democracia está en desventaja con el despotismo, puesto que los logros de este son más rápidos al eliminarse la iniciativa ciudadana propia de los regímenes democráticos.
Si asististe al jubileo de los políticos pudiste escuchar cómo Juan Pablo II os amonestó para que entendais la política como servicio al bien común y os alejéis de la corrupción y enriquecimiento. De modo que los políticos de todo el mundo habéis podido comprobar que el jubileo cristiano no pasa por un encuentro con Dios, en una liturgia hierática de ritos sagrados, impasible ante el destino del mundo.(Jubileo año 2000)
Más de uno habrá quedado confuso, no sé si fue este tu caso, porque la idea de un Dios trascendente en las alturas, infinito y poderoso e intemporal responde más a un dios pagano que al Dios de la tradición judía y cristiana. La palabra del Dios de Abrahán, Isaac, Jacob, Moisés y Jesucristo propicia el encuentro del hombre y Dios a través de una experiencia de liberación.
La posibilidad de relacionarse el hombre con Dios, auque te extrañe, está muy vinculada a la acción histórica en el mundo. Es en la historia más que en el templo donde se
realiza el encuentro de Dios con el hombre/mujer. En la tradición judía el ser humano está llamado a formar una comunidad de vida con Dios, para edificar la historia de la humanidad. Por tanto, más que alienar al hombre de la realidad e infantilizarle, la palabra de Dios hace a quien la acoge sujeto responsable.
Te recuerdo que, en contra del hieratismo apático de las divinidades paganas, el Dios cristiano es muy apasionado y su pasión se manifiesta particularmente en todo lo que afecta a los más débiles de la sociedad con los que se ha cebado la injusticia. Su misma presencia en el santuario está condicionada al comportamiento del pueblo con los huérfanos, las viudas y los extranjeros (Jer 7, 5-7. Está tan ligado al destino de todos ellos que cualquier acción en su contra es negarle a él.
Se ha dicho que el programa de algunos políticos puede haberse visto afectado por el jubileo así asumido, y que más de uno haya tenido que revisar la situación de privilegio de sus pueblos, que ofende y sacrifica a los que están en vía de desarrollo y no pueden hacer frente a la deuda externa. En fin, el jubileo tiene mucho que ver con la redistribución periódica de las riquezas, porque se propone sellar la paz social en los pueblos. Que lo digieras bien y hasta el próximo día.