Los parados


Este duro poema de Luis Alvarez Lencero (1923 - 1983) refleja con toda su crudeza la situación que se vivía en aquellos años 50 en tantos pueblos de Andalucía y Extremadura.

Hombres de brazos caídos,
cansados de esperar un trabajo que nunca llegaba,
obligados a emigrar
a míseros suburbios de grandes ciudades,
obligados a marchar a otros países muy lejos de sus pueblos y su gente...

En la década de los 70,
al musicalizar yo estos versos y cantarlos de pueblo en pueblo,
todavía se veían sangrar las heridas producidas por esta triste realidad.

Después vinieron unos años de cierta bonanza.

Sin embargo,
el fantasma del paro de nuevo ha hecho su aparición por estas tierras.
Ahora ya no son las plazas de los pueblos,
sino las "Oficinas de Empleo"
las que se llenan de hombres y mujeres en busca de un puesto de trabajo.

Y miles y miles de jóvenes tienen que emigrar lejos de nuestras fronteras...

Por eso,
estos versos de Alvarez Lencero
de nuevo resuenan como un desafío

frente a este injusto y cruel sistema:
"En la plaza del pueblo
sólo hay hombres parados.
El día que revienten
nadie podrá contarlo."


--- "Los parados" ---



En la plaza del pueblo
sólo hay hombres callados.
No trabajan. No tienen
quien les dé algún trabajo.

Yo no sé qué pan comen,
porque el pan de los amos
se está poniendo duro,
y el comerlo hace daño.

¿Qué piensan estos hombres
que nacieron esclavos...?
La libertad se gana
cara cara ante el látigo.

Pero están en la plaza,
con ojos entornados,
a vender los sudores
por jornales baratos.

Yo sé que cualquier día
estos hombres cansados,
con un grito de muerte,
nos dirán: "Aquí estamos,
sujetando paredes
o en la acera sentados,
y el pan de cada uno
tenemos que lograrlo.
El pan de nuestros hijos
al precio de los callos.
Se pudre la paciencia
de pediros trabajo..."

Y habrá un hondo silencio
sobre el pueblo y el campo.
Y comerán dinero
los que empuñan el látigo.

Mas cuando se nos marchan
a países lejanos,
con la maleta al hombro
como un fusil ansiado,
todos tenemos culpa,
y algún despellejado
volverá cualquier día
en busca de su amo,
en busca de la plaza
para en ella colgarlo.
Es triste, pero es cierto,
yo no me lo he soñado.

Mientras tanto, en la plaza,
alguien entra a caballo,
y un jornal como un hueso
va y les tira una mano.
Lo miran. Lo olfatean.
Se acercan paso a paso.
Se agachan hasta el suelo.
Lo escupen blasfemando.

Miran al caballero,
al hueso y al caballo...
Colillas apagadas
les cuelgan de los labios.

Y le vuelvan la espalda
lentamente, pensando
que son hijos de madre
y se mueren de asco.

En la plaza del pueblo
sólo hay hombres parados.
El día que revienten
nadie podrá contarlo.
El día que revienten
nadie podrá contarlo


Letra: Luís Alvarez Lencero
Música: Juan Antonio Espinosa
Intérprete: Juan Antonio Espinosa

--- Esta canción forma parte del grupo "Hombres sin tierra" y de "Cantares de Libertad". Para la mejor comprensión de ella ayudará consultar en el blog la Presentación correspondiente a estos dos títulos.

--- Esta canción "de cantautor", de tipo "testimonial" o de "valores", no fue compuesta para ser cantada en las Celebraciones litúrgicas o similares.

--- La grabación, junto con 40 canciones más, se encuentra en el Doble CD "Cantares de Libertad" (EDIBESA - Telf. 91 345 19 92 // www.edibesa.com)

--- Ahora, si quieres, puedesescuchar, y descargarte gratistoda esta canción pulsandoaqui
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