Un debate sobre Alfredo Fierro: Después de Cristo (con Jorge Ezcurra)

Me dio la impresión de que se trataba de una "despedida" acre (¿resentida?) del cristianismo, tras una larga e intensa trayectoria de teólogo e intelectual. No terminé de leerla, la dejé para más adelante (es decir, hasta el día de hoy).
Conocía y conozco bastante la primera parte de la obra de Fierro, al que alguna vez he visto, y al que invité, con N. Silares, a una Semana de Estudios Trinitarios, en la Univ. Pontificia de Salamanca, el año 1976, donde dialogamos sobre "Movimientos carismáticos y movimiento liberador en la actualidad" (cf. Los carismas en la Iglesia1976). Sostenía por entonces que a la Iglesia le quedaba la mística y la teología de la liberación. A su juicio, ahora, pasados casi 40 años, no le queda más que el recuerdo de lo sido.
He seguido después su trayectoria, como verá quien lea la extensa nota que le dedico en mi Diccionario de Pensadores Cristianos, pero había escrito ya esa nota, y pospuse la lectura del libro hasta el momento oportuno. Pues bien, el momento ha llegado con la amable insistencia de Ezcurra, colega de una Universidad de Madre. Así me ha escrito:
Soy un profe que trabaja cerca de Madrid. Estoy terminando el "Después de Cristo" de Fierro. Confieso que he sentido un estremecimiento, "se conmueven los cimientos", ante este ajuste de cuentas tan desesperanzado, algo similar -salvadas las diferencias- al estremecimiento que en su día supuso darme de bruces en la universidad con el materialismo radical y un poco anticuado de Gustavo Bueno, en Oviedo. Fue duro, aunque hoy lo veo con otra perspectiva.
He buscado en diferentes lugares opiniones cualificadas para ayudarme a valorar y sopesar los distintos argumentos que se manejan en esta obra. Todo en vano; y mira que me sorprende.

Contesté a Ezcurra que me concediera un tiempo para leer el libro, pues estoy ahora ocupado en varias cosas, y con poca calma para leer a fondo una obra como ésta. Le pedí además que escribiera una nota sobre el libro y que la publicaría gustoso en mi portal.
Así lo ha hecho, pues Ezcurra piensa que en mi blog pueda iniciarse un pequeño debate sobre el libro. A su juicio, "Alfredo no parece muy místico en este libro, me parece crítico....; de liberación social con trasfondo sólo parece apreciar a T. Müntzer, pero añade enseguida que ese movimiento fue único, aplastado, y no tuvo continuidad alguna; de la teología de la liberación no dice cosas muy buenas, lo considera totalmente "light"...".
El Fierro que yo conocí era un "positivista cristiano", de la escuela de A. Orbe, más interesado por el dato histórico que por la posible novedad radical (kerigmática) del evangelio. Verá quien siga leyendo cómo le estimo. Esta postal tiene, pues, dos partes:
a)Reseña de Ezcurra sobre el libro de Fierro, con deseo de seguir dialogando
b)Nota bio-bibliográfica de Pikaza sobre A. Fierro
Sobre A. Fierro, Después de Cristo (Jorge Ezcurra)
Hace unos días escribí a Xabier para comentarle mis impresiones sobre la lectura reciente del “Después de Cristo” de Alfredo Fierro. Agradezco su amabilidad al responder a mi correo y permitirme escribir estos apuntes o primeras impresiones en su blog. Allá van.
Para empezar, el tono del libro me parece bastante desesperanzador , y no sólo para los creyentes (pág. 461). En este particular “ajuste de cuentas” del autor con la educación recibida -en realidad, con el cristianismo y la creencia religiosa- “ciertamente queda excluido el Dios evangélico y bíblico” (481), que quedaría reducido a una construcción mitológica inconsistente y en absoluto creíble para los hombres y mujeres de la Modernidad.
A mi modo de ver, en “Después de Cristo” se entrelazan dos líneas argumentales. Por un lado, hay una descalificación general del cristianismo que parte de la trayectoria misma de los que se dicen cristianos: v.gr., los vicios históricos tan conocidos de la corrupción, hipocresía, intransigencia que se documentan sin ahorrar detalles…Tal vez esta línea podría encuadrarse en el género de las historias criminales del cristianismo: en parte, la creencia cristiana no se sostiene y es poco creíble porque seguramente la mayoría de los creyentes no son ni han sido nunca ejemplares.
Por otra parte, el autor despliega un amplísimo arsenal de argumentos de contenido más doctrinal y (anti)teológico que apuntan directamente a la verdad y sentido de las creencias cristianas. En este capítulo no faltan los relativos al “misterio del mal” (Epicuro), las numerosas inconsistencias del dogma y la doctrina (especialmente pero no sólo a partir de la Reforma), la oscuridad e indefinición del perfil histórico de Jesús de Nazaret y su descarada mixtificación por Pablo de Tarso y los discípulos, así como el permanente conflicto del cristianismo con la Razón y la ciencia desde la época de la Ilustración hasta hoy. El resultado, lógico y esperable, habría sido la casi total descristianización de Occidente y la miserable situación actual de las creencias cristianas, de cualquier signo, desacreditadas para siempre y ya en la cuneta de la historia.
Le comentaba a Xabier que, para mí, la novedad de este tratado de ateísmo radical se debe a la trayectoria de Alfredo Fierro, anteriormente un teólogo crítico español de cierto renombre, y su exposición a corrientes teológicas contemporáneas no precisamente menores o retrógradas. “Después de Cristo” es, en efecto, un libro escrito por un erudito que ha tenido en cuenta a teólogos de distintas épocas y corrientes, cualquiera que sea la valoración que hagamos de sus conclusiones.
Finalmente, he buscado (¡en las redes, cómo no!) valoraciones de esta obra y, para mí sorpresa, he encontrado muy pocas y más bien superficiales. Tal vez no he sabido buscar bien. Por este motivo, comenté a Xabier mi interés por leer otras impresiones y puntos de vista que me ayuden a entender, valorar y poner en perspectiva la idea de Fierro de que “Después de Cristo”… cualquier cosa, menos un “sentido cristiano” en y de la vida.
Así que, desde la página de Xabier, lanzo el guante y espero comentarios de unos y otros. Gracias.
FIERRO, ALFREDO (1936- ).
(X. Pikaza: Diccionario de Pensadores Cristianos, Verbo Divino, Estella 2013)
Teólogo y psicólogo de la religión, de origen católico, uno de los intelectuales españoles más destacados del último tercio del siglo XX y comienzos del XXI. Fue sacerdote de la diócesis de Zaragoza y se doctoró en teología en la Universidad Gregoriana de Roma, como discípulo aventajada de → A. Orbe, escribiendo en plena juventud una tesis doctoral titulada Sobre la gloria en San Hilario. Una síntesis doctrinal sobre la noción bíblica de "doxa" (Roma 1964).
De vuelta a Zaragoza, y tras unos años de acción pastoral, escribió una serie de libros pioneros que marcaron la conciencia teológica española, entre los años 1970 y 1984, en perspectiva de búsqueda racional del sentido de la fe y de intento de transformación social. Ningún otro teólogo de lengua castellana publicó por aquellos años unas obras más incisivas, desde una perspectiva crítica, en línea de positivismo teológico y revolución evangélica (Cristianos por el Socialismo), en las mejores editoriales católicas del momento.
Éstos son algunos de sus títulos:
La fe y el hombre de hoy (Madrid 1970);
Punto crítico. El positivismo teológico (San Sebastián 1971);
El Proyecto teológico de Teilhard de Chardin (Salamanca 1971);
La Fe contra el sistema (Estella 1972);
El crepúsculo y la perseverancia. Ensayo sobre conciencia cristiana (Salamanca 1973); La Imposible ortodoxia (Salamanca 1974);
El Evangelio beligerante (Estella 1974);
Cristianos por el Socialismo: documentación (Estella 1977);
El Derecho a ser hombres (Madrid 1977); Sobre la religión. Descripción y teoría (Madrid 1979);
Historias de Dios (Barcelona 1981);
Teología. Teoría de los cristianismos (Estella 1982);
El hecho religioso (Barcelona 1984).
En los años siguientes, por evolución personal y también como respuesta a los cambios eclesiales, A. Fierro renunció al sacerdocio y al cultivo de la teología estricta, trabajando como profesor de psicología (Universidad de Málaga), como político y como pensador independiente, desde una línea de compromiso al servicio de los menos favorecidos (deficientes mentales).
Le ha seguido interesando el hecho religioso, pero interpretado ya en clave antropológica, como factor cultural, al servicio de la democracia y de la igualdad social. Entre las obras de este segundo momento de su vida intelectual, cf.
La personalidad del subnormal (Salamanca 1981);
Psicología clínica: cuestiones actuales (Madrid 1988);
Conocerse a uno mismo: (examinado sin autocomplacencia) (Málaga 1993);
Para una ciencia del sujeto: investigación de la personalidad (Barcelona 1993); El hecho religioso en la Educación Secundaria: una educación laica para la tolerancia (Barcelona 1997);
Psicología de la personalidad (Barcelona 2001);
Personalidad, personal, acción: un tratado de psicología (Salamanca 2002)
Manual de psicología de la personalidad (Barcelona 2004);
Heterodoxia (Junta de Castilla y León 2006).