13.5.17. Fátima a los cien años. El tercer secreto

El Papa Francisco llega hoy (12.5.2017) a Fátima, para celebrar mañana el centenario de las "apariciones" (13.5.1917).

Cien años han pasado desde entonces, cien años de intensa, apasionada experiencia de Iglesia, desde aquello que sintieron los tres niños (catalizadores de un duro cambio de tiempos), hasta aquello que podemos sentir nosotros, en un tiempo quizá más sombrío y urgente todavía.

En este contexto me viene a la mente la imagen de la Iglesia azotada por el viento entre las olas, y de Pedro, valiente y miedoso, caminando por las aguas en medio de la noche: el tema de Pedro que, a pesar de todo, en medio de su angustia, pide a Jesús que le deje caminar hacia él sobre las olas, hundiéndose en ellas y gritando, hasta que Jesús le toma de la mano y le dice:¡Hombre de poca fe! (Mt 14,22-33)



-- El texto fundante de Mateo se refiere a la historia cristiana de Pedro, a lo que él ha realizado al servicio de la Iglesia. Pero los católicos creemos que ese Pedro puede ser (y es) signo de la entrega y servicio cristiano de todos los creyentes, en un tiempo de cambios intensos, con la barca que zozobra, con los ministros de la iglesia en riesgo de hundirse entre las olas.

-- El texto derivado del Tercer Secreto de Fátima habla de un Hombre de Blanco (un Papa) y de unos cristianos que van subiendo con él a la montaña de la cruz (a través de una ciudad que muere) para ser fusilados allí por los soldados. Esos "niños de la Virgen" han sentido en su entraña el riesgo de un Papa y de una Iglesia que se enfrenta a la gran Revolución de su tiempo (1917), desde la perspectiva de esa "Virgen misericordiosa", que detiene con su amor la gran amenaza de la ira.



En las reflexiones que siguen quiero releer el "tercer secreto" de Fátima (la esencia del "mensaje" de la Virgen, hace ahora 100) a la luz del evangelio y de la situación actual de la Iglesia. En ese contexto sigue sonando la sirena del riesgo, con la voz que llama a conversión (conversión/transformación más que penitencia).

Leído así, lo que sintieron aquellos niños puede seguir siendo valioso para la Iglesia... a pesar de los reparos que me produce el hecho de que el Tercer Secreto se haya mantenido "en secreto" durante decenios, en contra de la orientación del Evangelio. Buen día de Fátima para todos sus amigos.



El Tercer Secreto de Fátima

El 13 de julio de 1917, unos niños vieron y escucharon unas «realidades sagradas” que ellos y muchos fieles católicos vincularon a la Virgen María. Hubo entre ellas tres secretos.

-- Los dos primeros se divulgaron pronto: trataban de la posible conversión de Rusia y de la guerra (en plena revolución rusa, en los años duros de la primera Guerra Mundial), de la necesidad de penitencia.

-- El tercero no se divulgó, sino que permaneció en secreto hasta el año 2000, de manera que muchos pensaron que contenía misterios supremos. Fue revelado entonces, por voluntad de Juan Pablo II, en documento oficial de la CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, firmado por Joseph Card. Ratzinger, documento que sigue estando en la web oficial del Vaticano (http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20000626_message-fatima_sp.html)… y cuya parte central dice así:

EL MENSAJE DE FÁTIMA (Traducción castellana)


« J.M.J.
Tercera parte del secreto revelado el 13 de julio de 1917 en la Cueva de Iria-Fátima. Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía.
Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!

Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él, a un Obispo vestido de Blanco, hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre.

También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino. Llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones.

Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios. Tuy-3-1-1944.

Joseph Card. Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe

Un breve comentario

1. Tengo un inmenso respeto por todo lo que está vinculado con las «apariciones» y «secretos» de Fátima, porque son importantes para millones de cristianos católicos, a los que pueden haber ayudado a vivir el evangelio. Es evidente que aquellos niños «veían y escuchaban» cosas secretas y honda, vinculadas al misterio, dentro del contexto de fe en el que vivían.

Sobre el sentido de las "apariciones" he ofrecido ya mi interpretación en otros lugares de este blog (y de un modo especial en el Gran Diccionario de la Biblia, donde puede consultarlo quien lo quiera, sabiendo que Dios habla (se muestra, se revela) en la vida de los hombres conforme a la psicología de cada uno, y de un modo especial en los niños, conforme declaración central del Concilio de Calcedonia (año 451), diciendo que lo divino se expresa en "formas humanas" (según la naturaleza humana). En esa línea, las "apariciones" son "visiones psicológicas" de gran hondura, por las que debemos tener un gran respeto.

2. El mensaje de Fátima recoge elementos del Evangelio de Jesús y de la figura y misión de su Madre María, desde la perspectiva psicológica, social y eclesial de momento, de manera que todos sus rasgos (la forma en que aparece la Virgen y los ángeles, con el Papa y los obispos, la manera de ver a Rusia, la persecución contra los creyentes y la forma de entender la Penitencia) dependen de aquel tiempo y circunstancia (año 1917)y no del Evangelio.

Lo más importante es la "visión" de María, como aquella que intercede por los creyentes (mostrando así que la misericordia de Dios es mayor que todas las condenas). La Madre de Jesús aparece así, dentro de la tradición que los niños han recibido, como signo de Gracia. También es importante el riesgo de persecución en que se encuentran de un modo especial el "hombre de blanco" (papa) y los demás obispos, y todos los creyentes. Los niños de Fátima saben (=sienten, ven) que los verdaderos creyentes están en riego, y que pueden ser "martirizados", a pesar de la "protección misericordiosa" de María.

Para saber esto no hace falta un tercer secreto, ni era necesario tener ese secreto "secuestrado" hasta el año 2000. Eso lo sabíamos todos los creyentes, todos los que leemos y vivimos el evangelio (aunque quizá no lo vivamos y sintamos con la fuerza y transparencia somatizada de los niños de Fátima, hace cien años.

3. Nunca me pareció bien que se dijera que había un tercer secreto de Fátima y que se mantuviera así «secreto». Estoy convencido de que un tipo de «secretismo» como ése es poco cristiano, pues va en contra de Jn 15, 15 (os llamo amigos, pues he revelado todo lo que yo sé...) y del conjunto del evangelio (como dice San Juan de la Cruz «una Palabra tiene Dios y nos la dijo toda en Cristo»). Malo fue que se guardara el «secreto» en 1917, malo que se ratificara en el escrito del año 1941 (en Tuy, Pontevedra).

La revelación del secreto de Fátima el año 2000 me parece normal… Había que haberlo hecho mucho antes, pero de un modo sencillo, sin darle importancia papal, sin un documento de la Congregación de la Doctrina de la Fe, con una simple anotación marginal que dijera algo así: «Esta palabra se ha mantenido por años como secreto, pero petición de algunas personas, pero ahora, pasado el tiempo, nos ha parecido necesario publicarlo, para que los fieles lo entiendan según su corazón».

4. Pido a mis lectores que lean el documento entero… con las referencias a Juan Pablo II. Tengo por los papas y en especial por Juan Pablo II (y ahora por Francisco) un inmenso respeto y cariño de corazón, pero no sé si me parece bien que «vayan a Fátima» como Papas, por bien del papado, por bien de Fátima.

Está bien que vayan como miembros de una Iglesia donde muchos auténticos creyentes alimentan su fe en el signo de Fátima y de otros lugares, pero volviendo siempre al manantial de los evangelios, conde encontramos la auténtica palabra de María, tanto en el Magnificat como en el Fiat y en el "haced lo que Jesús os diga". Fátima es un lugar de fe, y no necesita las aprobaciones del Papado. Por otra parte, los Papas como tales no deberían apoyar su ministerio en signos como el de Fátima, por más importantes que sean.

5. Pasando ya al texto del "secreto", quiero que mis lectores lo lean por sí mismos y lo interpreten, comparándolo quizá con el texto de Mt 14, 22-33, donde tenemos a un Pedro que duda entre las aguas.

-- En Mateo tenemos a un Pedro/Papa (en el sentido de Mt 16, 17-19) que cree y se arriesga, en medio de su poca fe, caminando por el mar, hacia Jesús, es decir, pasando al al otro lado, iniciando el camino del evangelio en nuevas tierras, fuera del judaísmo de sus raíces nacionales.
-- En el otro caso (secreto de Fátima) tenemos a un hombre de blanco que camina hacia la montaña de la Cruz, a pesar de la persecución de los soldados (que en 1017 parecen ser los bolcheviques...). Estamos ante un Papa y una Iglesia que se arriesga a recorrer el camino de Jesús, donde no les crucifican, sino que les fusilan.

Me gustaría estudiar y conocer mejor el trasfondo de la «visión» datada el 13 de julio de 1917… Las cosas que provienen del ambiente que se vive en aquel pueblo portugués, lo que implica la ciudad destruida (¿signo de la destrucción final de nuestra cultura?. Es evidente que los niños están interpretando (proyectando, viendo, lo que escuchan y sienten en su aldea...). Desde ese fondo, le tengo un inmenso respeto a esa «visión», sabiendo que hay otras también importantes de ese tiempo, dentro y fuera de la Iglesia.

6. Esa visión (que se atribuye a los tres niños, el 13 de julio del 1917, en plena Gran Guerra) ha sido escrita ya sólo por Lucía, el año 1941, en plena Guerra Mundial, cuando están muriendo millones y millones de judíos… . En ese contexto del asesinato el Papa y de sus seguidores cristianos debería incluirse la referencia a los millones de «mártires judíos». Hubiera sido hermoso que entre esos mártires judíos, con ellos (y con todos los millones de muertos de la Guerra, y los muertos de hambre del siglo XXI), como hermano católico (universal) hubiera estado el Papa de aquel tiempo (Pío XII).

Éste es el sentido del Tercer Secreto de Fátima para nosotros. Seguimos viviendo en un tiempo de muerte... donde ser papa (hombre de blanco) y ser cristiano significa compartir el camino de los que sufren... Ciertamente, ese secreto puede aplicarse en sentido "alegórico" lejano al atentado que sufrió el Papa Juan Pablo II el día de Fátima de 1981. Pero interpretar ese secreto como una profecía de ese atentado concreto me parece poco inteligente y poco critiano, simplemente poco serio. P

Comparación final

Después de todo eso, quiero recordar que quiero ir de nuevo a Fátima, a rezar otra vez, a sentirme gente con la gente… a recordar a los tres niños… a descubrir el gran misterio de la fe.

Estuve en Coimbra hacia el año 1998, en un curso de teología. Estuve a la puerta del Carmelo donde vivía y sufría Sor Lucía (que murió el 2005), pero no fuimos a verla... Estuve en otro curso el año 2014, y entonces entré en el museo donde se recoge su recuerdo. Me siento bien en Coimbra y en Fátima... Pero me sigue diciendo mucho más el texto de la iglesia zarandeada de Mt 14, con Pedro caminando entre las aguas.
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