Muchos nombres tiene Dios, quizá el mejor es el de Samaritano, como intento mostrar en lo que sigue. Esta postal es larga, no hace falta que se sea todo. Basta quizá con el texto de Lucas. Mi reflexión retoma el motivo del pasado 30.6.25 (RD, FB) y consta de tres partes, además del texto de Lucas: Reflexión teológica, exégesis bíblica, conclusión meditativa.
Hay otras trilogías importantes: Fe, esperanza y caridad; Padre hijo y Espíritu Santo; cuerpo, alma y espíritu.... Pero ésta es la más significativa. Nos sitúa ante el centro del evangelio, ante la tarea de renovación de la Iglesia.
Dirigí hace tiempo un seminario sobre el tema en la Universidad Pontificia de Salamanca. -Comenzaba insistiendo en el pan/comida; que todos los hombres coman, compartan la comida y así vivan, ése es el principio del evangelio. Ponía de relieve la importancia de la casa, entendida como espacio y camino de encuentro entre los hombres y mujeres, desde la familia y comunidad, hasta la iglesia y la humanidad y el mundo, casa común de todos los humanos. - Terminaba el libro con una reflexión sobre la palabra, que es Dios y la comunicación entre todos los seres humanos.
Presenté ayer el tema, comentado el evangelio del domingo (Lc 10) en el que Lucas describe la segunda misión cristiana, la de los 70 misioneros, para todo los pueblos del mundo.
Esta es una misión dirigida a las familias como grupos de convivencia y vida, y no a personas por aislado. Es una misión centrada esencialmente en la paz, no en un tipo de cambio interior meramente espiritualista. Así dice su párrafo central:
-Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz….
No se trata de cambiar personas separadas, sino de recrear las relaciones humana (familias, casas, comunidades de experiencia y camino de vida compartida). Esta misión de los 70 no pretende curar a individuos aislados, sino crear comunidades de diálogo y amor mutuo, superando la guerra..
Lo contrario al cristianismo no son personas incrédulas en sentido subjetivo, sino comunidades humanas que no viven en paz. superando en comunión la guerra.
Dos discursos misioneros tiene Lucas, Uno para los judíos, con los 12 apóstoles (Lc 9, 1-6). Y otro para todos los pueblos de la tierra, con los setenta misioneros (Lc 10, 1-12). El evangelio de hoy recoge el segundo discurso, que voy a introducir en las reflexiones que siguen.
(1) Anuncio general del reino, según Mc 1, 14-15. (2) Jesús trató de paz, no de pecado y envió a sus misioneros como testigos de paz vida, sin más armas ni riquezas que su propia vida ya pacificada
(2) La palabra central de ese evangelio es: 5Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. 6Y si hay gente de paz,...
La imagen es un porta-paz que se empleaba cuando yo er niño, a fin de la misa, para ofrecer paz a todos
Mt 10: 34No penséis que he venido a sembrar paz, sino espada. 35He venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; 36 pues los enemigos del hombre serán los de su casa.
Hoy, 30.6, solía celebrarse la fiesta de San Pablo..., recordando que, cuando llegó a la meta de su vida, al final de la carta a los Romanos, que mucho le costó escribir, Pablo no cita a Dios (no dice “amad a Dios ante todo”), sino que se contenta con decir, humildemente, quizá con un poco de vergüenza: “amad al prójimo, a todo prójimo como vosotros mismos”.
Lo dice, sin duda, citando el mandato de Lev 19, 18, y recordando que en sus buenos tiempos de mozo fogoso él amaba a Dios con fuego, pero se iba hasta Damasco a perseguir/matar prójimos, de tal manera que el mismo Cristo/prójimo universal tuvo que salirle a la puerta a preguntarle: ¿por qué me persigues? (Gal 2 y Hechos 9).
La iglesia celebra la conversión de Pablo el 25 de enero, y ciertamente Pablo se convirtió, aunque queda queda pendiente si se convirtió al cristianismo como religión distinta o a otro tipo de judaísmo
La conversión de Pedro, en cambio, resulta más dudosa y hay diversas versiones de ella, pues no queda clara la función de Pedro como primero de los Doce y obispo de Roma, al principio de la iglesia y en la actualidad. Algunos se atreven a decir que Pedro se convirtió a un Jesús imaginario, para tener poder sobre otros, no para quererles y servirles (tema de fondo del final del evangelio de Juan)
El nombramiento se hizo ayer, (24.6.25) día de Juan Precursor de Fuego que abría caminos para Cristo. Me gustaría poner una foto del nombramiento, pero no la tengo, sólo una invitación semi-clandestina al acto. A pesar de ello quiero destacar la importancia del nombramiento, en el camino que lleva de Juan a Cristo, en una iglesia dividida sobre el tema.
He tratado de Juan Bautista en Historia de Jesús y en Compañeros y hermanos de Jesús. Aquí presento algunos rasgos de su vida y muerte, para entender mejor, partiendo de ellos, el proyecto de Jesús[1]. Uno, el Bautista, era Nazireo, carismático penitente. Otro, el Cristo, era Nazoreo, amigo de la vida y de los hombres. Los dos son la Biblia entera.
Termino así la postal comenzada ayer, con Eliseo, que consta hoy de dos partes. (1) Conclusión del trabajo de Eliseo, en línea académica. (2) Reflexión mía sobre las comidas de Jesús (tomada de un trabajo para la HOAC).
Pongo como imagen una foto de la presentación de la Nueva Mariología (Madrid 1992), cuando Eliseo y un servidor trabajábamos juntos. De izda a dcha: Director de la Editorial San Pablo, Mercedes Navarro, Obispo de Valencia (A. García-Gasco), Eliseo Tourón, un servidor..
Mi compañero y amigo del alma, Eliseo Tourón del Pie (1934-19969 (primer decano de la Facultad de Teología de San Dámaso, Madrid) había escrito dos trabajos titulados: “Comer con Jesús. Su significación escatológica y eucarística I-II, Rev.Esp.Teol 55 (1995) 285-329; 429-486. En ellos expresaba su vivencia de la comunidad cristiana como espacio de encuentro humano y presencia del Espíritu. Esta era su teología, esta su más honda experiencia del Dios de Jesús, que se revela en la comunión gratuita, gozosa, confiada, creadora, entre los hombres. Por ti, Eliseo, biotzez, con todo el corazón
Antes que Cuerpo/Sangre de Cristo, el Corpus es brindis y promesa de Cristo, invitándonos a su Vino Nuevo en el Reino
Actualmente, el Corpus es una procesión Eucarística por el entorno del templo, venerando al Cristo que Pan Compartido y Vino de alianza de los hombres con Dios en Cristo. Pero en principio, la eucaristía fue una fiesta de vino compartido de Jesús con sus compañeros y amigos, una fiesta en la que Jesús, que va a ser condenado a muerte toma vino con ellos y brinda diciendo. ¡La próxima copa la tomamos en el Reino!.
Así lo muestra el texto más antiguo de la institución eucarística (Mc 14, 25) que proviene del mismo Jesús y que ha sido interpretado, recreado y reformulado por las iglesias cristianas en dos textos esenciales, uno de Pablo (1 Cor 11, 23-26) y otro de Mc 14, 22-24, que la iglesia actual interpreta como propios del Cristo de la Pascua (no del Jesús histórico).
He dedicado al tema 10 o 12 trabajos histórico/teológicos, recogidos básicamente en Fiesta del pan, fiesta del vino y Gran Diccionario
Sigo recordando a mi amigo E.G.Castro, de quien he puesto ayer una semblanza personal. Con su ayuda he aprendido todo sobre Arrio, Nicea y Atanasio, con el dogma de la Trinidad. De los apuntes que me ha dejado son las notas que ahora siguen. Buena esperanza y buena fiesta de la Trinidad
Mabel y yo tenemos en la escalera de casa un gran cuadro, pintado al raspado, sobre fondo blanco, con letras oscuras de un poema de Augusto María, que dice:
Tenía el alma tan blanca por haberse bañado en el cielo
que al principio le creímos un ángel
El cuadro va con la firma del artista salmantino Félix Curto, Prof. de Universidad, con una dedicatoria que dice: Para Xabier Pikaza “en recuerdo de mi madre".
Pocas veces he conocido una mujer más blanca y transparente que ella, la Sra. Recio, madre de Félix, mujer que era un ángel, bañada en la leche del cielo. Pero tan pronto como pusimos el cuadro, presidiendo la escalera de la casa (imagen ) pensé: “Este cuadro, este poema es también un homenaje a nuestras madres, la de Mabel, la mía… y también a Ernesto, que estuvo tres días de niño en el cielo, y volvió para contarnos lo allí visto, sin palabras, como testigo viviente del cielo, hasta que ha fallecido volviendo a su cielo, desde Pontegrande de Ourense, su pueblo. A él, con Pakita, su esposa, dedicamos Mabel y yo estas palabras de emoción contenida.
Hay tres trinidades falsas: Una es la del sistema neo-liberal (capital, empresa, mercado); otra es la del Dragón del Apocalipsis (bestia militar, falsa inteligencia, prostituta económica), otr las de los tres deseos de -Rom 13 (adulterar el amor, matar, robar).
En contra de eso dijo Pablo y repitió Agustín: -si viven en amor "ves" la Trinidad (si caritatem vides, vides Trinitatem). Buen da.
Presenté hace dos días unas “cuestiones disputadas” sobre el Espíritu Santo, en perspectiva de diálogo ecuménico. Hoy ofrezco un pequeño Pentecostés Ecuménico del siglo del siglo XX, deteniéndome en tres testigos significativos, uno ortodoxo (Boulgakov), otro católico (Congar) y el tercero evangélico (Moltmann), valiéndome de mi Enchiridion y del Diccionario de Pensadores cristianos. Buena seman de Pentecostés a todos.
Había en la iglesia dos géneros teológicos fundamentales. Uno eran las Summae (sumas) o tratados . Otro eran las Quaestiones disputatae, o cuestiones discutidas sobre temas especiales.
Publiqué hace algunos años dos “sumas trinitarias” con abundante material sobre el Espíritu Santo (Enchiridion Trinitatis y Trinidad, itinerario de Dios al hombre).
En este tiempo de Pentecostés 2025 he preparado unas sencillas “cuestiones discutidas” que presentaré hoy y en los días siguientes. Comienzo con la cuestión ecuménica, entre católicos, ortodoxos y evangélicos.
Mis lectores, lo mismo que miles y miles de participantes de medios especializados en ciencias sociales, políticas y religiosas, conocen a Julio Puente por su enseñanza académica y sus libros de análisis social y de antropología personalista.
He presentado varias veces sus obras en FB y Religión digital. Nuevamente lo hago, con admiración emocionada, por su nuevo libro "Cambio de Rumbo. Repensando los desafíos globales".
La propuesta de cambio de rumbo de Julio Puente es muy buena, la mejor que hoy se puede presentar, pero no estoy seguro de que sea la única. San Pablo, en el momento decisivo de la Carta a los Romanos (Rom 13, 1-7 y Rom 13, 8-14) propone dos rumbos distintos, con la posibilidad de un tercer, que podría ser una mezcla de ambos. Este dato me lleva a repensar (y quizá matizar) la propuesta de mi amigo Julio Puente
El credo romano (=de los apóstoles) dice “creo en la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne....
Tres sentidos tiene la palabra comunión, y los tres están vinculados: (a) Comunión con el Dios que es Santo. (b) Comunión entre los hombres, que son santos. (c) Resurrección de la carne.
En esa línea celebramos hoy la Fiesta del Espíritu Santo, comunión de pensamiento, vida y obra, no sólo de Dios con los hombres, sino de los hombres entre sí.
La santidad (=realidad) del Espíritu Santo es comunicación, vida compartida, no del Espíritu separado de la carne, sino de la carne frágil y fuerte de la vida que es el verdadero espíritu del hombre.
Pero, actualmente (siglo XXI), esa formulación del siglo III-IV dC (comunión de los santos) se nos hace algo extraña, poco comprensible. Por eso prefiero hablar de comunión/comunicación universal sin más
Hubo “calentones” de anochecer y madrugada (Jn 20, Lc 23, Hech 2), pero Pentecostés fue un siglo de nacimiento de la iglesia (30-130 dC), el siglo que tardaron los cristianos en explorar las consecuencias de la pascua (30 d.C) con presencia y acción de Cristo en las comunidades, fijando su identidad en el NT, en vinculación con la historia y Escritura del AT, en un proceso fuerte de mutación divina de la vida humana, en apertura a todos los pueblos, distinguiéndose así de un judaísmo que quiso seguir englobando y definiendo el evangelio en el interior de su tradición y ley nacional.
Este siglo de pentecostés (30-130 d.C) ha tenido momentos y ritmos distintos, según las iglesias, pero hacia el 130 d.C., la suerte se hallaba lya echada. Los judíos de Jesús con los “gentiles” unidos, en proceso de fermentación imparable, con fuertes dolores e inmensas alegría empezaban rápidamente a vincularse entre sí, en forma de Gran Iglesia, con supervisores/obispos, Escrituras a (NT) y vida propia, hasta hoy (2025).