Cuestionario del Papa Francisco. Ante una nueva visión de la familia
Hoy quiero ofrecer unas respuestas de conjunto, como creyente, como aficionado a la teología, y como persona de cierta experiencia (pueden llamarme Monseñor, como dice el Papa Francisco, pues tengo más de 65 años) . El tema es clave no sólo para la Iglesia Católica, sino también para la gran familia humano. Ante una nueva visión de la familia estamos, sin duda, en este comiendo del tercer milenio. Buen día a todos.
CUESTIONARIO (En cursiva el comienzo de las preguntas).
1 - Sobre la difusión de la Sagrada Escritura y del Magisterio de la Iglesia en relación a la familia... ¿Cuál es el real conocimiento de las enseñanzas de la Biblia, de la Gaudium et Spes, de laFamiliaris Consortio y de otros documentos del Magisterio post-conciliar sobre el valor de la familia según la Iglesia Católica?...
Éste es el defecto mayor de la encuesta… Cita aquí la Escritura, pero después no la tiene nada en cuenta, la pone al mismo nivel que el Magisterio… Es como si la Escritura fuera secundaria y sólo importara el Magisterio. Para que el sínodo tenga sentido hay que fundar su mensaje en lo que dice la Biblia.
Pero viniendo a responde a la encuesta podemos afirmar que el conocimiento no es grande sino, más bien, muy pequeño… empezando por la misma enseñanza de la Biblia, tal como se centra en el mensaje y en la práctica de Jesús, tal como lo indicó J. Ratzinger en su trabajo sobre la Fraternidad, en el Dic. de Spir.:
1. El mismo Magisterio ha dejado en segundo lugar (o ha silenciado) la experiencia básica del evangelio, la novedad de la familia y de la fraternidad mesiánica de Jesús. Ciertamente, no lo ha abandonado en la práctica… y son muchos los movimientos cristianos que han puesto de relieve ese aspecto de la fraternidad y de la familia, pero en general la doctrina del magisterio se ha dirigido en otra línea.
2. Por eso, la preparación del Sínodo debería llevar a un estudio más profundo del sentido de la Familia (y de la fraternidad) en la experiencia de Jesús y de la iglesia primitiva.
3. Falta un conocimiento más profundo de la relación entre la pequeña familia (de tipo matrimonial) y la gran familia social (en línea de fraternidad universal). Es aquí donde el Sínodo debería insistir, estudiando el tema desde la base bíblica.
4. Por otra parte, los documentos posconciliares (de Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI) sobre la familia son muy poco conocidos. Apenas han aportado nada a la gran conciencia eclesial. Sólo han llegado a círculos pequeños del propio magisterio, de los teólogos profesionales y de algunos grupos cristianos de tipo “tradicional”. La gran “masa” cristiana ha dejado de interesarse por ellos; más aún, los considera, en general, poco concordes con la inspiración cristiana de la vida.
2 - Sobre el matrimonio según la ley natural.¿Qué lugar ocupa el concepto de ley natural en la cultura civil, tanto a nivel institucional, educativo y académico, como a nivel popular? ¿Qué visiones antropológicas se dan por sobrentendidas en el debate sobre el fundamento natural de la familia?...
El tema de la ley natural no queda claro en la mayoría de las conciencias “católicas”. No parece práctico (eficaz) ni evangélicamente positivo insistir en esa ley natural, en contra de lo que sucedía en otro tiempo, en un contexto filosóficamente homogéneo. En este contexto hay que apelar a tres puntos:
a. Mucho más importante que el concepto “ley natural” es para los cristianos el concepto de “creación”, tal como ha ido expresándose en la Sagrada Escritura. La Iglesia no puede apelar a la Ley Natural, sino a la visión del hombre que se va expresando en la revelación.
b. Pero la Revelación no puede separarse de la realidad del ser humano, tal como existe de hecho, a lo largo de la historia, en las diversas culturas y religiones. Eso exige un diálogo constante, una “inculturación”, pero nunca se puede partir de un derecho natural concebido como expresión de la esencia eterna del ser humano.
c. Ciertamente, el hombre es “naturaleza”, pero una naturaleza que no puede separarse de la historia… y, en especial, de la libertad humana…
En esa línea se debe revisar urgentemente el concepto de “ley natural”, no para destruirlo, sino para expresarlo de otra forma, en línea de libertad humana y de diálogo…).
3 – La pastoral de la familia en el contexto de la evangelización. ¿Qué experiencias han sido maduradas en las últimas décadas en orden a la preparación al matrimonio? ¿En qué modo se puede promover la conciencia de la familia como “Iglesia doméstica”?...
No es mucho lo que se ha hecho en este campo… Ciertamente, la pastoral familiar es muy importante, pero la Iglesia primitiva no ha partido de un concepto intimista de familia, como el que parece defender la pastoral católica… La “domus ecclesia”…, las iglesias domésticas no son iglesias de una familia, sino de un conjunto de familias y de gentes sin familia… Sin un retorno fuerte a la evangelización “social” carece de sentido (o pierde mucha fuerza) la pastoral de familia…
Hay que insistir en la fraternidad de la Iglesia, es decir, en el conjunto de la comunidad… y sólo en ese contexto se puede hablar de una pastoral de familia…No tiene sentido cristiano hablar de una pastoral de pequeña familia como “isla” separada dentro de un conjunto social-eclesial de enfrentamiento, de injusticia…)).
4 – Sobre la pastoral para afrontar algunas situaciones matrimoniales difíciles. ¿Es una realidad pastoral relevante en la Iglesia particular la convivencia ad experimentum? ¿Existen uniones libres de hecho, sin reconocimiento religioso ni civil? ¿Hay datos estadísticos confiables?
En este campo, la Iglesia sólo tiene un ideal, que es la permanencia del amor… (Jesús, Pablo)… y el descubrimiento del sentido del amor en el contexto de la unión de Cristo con la Iglesia, es decir, en el contexto del “Cuerpo de Cristo” (Ef 5)… Eso ha de quedar firma como “ideal”, como meta a la que tiende la vida de los creyentes, pero no puede imponerse como ley. En esa línea de pueden ofrecer algunos consejos, entendidos como líneas de orientación, no como normas canónicas:
a. En primer lugar, ha de tenerse un total y absoluto respeto por las uniones de hecho, que ya no son “ad experimentum”, antes de casarse, sino que son parejas sin más… Hay que tener un inmenso respeto por el “matrimonio civil”, entendido como institución personal y social. En ese contexto, la Iglesia no puede condenar nada, sino ofrecer, para los que quieran (quien pueda entender entienda) un ideal de permanencia en el amor, no por obligación o por ley, sino por ideal evangélico y humano.
b. La tarea de la Iglesia no consiste en dictar normas o leyes para otros, sino en ofrecer el testimonio de una vida fundada en el matrimonio, el testimonio de unas experiencias comunitarias y familiares llenas de gozo y de sentido)).
5 - Sobre las uniones de personas del mismo sexo.¿Existe en el país una ley civil de reconocimiento de las uniones de personas del mismo sexo equiparadas, de algún modo, al matrimonio?...
En este campo la actitud de algunas iglesias ha sido lamentable. La iglesia no puede oponerse al matrimonio “civil” (humano) entre personas del mismo sexo. Posiblemente la Iglesia no dirá (en su lenguaje sacramental) que esa unión es un “matrimonio” en su sentido tradicional… pero la Iglesia puede y debe admitir la unión de personas del mismo sexo, tal como se admite legalmente en muchos países. Y además deberá dar a esa unión (si así lo piden y quieren los interesados) una bendición profunda:
a. La iglesia deberá aceptar (y alabar) la unión libre entre personas del mismo sexo… en una línea evangélica, de compromiso mutuo en el amor. Todo lo que sea compromiso en el amor es bueno. En esa línea se podría buscar la posibilidad de establecer algún tipo de signo (de sacramental cristiano) para personas que quieren comprometerse a vivir su unión en forma evangélica, es decir, de gratuidad y de servicio mutuo.
b. El tema de la adopción de niños resulta más complejo, porque parece que es conveniente la existencia de las dos figuras (materna y paterna) en el proceso formativo, pero éste es un tema abierto, que deberá plantearse desde una perspectiva más extensa. Quizá no tengamos aún distancia suficiente para ofrecer respuestas en este campo)).
6 - Sobre la educación de los hijos en las situaciones matrimoniales irregulares
Posiblemente deba revisarse el mismo término de “matrimonios irregulares”. Ese concepto de irregular ha de ser replantado...Ha de tenerse en cuenta que el niño forma parte de la familia pequeña…, pero en la Iglesia forma también parte de una comunidad más amplia, que quiere vivir según el evangelio.
7 - Sobre la apertura de los cónyuges a la vida. a) ¿Tienen los cristianos un real conocimiento de la doctrina de la Humanae vitae sobre la paternidad responsable? ¿Qué conciencia se tiene del valor moral de los diferentes métodos de control de los nacimientos?
La doctrina de la Humanae Vitae sólo se cumple en grupos muy pequeños de la Iglesia. La mayoría de los católicos piensan que esa “doctrina” no responde ni el evangelio ni a la experiencia concreta de la vida cristiana. La mayoría de las Iglesias (de los obispados) han dejado de insistir en ese tema. Pienso que es el momento de decir en esta campo tres cosas:
a) La iglesia tiene que decir que, en este campo, por prudencia, durante un tiempo ha mantenido los principios de la Humane Generis, pero que ese tiempo de “prudencia” ha pasado, de manera que ella deja el tema en manos de las comunidades cristianas y de las familias, para que ellas decidan, en conciencia y en diálogo, en amor mutuo y amor a la vida.
b) En ese contexto es absolutamente necesario pasar del plano de las prohibiciones al plano de la iluminación, descubriendo el proceso de concepción y nacimiento como experiencia de participación en el despliegue creador de Dios. Se trata de convertir el proceso generativo en un acontecimiento mutuo de amor. Hay que pasar del nivel de “naturaleza” en que se ha situado muchas veces la pastoral de la Iglesia al nivel de la libertad personal.
c) Éste es un campo clave de la teología y de la vida cristian….
8 - Sobre la relación que existe entre la familia y la persona
a) Jesucristo revela el misterio y la vocación del ser humano ¿La familia es realmente un ambiente privilegiado para que esto tenga lugar?
El problema no es la familia cerrada en sí… El tema es el cristiano como tal… y la comunidad. No se puede hablar de buenas familias si no existe una conversión de las comunidades, una fraternidad real de comunidades, en línea de justicia y de igualdad básica. El tema de la familia se inscribe dentro de la experiencia y tarea de la comunidad… y de la libertad de la persona… Frente a una visión intimista de la persona tenemos que desarrollar una visión de la persona en clave social-comunitaria… y en clave de libertad personal… En ese contexto son fundamentales estos aspectos:
‒ desarrollo personal, libertad
‒ relación de amor en sus varias formas: sexual, paterno, filial, fraterno
‒ posibilidad de un celibato vivido por el reino de los cielos))
9 - Otros desafíos y propuestas.¿Existen otros desafíos y propuestas en relación a los temas tratados en este cuestionario que merezcan ser considerados como urgentes o útiles?
(Los que venimos presentando en clave de libertad personal, visión histórica del ser humano… y realidad social…))