Enseñanza "secreta" (bien conocida) de Jesús a su hermano Santiago

Se ha publicado en la prensa (RD) el pretendido “descubrimiento” de una “enseñanza secreta” que Jesús habría dirigido a su hermano Santiago, una enseñanza distinta, que la iglesia oficial habría “escondido”. Cf. por ejemplo:http://www.lavanguardia.com/vida/20171201/433326752936/revelaciones-jesus-hermano-santiago-oxford.html

Pues bien, no se trata de un descubrimiento espectacular, ni de una novedad, ni de un doctrina escondida. Lo que se ha encontrado y publicado son sólo unos pequeños fragmentos griegos (cf. imagen) del siglo V d.C. del Apocalipsis 1 de Santiago, que los expertos conocían muy bien, pues ha sido traducido y publicado en muchaas lenguas modernas.

Todo se sabía desde que se descubrió el año 1945 la “biblioteca gnóstica” de Nag Hammadi, en Egipto.Como digo, que ahora se ha “publicado” es un fragmento griego del texto completo del Primer Apocalipsis de Santiago, bien conocido por todos los estudiosos (NHC V 3).


Una edición facsímil del texto copto de ese apocalipsis se encuentra en las bibliotecas especializadas, como la del Bíblico de Roma, donde tuvimos que estudiarla hace ya cincuenta años. Es un texto "gnóstico" no aceptado en el canon oficial del NT precisamente porque porque no responde a la "historia carnal" de Jesús (Jn 1,14), ni al carácter "social" de las Iglesias (no por decisión de Atanasio, ni por imposición de Constantino) sino por "pacto de fondo" de las diversas iglesias, que optan por el Jesús histórico y social, y no por una doctrina intimista y secreta de revelación interior que algunos grupos cristianos personalizan en Santiago, hermano de Jesús, en forma de "revelaciones espirituales" del Señor resucitado, a lo largo de los siglos II-IV d.C.

En castellano hay una preciosa presentación y traducción de F. García Bazán, en A. Piñero, M. Torrents y F. García Bazán, Textos Gnósticos III, Trotta, Madrid 2000, 81-95.

Hay también una presentación del tema y texto en A. Piñero
http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es/2011/06/el-primer-apocalipsis-de-santiago-nag.html Por Antonio Piñero PRIMER APOCALIPSIS DE SANTIAGO -Nag Hammadi- El primer Apocalipsis de Santiago. Nag Hammadi

Preciosa referencia actual en: Gerardo Jofre González-Granda . Él ha compartido un enlace en el grupo DEBATES SOBRE ARQUEOLOGÍA BÍBLICA.
https://www.facebook.com/gerardo.jofregonzalezgranda?hc_ref=ARSWDT3kEsPFEyf_eFN2pz_nhIgYh3-MnCu-DcJpNIeq5Zx9be-7w00uSlifssiEKOU

En resumen: no se trata de una gran novedad o “descubrimiento”, sino sólo del hecho, perfectamente normal, de que unos fragmentos gnósticos tardíos (del siglo III en adelante), que sólo se conservaban en una traducción copta, se hayan encontrado en su versión griega, que podría ser la original (rebuscando, identificando y datando pequeños papiros egipcios,de los que sigue habiendo muchos, en Oxford o Londres), como dicen honradamente los investigadores que los han publicado y como señala G. Jofré, del que adapto y recojo la referencia que sigue:

El Apocalipsis de Santiago se conoce en dos versiones coptas. Una primera en e la Biblioteca de Nag Hammadi, una segunda en el Códice Tchacos, donde se encontró el Evangelio segun Judas. La novedad es que un grupo de expertos de la Universidad de Texas, Geoffrey Smith y Brent Landau, han descubierto en la Universidad de Oxford un fragmento de la versión griega de este primer Apocalipsis de Santiago. El texto griego puede ser más antiguo (del siglo III),la copia actual (cf. imagen) es posterior, quizá del V. A pesar de ello, este nuevo descubrimiento es significativo porque demuestra que los cristianos todavía estaban leyendo y estudiando escritos extracanónicos mucho después de que los consideraran heréticos. Ahora bien, lo que tenemos, no fue una versión para uso litúrgico, sino para fines educativos.

Desde ese fondo hay que matizar los títulos con los que cierta prensa a presentado este "descubrimiento" (cf. nota de RD 2, 12, 1917)

1) Descubren las enseñanzas secretas de Jesús a su hermano Santiago. Permitieron a Santiago ser un buen maestro después de la muerte de Jesús

− De eso nada de nada… No son enseñanzas “históricas” de Jesús a su hermano Santiago, sino “revelaciones gnósticas” de grupos cristianos del siglo III d.C. que atribuyeron a Santiago, hermano de Jesús, una serie de doctrinas “secretas”, propias del grupo, que tienen poco que ver con la enseñanza original del Jesús histórico y del Santiago histórico (del que presentaré una semblanza a continuación

2) Jesús revela información sobre el reino celestial y las enseñanzas no se encuentran en la Biblia.

− Formulado así, este título es también muy engañoso. El que habla en este texto no es el Jesús histórico, sino el Jesús de unos grupos gnósticos del siglo III d.C. No es que esas enseñanzas “no se encuentren en la Biblia”, sino que no son de la Biblia cristiana. Pueden ser buenas, pero no son enseñanzas del evangelio, no forman parte de la revelación “ortodoxa” de las Iglesia, ni de la doctrina original de los primeros cristianos.

Tradición histórica y “apócrifa” de Santiago.

He dedicado diversos estudios a la “historia” fascinante de Santiago, el hermano de Jesús, en varios de mis libros, entre ellos:

a) Historia de Jesús, Verbo Divino, Estella 2012. Analizo allí la historia de Jesús, con sus hermanos, con Santiago (=Jacob), que fue uno de los fundadores “oficiales” de la Iglesia, gran líder de la Comunidad de Jerusalén, de tendencia judeo-cristiana.
b) Gran Diccionario de la Biblia, Verbo Divino 1015. Presento una visión de conjunto de la figura histórica de Santiago, hermano del Señor y de la pervivencia de su tradición en la Iglesia.
c) Evangelio de Mateo (Verbo Divino 2017). Analizo la tradición de Santiago, a quien el Evangelio de Tomás presenta como el intérprete fundamental de Jesús, hacia el año 150 d. C.
d) Acabo de publicar en la revista Tierra Santa (y en dos postales de RD) la historia del cristianismo copto (egipcio) donde ofrezco una visión general de los diversos manuscritos (entre ellos muchos "gnósticos") que han iluminado nuestra visión del cristianismo antiguo.

Cuatro líneas de la tradición de Santiago.

La tradición de Santiago, hermano de Jesús, se conserva y elabora, al menos, en cinco líneas que han sido perfectamente elaboradas y distinguidas en la Iglesia primitiva.

1. La tradición “canónica”, conservada en el NT habla con abundancia de Santiago. Así lo hace por ejemplo Pablo y el libro de los Hechos. En esta tradición se inscribe no sólo la Carta de Santiago, sino las de Judas y la 2ª de Pedro, y el mismo Evangelio de Juan, que retoman elementos de los cristianos de Santiago.

2. El Evangelio de Tomás (hacia el 150), muy cercano a los canónicos, recoge y valora la tradición de Santiago, en una línea que tiende a la gnosis, pero que no se puede llamar herética. Este evangelio es una de las joyas de la espiritualidad y teología de la Iglesia, y es muy utilizado, aunque no ha sido incluido entre los canónicos.

3. El proto-evangelio de Santiago, escrito en la 2ª mitad del siglo II. Ha sido aceptado por la Iglesia Antigua, como si fuera el “quinto evangelio”. Habla del origen familiar de Jesús, recoge las “historias noveladas” de María y José, con los abuelos de Jesús. Está en el fondo de gran parte de la espiritualidad mariana posterior. No es un evangelio canónico, pero ha sido muy venerado por la Iglesia antigua.

4. Apócrifos y revelaciones de Santiago… A lo largo de tres siglos, al menos desde el II al V d. C. se han elaborado docenas de libros de tipo “gnóstico” que desarrollan un tipo de visión “mística” de Jesús utilizando el nombre y figura principal de Santiago, tanto en libros de Sabiduría como en diálogos y revelaciones, como el llamado Apócrifo de Santiago (Diálogo del Salvador, evangelio de Tomas y de María etc. Etc.). Lo que dicen es muy importante para el cristianismo primitivo, pero no para la historia de Jesús.

5.Están finalmente los dos Apocalipsis o revelaciones secretas de Santiago. Precisamente del Primer Apocalipsis de ese nombre (conservado entero en copto) proviene el fragmento griego que ahora se ha descubierto y publicado.

Anejo. Evangelio de Tomás (Santiago) y evangelio de Mateo. Una reflexión sobre el el origen del evangelio


La mayor aportación que puedo ofrecer en este campo la he publicado en la Introducción a mi Evangelio de Mateo. De Jesús a la Iglesia (Verbo Divino 2017) donde sitúo el evangelio de Mateo en el entorno del Evangelio de Santiago.

En una línea en parte semejante a la del Evangelio de Juan se sitúa el evangelio de Tomás, escrito a principios del II dC, con textos de tradición venerable que provienen de Jesús o de comunidades cristianas antiguas (con dichos semejantes a los del Q). Pues bien, para fundar su mensaje, en vez de apelar al Discípulo Amado, como Juan, el evangelio de Tomás apela a la tradición de los dos hermanos de Jesús: Judas-Tomás, el Mellizo (cf. EvTom inscriptio y num 13), y Santiago, el Justo, por quien fueron hecho el cielo y la tierra (EvTom 12) (que pueden tomarse como distintos, pero también como un único discípulo gnóstico, con el que Jesús se identifica).

Esto parece indicar que al menos una parte de la iglesia representada por ellos ha desembocado en un tipo de gnosis, pasando, en nombre de Jesús, de un legalismo nacional judío a una experiencia de interioridad mística, donde la Ley Judía acaba interpretándose como símbolo de autenticidad de la persona, en una línea intimista. Este Evangelio de Tomás se parece bastante al de Juan, pero con una diferencia básica: Desde la raíz de su experiencia gnóstica, Juan pone de relieve la “carne” o historia de Jesús (cf. Jn 1, 14), y así narra con toda detención su muerte en cruz, pudiendo elaborar una visión histórica de la Iglesia, apelando para ello a Pedro, como acabo de indicar. Por el contrario, Tomás tiende a prescindir de la carne (es decir, de la historia y muerte de Jesús), de manera que resulta difícil defender en esa línea una iglesia que tenga una función histórica, como la representada por Pedro en el evangelio de Juan. Desde ese fondo se entiende su logion central sobre Santiago:

Los discípulos dijeron a Jesús: «Sabemos que tú te irás de nuestro lado; ¿quién va a ser el mayor entre nosotros?» Jesús les dijo: «Dondequiera que os halléis reunidos, dirigíos a Santiago el Justo, por quien el cielo y la tierra fueron creados» (EvTom 12)
.

Conforme a la tradición sinóptica, asumida, como indicaremos, por Mateo, el más grande en el Reino de los Cielos (en la Iglesia) es aquel que se hace más pequeño, siendo de esa forma servidor de otros (Mt 20, 24-28; cf. 18, 3; 19, 13-15). No se trata, por tanto, de “hacerse mayor”, y en esa línea la “función de Pedro” (cf. Mt 16,17-19) no puede entenderse como superioridad, sino como servicio a los demás. En contra de eso, según el Evangelio de Tomás, la superioridad se mide en línea de conocimiento, de manera que quienes más conocen, como Santiago el Justo, son superiores a los otros.

Según esa visión de Tomás, la autoridad se expresa en forma de conocimiento interior del misterio, de manera que el más grande no es el Pedro, ni Pablo, ni siquiera el Discípulo Amado, sino Santiago a quien se considera como receptor y signo de la creación de Dios y verdadero gnóstico. La autoridad de Santiago no va en línea de organización eclesial, sino de interiorización, lo mismo que la la autoridad de Judas/Tomás, que aparece como hermano mellizo del Jesús gnóstico, como una especie de logos/revelación de Dios, pues por él se han hecho cielo y tierra. Santiago el Justo (lo mismo Tomás) no es ya un simple discípulo de Jesús, un hombre histórico, creador de una comunidad de discípulos a quienes orienta y encamina en un proceso histórico (como Pedro y Pablo, e incluso como el Discípulo Amado), sino un signo de la revelación de Dios, como el Logos de Jn 1, 1-3.

‒ Tomás/Santiago, una deriva gnóstica.
Entendido en la línea del Evangelio de Tomás, Santiago (que no es ya el judeo-cristiano radical del principio de la Iglesia, al lado de Pedro y Pablo) aparece como símbolo de todos los gnósticos, es decir, de aquellos que tienen un conocimiento superior de la verdad de Dios, con la que en el fondo se identifican, de tal forma que se puede afirmarse de él lo mismo que se dice de Jesús resucitado (o del logos de Dios en Jn 1, 3): Que por él se hicieron los cielos y la tierra. Santiago no tiene, pues, una autoridad eclesial, de tipo organizativo, sino de conocimiento interior, es decir, de vinculación con Dios.

‒ Mateo, un evangelio “carnal”, social.
En contra de eso, fundándose en la la autoridad de Pedro (cf. 16, 17-19), Mateo ha escrito un evangelio profundamente judío y cristiano, de tipo social, de organización y misión de las comunidades, de apertura a todas las naciones. Mateo es un evangelio de profundidad radical, de gran mística (expresada en el “Dios con nosotros” y en la identificación del Cristo con los pobres: 1, 23, 25, 31-46; 28, 20); pero es, al mismo tiempo, un evangelio de “carne”, muy preocupado por las relaciones concretas entre los creyentes y las comunidades, un libro que apela a Pedro como intérprete de Jesús

El Logion de Ev Tomas 12. recoge un hecho histórico (la importancia de Santiago en la comunidad de Jerusalén), pero también una posible disputa, entre partidarios de un cristianismo en la línea de Pedro, Pablo o Santiago. Parece evidente que, en su formulación actual, este dicho atribuye a Santiago unos poderes supremos de conocimiento, en una línea de identificación con Dios o con su revelador supremo. En esa línea, Col 1, 16 afirma que cielo y tierra fueron creados por Cristo, Hijo de Dios, conforme a una visión que ha sido ratificada por Jn 1, 3.

Pues bien, este pasaje de Tomás atribuye esa función al mismo Santiago. En el fondo de ese pasaje puede hallarse también la disputa de los discípulos de Jesús por los primeros puestos (cf. Mt 18, 1-5; 20, 20-28 par). Estudio básico del tema en R. Trevijano, Santiago el Justo y Tomás el Mellizo (Ev. de Tomás, log. 12 y 13), en Estudios sobre el evangelio de Tomás, Ciudad Nueva, Madrid 1997, 285-320; W. Schrage, Das Verhältnis des Thomas-Evangeliums zur synoptischen Tradition und zu den Koptischen Evangelienübersetzetzungen. Zugleich ein Beitrag zur gnostischen Synoptikerdeutung, Töpelmann, Berlin 1964; R. McL.Wilson, Studies in the Gospel of Thomas, Mowbray, London 1960. Desde un punto de vista histórico, puede suponerse que EvTom 12 ha sido compuesto para contrarrestar la importancia que Mateo ha concedido a Pedro, poniendo a Santiago (=iglesia gnóstica) por encima de Pedro (iglesia hýlica o psíquica). Pero puede pensarse también que ambos textos han surgido en “medios” semejantes, con el fin de fundamentar una u otra tradición cristiana (la de Santiago y la de Mateo). Cf. también B. Chilton y C. Evans (dds.), The Missions of James.
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