Moon 3. Dialéctica divina, pecado sexual y redención por "amor"

Perdonen por dejar el material en su forma escolar antigua(además,por lo que sé, el Rdo. Moon no ha cambiado básicamente en estos ocho años, a no ser en la afirmación de que el fin de "este mundo" está muy cerca, cosa que otros también deseamos). No pongo más introducciones "didácticas", dejo el tema como está, en su dureza académica, sin concesiones a ningún tipo de galería, como he solido hacer en la Universidad. El material es "muy largo", lo sé, pero así suelen ser los trabajos para estudio de fondo (hubo un estudiante que quiso hacer, partiendo de esto, una tesina), y no para simple curiosidad de momento.
A todos buen día de Pascua... Y perdonen esta pausa los que buscan en este blog sólo temas cristianos. Volveré a ellos el sábado.
2. TEMAS FUNDAMENTALES:
DIOS, MUNDO, HUMANIDAD
La iglesia de la Unificación es una organización religiosa y social que vincula principios orientales (budistas, confucionistas y taoístas), con doctrinas cristianas y con una visión especial de la historia humana, que va a culminar con la llegada del Mesías. Los miembros de esa iglesia creen que Jesús fue el profeta espiritual más grande, que triunfó y realizó su tarea espiritual de iluminación de la humanidad con el evangelio. Pero no culminó su obra en el plano “físico”, porque no logró que le aceptaran como Mesías, ni logró establecer el verdadero matrimonio y murió en la cruz.
En ese sentido, la tarea de Jesús, siendo verdadera y divina, ha quedado como truncada y debe completarse en el plano social y político. Pues bien, a diferencia de Jesús, Sung Myun Moon, el Mesías actual y definitivo, está realizando ya la tarea de la unificación mundial, desde el buen sexo (Sexo Absoluto) y la Paternidad.
También Muhammad pensó, a principios del siglo VII, que Jesús había fracasado, por morir en la cruz y no haber creado la comunidad verdadera de los sometidos a Dios. En eso, Moon puede presentarse como un “nuevo Muhammad”. Pero hay una diferencia esencial: Muhammad afirmaba que la salvación viene a través de un “sometimiento absoluto” a la Palabra de Dios, en línea de fe, una fe que libera a los hombres de todas las conexiones parciales de est mundo.
El Rdo. Moon piensa también que Jesús fracasó, porque no logró convencer a la “clase alta” de Israel y no pudo establecer la verdadera familia (en claves de buen sexo, de fidelidad matrimonio, de paternidad y engendramiento de hijos verdaderos). Conforme a la visión del Rdo. Moon, la salvación del hombre consiste en vivir y desplegar la vida, a través de un proceso de despliegue personal centrado en el buen sexo.. Todo nos permite pensar que “no hay un Dios fuera”; lo divino es el proceso del mismo despliegue familiar, que es en el fondo el despliegue cósmico, que toma forma “humana”. Por eso es necesario empezar diciendo lo que es la realidad, el ser divino, el ser humano.
1. Dios, el ser divino:
positivo-negativo, masculino-femenino, sujeto-objeto:
El esquema de fondo del Rdo. Moon parece más “taoísta” que occidental. En ese sentido se podría decir que él quiere hacer en el siglo XX/XXI lo que hicieron muchos cristianos del siglo II-IV d. C., que tradujeron los principios espirituales de Jesús en un leguaje filosófico de tipo “ontológico”, es decir, griego. Surgió entonces una “teología e iglesia helenista”. En este momento, el Rdo. Moon podría crear una iglesia de categorías orientales (chino-coreanas).
Pienso que, por encima de otros detalles menos, se encuentra aquí uno de los mayores méritos del pensamiento del Rdo. Moon: ha intentado introducir dentro del esquema “cristiano” elementos chinos, algo que otros cristianos anteriores (desde la famosa disputa de los “ritos chinos” (condenados por el papa Clemente XI el año 1715) no habían logrado hacer). En aquel tiempo (1715) la iglesia católico cerró un camino de diálogo entre China y el Cristianismo. Ahora, el Rdo. Moon, quizá sin referirse a lo que había pasado antes, introduce los “ritos” (la mentalidad, la filosofía profunda, el modelo de los Padres Verdaderos, la Generación Sagrada) de tipo más chino/coreano en el cristianismo.
a. Un Dios inmanente, sin creación
Miradas las cosas desde una perspectiva bíblica, parece que en esta línea del Rdo. Moon, Dios no es trascendente, sino “el sujeto fundante” del mundo, de manera que se identifica con la misma “energía cósmica”. Por otra parte, hombre y mujer no parecen personas estrictamente dichas, sino que el hombre (lo masculino) es el sujeto y la mujer el objeto. De todas formas, estos temas quedan abiertos:
«Fundamentalmente, el Sung Sang Original de Dios y Su Hyung Sang Original tienen una relación recíproca con su «Positividad Original» y su «Negatividad Original» Por lo tanto, la positividad y la negatividad de Dios son los atributos de Su carácter y de Su forma. Así pues, la relación que existe entre lo positivo y lo negativo, es similar a la que existe entre el carácter y forma. Por consiguiente, positividad y negatividad tienen también una relación recíproca como la que existe entre interior y exterior, causa y efecto, sujeto y objeto, vertical y horizontal. Por esta razón está escrito en la Biblia que Dios creó a la mujer, Eva, como objeto tomando una costilla del hombre, Adán, que era el sujeto. (Gn. 2, 22). Llamamos a la positividad y negatividad de Dios «masculinidad» y «femineidad», respectivamente.
El universo, que fue creado teniendo a Dios como centro, es similar al hombre, que ha sido creado con su mente como centro. El universo es un cuerpo orgánico perfecto creado completamente de acuerdo con el propósito de la creación de Dios. Por esta razón, el universo, como un cuerpo orgánico, tiene su propio carácter interno y forma externa, siendo Dios su carácter interno, mientras que el universo físico es su forma externa. Por esto Dios dijo que el hombre, que es el centro del universo, fue hecho a Su imagen (Gn. 1:27). Antes de crear el universo, Dios existía como el sujeto interior masculino, y El creó el universo como Su objeto exterior femenino. 1 Corintios 11:7 dice que el hombre «es imagen y gloria de Dios» lo cual confirma esta teoría. Ya que Dios es el sujeto masculino de carácter interno le llamamos «Padre», resaltando Su naturaleza masculina.
Resumiendo, sabemos que Dios es el sujeto armonizado que consiste de las características duales de Sung Sang Original y Hyung Sang Original. Al mismo tiempo, El es el sujeto armonizado de las características duales de masculinidad y femineidad originales, la primera representa Su carácter y la segunda Su forma originales. En relación con toda la creación, Dios es el sujeto masculino y representa su carácter interno» (PD, 1, 1, pag. 26-27).
b. Muy cerca del Tao
En este contexto no se puede hablar de “creación de la nada”, ni de trascendencia de Dios… Ni el hombre y la mujer son personas, es decir, individuos estrictamente dichos. No existe individualidad personal, sino proceso dual, como alternancia y correspondencia de energías.
Ciertamente, en un plano, el Principio Divino quiere superar la visión “no personalista” del Tao (donde Yang y Yin son momentos polares de un todo, poniendo de relieve la individualidad). Más aún, el Principio Divino quiere introducir en el Tao una visión de la historia, tomada en sentido general de la Biblia (de occidente). Pero tengo la impresión de que en el fondo no lo ha conseguido. El Rdo. Moon sigue inmerso en el mismo esquema del tao: “el universo es el objeto sustancial de Dios…” Los mismos seres humanos son “objeto substancial” de Dios (Ibid 1, 1, 2, pag. 28). Por eso, estrictamente hablando no existe individualidad humana, ni libertad personal. Por eso, en el fondo, parece que la historia no existe: los hombres no logran hacer nada que sea verdaderamente nuevo, sino volver a su principio divino.
2. La realidad, un proceso dual: dar y tomar. La caída
La realidad es dar (del sujeto) y recibir (del objeto. No parece que en este modelo se pueda hablar de personalidad estricta, es decir, de sujetos personales: Dios contiene dentro de Sí mismo las características duales que existen eternamente, como un todo en proceso de expansión y retorno. Es difícil hablar de “personas”, es decir, de individuos reales, insustituibles, dentro de ese todo.
Existe, por tanto, un todo que es la Primera Energía Universal, que se expresa e dos características duales que tienen una relación mutua o recíproca que da lugar a una acción de dar y tomar eterna. La energía generada mediante este proceso es la fuerza de la acción de dar y tomar. Mediante esta fuerza, las características duales de Dios establecen una base recíproca. Esto origina el «fundamento de la existencia» sobre el cual Dios mismo existe eternamente (Ibid 2, 2, 2, pag. 30). Al no existir verdadera “individualidad”, el dar-tomar tienen el sentido del sujeto-objeto, sin que parezca posible una verdadera comunión personal, una reciprocidad, según la cual, cada uno es verdadero “sujeto”, un individuo infinito, dentro del proceso.
a. Dar, tomar: un esquema universl
Estamos ante un esquema “jerárquico” de totalidad, un esquema en el que cada uno tiene que ocupar su lugar en el conjunto:
Los animales mantienen su existencia y se multiplican a través de la acción de dar y tomar entre el macho y la hembra. La coexistencia entre el reino animal y el reino vegetal es posible gracias a la acción de dar y tomar. Las plantas dan oxígeno a los animales y los animales devuelven dióxido de carbono a las plantas. Las flores ofrecen néctar a las abejas y las abejas transportan el polen y fertilizan las flores….Hay una acción de dar y tomar entre el marido y la esposa en el hogar, entre individuos en una sociedad, entre el gobierno y el pueblo en una nación y entre naciones en el mundo. La acción de dar y tomar gobierna todas las relaciones dentro del hombre y todas las…
La caída humana significa que mediante algún acto, el hombre se apartó de una relación de dar y tomar con Dios, fallando así en unirse y formar un solo cuerpo con El. En vez de ello, el hombre inició una relación de dar y tomar con Satán, formando una base recíproca con él. Jesús, que estaba unido a Dios a través de una relación de dar y tomar, vino a este mundo como Su hijo. Por lo tanto, siempre y cuando el hombre caído se una con Jesús en una perfecta relación de dar y tomar, podrá restaurar su naturaleza original, iniciando así de nuevo la relación de dar y tomar con Dios y llegando a ser una unidad con El.
Por eso se dice que Jesús es el «mediador» para el hombre caído, siendo el camino, la verdad y la vida. El vino a servir a la humanidad con amor y sacrificio, dando incluso su propia vida. Si nos acercamos a él con fe no pereceremos, sino tendremos vida eterna (Jn. 3, 16). El verdadero Cristianismo es una religión de amor, mediante la cual los hombres pueden restaurar el circuito de dar y tomar vertical con Dios al establecer, por medio de amor y sacrificio, el circuito de dar y tomar horizontal entre los hombres centralizado en Jesús. Las enseñanzas y obras de Jesús tenían este único propósito, como lo expresó en numerosas ocasiones (Ibid 1, 2, 2, págs 32-33).
La realidad es un sistema de dar-tomar, una especie de comunicación de energía, que se expande, se divida y se vincula de nuevo. Cuando todo funciona, cuando los “vasos” de la comunicación están limpios, cuando todo es dar-tomar sin egoísmo, el mundo aparece como perfecto.
El verdadero dar-tomar tendría que haber sido armónico, de manera que todo se mantuviera “en el orden” de la dualidad (varón-mujer) y del despliegue divino. Pero ese “circuito” del dar-tomar se ha “roto” por la introducción de un elemento extraño, un elemento que el Rdo. Moon identifica con Satán, que aparece como un “principio de amor que rompe el todo”, un amor que “rompe las tuberías” (tema desarrollado extensamente por la Cábala).
El dar y tomar satánico se define como un dar-tomar adúltero, que rompe el equilibrio de la totalidad divina (que es armonía de contrarios), para venir a presentarse como egoísmo de una parte, que se separa del todo. Entre el “adulterio” de Eva (que no se somete al marido) y la “violencia revolucionaria” del comunismo (que no acepta el orden sagrado de la totalidad) hay para Moon una clara línea de continuidad.
A juicio del Rdo. Moon la “realidad divina” es armonía. Y esa armonía se rompe de un modo sexual (cuando la mujer Eva busca un amor propio, fuera de Dios y de su marido) y de un modo social (cuando el comunismo busca un orden económico para bien de una parte, en contra del todo sagrado). Es muy posible que las cosas sean mucho más complejas, de manera que el “adulterio” de Eva tenga que interpretarse de un modo distinto, lo mismo que el deseo de trasformación económica del comunismo.
b. Deficiencias del modelo Moon dar-tomar (desde el cristianismo)
Al final del pasaje antes citado, el PD cita una serie de textos del Nuevo Testamento donde puede encontrarse formulado el sentido del dar-tomar, al menos de una forma extensa. Pero, mirado desde el cristianismo estricto, parece que el Rdo. Moon ignora dos elementos que son básicos en ese dar-tomar, desde la perspectiva de la trascendencia de Dios:
– El valor infinito de cada individuo humano, la libertad. Por eso, el dar-tomar de la vida no es algo automático, dentro de un todo, sino algo que cada hombre-mujer ha de asumir y realizar con responsabilidad. Este es un tema que deberá estudiarse en el futuro. Mirado desde el cristianismo, parece que el “sistema Moon” aparece como una armonía, en la que todo debe concordar, pero en la que falta la libertad.
– El carácter conflictivo (arriesgado) del dar-tomar. La misma dinámica humana del dar-tomar nos sitúa ante la libertad de la vida humana, de la vida personal. A muchos, nos da la impresión de que el Rdo. Moon, inmerso en una visión confuciana de fondo, no ha sabido descubrir ni poner de relieve el sentido de la libertad de cada individuo, con todo lo que ella implica de grandeza y de riesgo.
De todas formas, éstas son observaciones hechas desde fuera. Es muy posible que los “teólogos Moon” tengan unas respuestas. Es posible que la liberad deba entenderse también de un modo distinto al que proponemos algunos cristianos, que hemos crecido en un tipo de voluntarismo excesivo. Sea como fuere, el tema debe discutirse de un modo abierto, para poder entendernos.
3. El despliegue de la dualidad:
Tres propósitos, cuatro sujetos y un movimiento esférico:
La filosofía de Moon se expresa desde aquí a partir de ciertos elementos de pensamiento chino (confucionismo, taoísmo), reelaborados desde una perspectiva occidental. Desde la perspectiva del movimiento, tenemos tres propósitos (O-D-U: origen, división, unión; todo lo que existe avanza y se despliega de ese modo, conforme a un esquema que es, confuciano (y hegeliano, en sentido popular). Pues bien, dado que el momento D (división) se puede y debe dividir en dos sujetos/objetos (esposo y esposa), tenemos cuatro posiciones:
El fundamento de cuatro posiciones queda expresado en Dios, el marido y la esposa, y su descendencia. Se pueden ver tres etapas distintas: (1) Dios como el origen, (2-3) el marido y la esposa como el sujeto y el objeto manifestado y (4) su descendencia como el resultado de su unidad. Así pues, el fundamento de cuatro posiciones es la base de las tres etapas, debido a que se realiza en tres etapas de acuerdo con la acción O-D-U (origen-división-unión)… El fundamento de cuatro posiciones es la base para la realización de la bondad de Dios y es la meta última de Su creación. Es la base mediante la cual la fuerza de Dios se canaliza para que pueda fluir dentro de toda Su creación, con el fin de mantener su existencia. Por lo tanto, el fundamento de cuatro posiciones es en definitiva el eterno propósito de la creación de Dios (Ibid 1, 2, 3, pag 34).
Conforme a este mismo esquema, tomadas las cosas desde el momento central (esposo-esposa), se puede hablar de un movimiento esférico, centrado en la relación del hombre y de la mujer, es decir, de lo masculino y de lo femenino, entendidos quizá desde el trasfondo chino del yang-yin. Éste es el centro de la armonía divina y humana, una armonía en la que todo es movimiento y todo permanece siendo siempre lo mismo. Ciertamente, hay un momento en el que se puede destacar la visión de Dios como principio vertical de todo. Pero ese movimiento vertical de descenso se vuelve muy horizontal, de tipo circular, expresado en la armonía de lo masculino y femenino. En ese plano se habla de una “tridimensionalidad” (el círculo, la unión en sí, constituye una especie de tercera persona o de Espíritu Santo):
Similarmente, cuando el movimiento circular entre un sujeto y un objeto que empieza en un nivel horizontal llega a ser esférico a través de una órbita tridimensional, entonces se originan las maravillas de la creación. El hombre es el centro de toda la creación, que fue creada para ser el objeto substancial simbólico de las características duales de Dios. Dios es el centro de todos los hombres, quienes han sido creados para ser Sus objetos substanciales a Su imagen. Por lo tanto, el último centro del movimiento esférico de todo el universo es Dios” (Ibid 1, 2, 3, pág. 37).
De esa forma, lo dual divino (masculino-femenino) se vuelve tridimensional (como una órbita circular permanente). Todo cambia y todo se mantiene en armonía, en una armonía engendradora, pues el mismo amor (atracción, círculo de los dos) se vuelve vida engendrada en los hijos. En este contexto, en la línea de los viejos relatos gnósticos que hablan de un Adán-Eva universal (de lo divino-humano que abarca todo), plantea Moon la unidad originaria y la ruptura de hecho, el pecado:
Llegamos a la conclusión de que (1) si Adán, que fue el primer antepasado humano, hubiera alcanzado la perfección, habría sido la representación substancial de todos los elementos sujetos de la creación; (2) y si Eva hubiera alcanzado la perfección, habría sido la representación substancial de todos los elementos objetos de la creación. Si Adán y Eva hubieran crecido juntos saludablemente hasta la etapa de perfección… y si hubieran formado un solo cuerpo como marido y esposa, habrían llegado a ser un cuerpo central dominando todo el universo, ya que Dios creó al hombre para que tuviera dominio sobre la creación… El punto donde Adán y Eva forman una unidad como marido y esposa es también el punto donde Dios, el sujeto de amor, y el hombre, el objeto de belleza, forman una unidad, estableciendo así el centro de la bondad.
Cumpliéndose así por primera vez el propósito de la creación. Dios, nuestro Padre, puede morar con los hombres perfectos como Sus hijos y vivir en paz por la eternidad. En aquel tiempo, este centro habría llegado a ser el objeto del amor eterno de Dios mediante el cual Dios se sentiría estimulado con felicidad por la eternidad. Por primera vez en la historia humana la Palabra (Verbo) de Dios se habría encarnado físicamente. Por consiguiente, este punto habría llegado a ser el centro de la verdad y también el centro de la mente original del hombre, la cual ha estado dirigiendo al hombre a lograr su propósito de la creación. Por ello, cuando un hombre y una mujer perfectos se convierten en marido y esposa, con Dios en el centro, todo el universo realiza un movimiento esférico con un propósito unificado, centralizado en el fundamento de cuatro posiciones (Ibid 1, 2, 3 pág 40-41).
Nos hallamos antes un esquema de orden cósmico-divino en el que “da la impresión de contarse” un tipo de “mito teosófico”. En este contexto se vinculan la unidad dual de Dios y la unidad dual de los hombres (Adán-Eva) en un proceso de dar-tomar que se expresa como origen-división-unión. Todo habría vuelto a ser lo que era, distinguiéndose de sí mismo. Eso significa que el hombre forma parte de un “despliegue total” del mismo Dios.
4. El propósito de la “creación”
En este contexto, podemos suponer que ni Dios en sí, ni el hombre y la mujer son personas, de tal manera que podemos afirmar que no hay trascendencia divina (el absoluto de Dios, tal como ha puesto de relieve el Islam, ni hay verdadera individualidad humana (no se puede decir que hombres y mujeres sean personas, en sentido radical, como ha puesto de relieve el cristianismo). En este contexto se puede hablar del “propósito de la creación”, que consiste en el despliegue total de la realidad, en un camino en el que se engloba lo divino y lo humano.
– Parece que no existe creación de la nada, en sentido cristiano. Pero, estrictamente hablando, muchos pensamos que en la visión de Moon no se puede hablar de creación, pues ni el mundo ni el hombre adquieren autonomía, ni el mundo ni el hombre son creación, sino una especie de cuerpo de la divinidad. Nos da la impresión de que el Rdo. Moon aceptaría en el plano espiritual (total) la famosa ley de Lavoisier: “Nada se crea, nada se destruye, todo se trasforma”. Según esta visión del Rdo. Moon, da la impresión de que el hombre (varón o mujer) no es “alguien creado desde la nada”, por Dios… sino que es una parte de un gran todo… Eso significaría que varones y mujeres forman parte de un todo sagrado, de manera que existen desde fuera de sí mismo, pues está inscrito en un orden o movimiento que le engloba y define.
– Parece que ni Dios es Dios, ni el hombre es hombre (en el sentido cristiano). Parece que Dios no es trascendente (no existe en sí mismo, con autonomía personal); da la impresión de que Dios es la misma totalidad de la energía, de manera que no se pueden establecer con él relaciones personales. Ni cada hombre-mujer es “absoluto” (en Dios, desde Dios), sino que se entiende y se define desde el lugar que ocupa en el proceso de despliegue de la humanidad. El hombre no tiene que “hacer nada nuevo”, no tiene que explorar su propia realidad, sino que ha de ser lo que ya es (pues todo está implicado en su mismo origen dual-divino). En contra de eso, el cristianismo ha puesto de relieve la trascendencia de Dios (está más allá del Todo, no es el Todo) y la libertad de los hombres, que son individuos libre, más que parte de una dualidad.
Entre Dios y el hombre se establece una especie de “proceso generativo” en el que todo se vincula (Dios y los hombres, los hombres entre sí). No existe verdadera individualidad, ni de Dios, ni de los hombres. No se puede hablar de un “amor personal”, de una verdadera libertad, sino un “sistema” en el que todo se encuentra vinculado. Lo que el Rdo. Moon llama “pecado” no es la expresión de una libertad que va en contra de la gracia (del amor), sino una “ruptura de cañerías” (para emplear el lenguaje de la Cábala), es una especie de “desajuste” en el gran sistema del todo, que debe encontrar de nuevo su equilibrio orgánico:
El propósito de la creación divina del hombre se cumplirá sólo cuando Adán y Eva, después de alcanzar la perfección como los objetos substanciales de las características duales de Dios, se unan y den nacimiento a hijos. Experimentando así los tres tipos de amor que se dan a sus respectivos objetos: el amor paternal, conyugal y filial… Si Adán y Eva se hubieran convertido en marido y esposa mediante la acción de dar y tomar de amor y belleza en las posiciones respectivas de sujeto y objeto centralizados en Dios, y hubieran establecido el fundamento de cuatro posiciones a nivel familiar junto con sus hijos, habrían creado una familia en la cual se cumpliría el propósito de la creación, realizando así la segunda bendición de Dios para el hombre. Esta familia o las acciones para crear tal familia se llama «bien»… Por el contrario, cuando un hombre cumple un propósito contrario a las tres grandes bendiciones de Dios, estableciendo el fundamento de cuatro posiciones centralizado en Satán, este acto a sus resultados se llama «mal» (Ibid. I, IV, 3; págs. 51-52).
Despliegue divino, cósmico y humano forman, según eso, una unidad básica. El despliegue humano forma parte del mismo proceso cósmico, en el que Dios se manifiesta (despliega su ser). Este es un esquema que tiene semejanzas con los diversos sistemas gnósticos del comienzo de la era cristiana. Es un esquema que podría compararse con la cábala y con otros modelos “teosóficos” que han intentado comprender la peculiaridad del ser humano desde una totalidad natural”, un esquema donde parece que no existe experiencia de trascendimiento (no hay verdadero Dios, no hay gracia, en el sentido cristiano o musulmán de término). Da la impresión de que Dios forma parte del mismo proceso inmanente de la realidad.
La perfección es un equilibrio entre lo físico y lo espiritual, entre lo masculino y lo femenino... en un despliegue de personalización (cada no logra ser él mismo, imagen de Dios), comunicación (encuentro dual de varón y mujer) y generación (al vincularse, hombres y mujeres y engendran). De todas formas, tenemos la impresión de que, en sentido estricto, en este esquema, no se puede hablar de “personalización” (es decir, de libertad humana).
Da la impresión de que, en el esquema del Rdo. Moon, el hombre forma parte de la gran “naturaleza divina”, una naturaleza que se expande y dualiza. Lo; que importa es que cada ser humano forme parte del despliegue del todo. Los signos máximos de Dios son el matrimonio (dualidad equilibrada) y la generación. Los salvadores son los “amantes” (matrimonio) y los “padres verdaderos”… Todo se sitúa, según eso, dentro de un todo sagrado… Pues bien, en contra de eso, el cristianismo ha puesto de relieve el valor “personal” del hombre, como ser individual, que tiene un contacto personal con Dios, un contacto insustituible.
3. HISTORIA DE DIOS Y DE LOS HOMBRES.
PECADO ORIGINAL Y SALVACIÓN POR UNIÓN Y GENERACIÓN
La humanidad (padres, varón-mujer, descendencia) aparece como despliegue de Dios, de manera que el mismo proceso de la vida de los hombres viene a presentarse como lugar y presencia del proceso de la generación (de la dualidad y unidad) divina. Pues bien, en ese proceso, que debía ser “perfecto” (en armonía total) ha venido a introducirse lo satánico, entendido como principio de escisión de la humanidad y, quizá, como principio de escisión en la misma divinidad.
Éste es un tema que ha sido explorado y analizado por muchos sistemas religiosos de oriente y occidente. En los sistemas de oriente se supone siempre que la “caída” pertenece al mismo Dios. Esto significaría que la divinidad tiene un elemento negativo, es decir, un aspecto diabólico, sea directamente (hay en Dios tiene un lado oscuro), sea indirectamente (un ángel de Dios se ha pervertido). Quizá la experiencia más radical en esta línea es la cábala judía del siglo XII-XIII: Dios tiene que purificarse a sí mismo, expulsando lo diabólico de dentro de sí. En esta línea, el Rdo. Moon habla del Diablo y de la caída original como “adulterio”:
1. Pecado del hombre, pecado del ángel:
adulterio (diablo-macho, mujer-hembra)
En ese contexto se formula un tema que ha sido muy importante en todas las especulaciones teosóficas y gnósticas de tiempos antiguos y modernos. Parece que el hombre no es radicalmente libre; por eso, no es responsable de sí mismo y de su pecado, sino víctima de un poder externo… La caída del hombre depende de un poder más alto, en el que se encuentra inmerso. Por eso, da la impresión de que en el sistema del Rdo. Moon el hombre no es “libre”, sino que ha quedado “infectado” por un tipo de “veneno anti-amoroso”, que proviene del Diablo y que penetra en la historia humana a través de Eva, la mujer, que no ha vivido el amor de un modo transparente, en armonía con el varón, sino que se deja “adulterar” por un amor diabólico, infectando al varón. Desde ese fondo se plantean dos grandes pregunta, que siguen abiertas:
(1) ¿Cómo puede violar un espíritu a una mujer? Se trata de saber de dónde surge ese Espíritu, cómo se ha formado (¿es parte de Dios? ¿un fallo de Dios?). Ese es un tema que sigue abierto, a mi juicio, y que necesita mayor explicación. En sentido estricto, según el esquema del Rdo. Moon, el aspecto satánico de la vida podría ser simplemente “falta de armonía!. Por eso, Satán no es realidad, sino falta de realidad.
(2) Esta formulación parece ser anti-feminista, pues el Diablo cohabita con la mujer… (de todas formas, el Diablo está en el lugar de lo masculino y se podría decir que es lo masculino lo que pervierte a lo femenino). De todas maneras, de la impresión de que la mujer puede venir a convertirse en “presa del diablo” (como realidad que tuviera algo que ver con el Diablo), de manera que el varón tuviera que redimirla.
Hasta ahora, hemos aclarado que el hombre cayó en la tentación del ángel y pecó. Ambos, el hombre y el ángel, cayeron debido a la fornicación. En el mundo de la creación, los hombres y los ángeles son los únicos seres espirituales que pueden tener una relación de amor. Según lo anterior, llegamos a la conclusión de que debió haber ocurrido algún acto de adulterio entre el hombre y el ángel. Así, en Juan 8:44 dice, «Vuestro padre es el Diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre». En Apocalipsis 12:19, enseña que el Diablo es Satán, y que Satán es «la serpiente antigua» que tentó al hombre. Según estos versículos bíblicos, podemos afirmar que el hombre es el descendiente del Diablo, y, naturalmente, el descendiente de Satán; y por ello, es el descendiente de la serpiente.
¿Bajo qué circunstancias el hombre se convirtió en descendiente del ángel caído, es decir de Satán? Porque los antepasados humanos fornicaron con el ángel, entonces todos los hombres nacen con el linaje de Satán. En Mateo 3,7, Juan Bautista reprochó al pueblo incrédulo, llamándoles «raza de víboras», hijos de Satán. De nuevo en Mateo 23:33, Jesús reprendió a los judíos, diciéndoles «¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar de la condenación de la gehenna?».Según estas referencias bíblicas, podemos afirmar que hubo una relación adúltera entre el ángel y el hombre, y que esto fue la causa de la caída del hombre (Ibid 2, 1, 3, pág. 75)9.
Eva debió haber multiplicado hijos de un linaje bueno mediante su sangre y carne de bondad, derivada del «fruto» bueno que comiera en su amor centralizado en Dios. En vez de ser así, ella originó una sociedad de pecado, multiplicando hijos de un linaje malo mediante su sangre y carne de maldad, derivada del «fruto» malo que comió en su amor centralizado en Satán. Por consiguiente, que Eva comiera del fruto del Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal, significa que tuvo una relación de sangre con el ángel (Satán) mediante su amor malo centralizado en él (Ibid 2, 1, 4, pág 76)
El Rdo. Moon encuentra este tema del “adulterio satánico” en la Biblia. Pero todos los investigadores científicos están de acuerdo en que éste es un tema que ha sido “marginado por la Biblia oficial de judíos y cristianos”, de manera que sólo aparece en algunos restos simbólicos (que pueden interpretarse poéticamente). El centro del mensaje de la Biblia se encuentra en otro lugar: en la responsabilidad ética de los hombres y mujeres, en el plano de la injusticia social. Pues bien, aquello que la Biblia ha “expulsado” voluntariamente de su mensaje aparece como centro de la Biblia en el Rdo. Moon. Y el mensaje central de la Biblia (que está vinculado a la justicia social) parece secundario en la visión bíblica del Rdo. Moon.
Ciertamente, tanto la Biblia de Israel como la Cristiana conocen alusiones a un tipo de “posible pecado angélico”. Pero no lo desarrollan, ni ponen ese pecado en el centro de la destrucción de los hombres. Sólo algunos apócrifos han puesto ese pecado en el principio de la historia, como expresión de un tipo de “caída divina” (angélica) que afecta a los mismos hombres, como si Dios mismo fuera culpable de la situación actual de la humanidad. He dedicado a ese tema un largo libro, titulado Antropología Bíblica (Sígueme, Salamanca 2006). En ese sentido, debemos afirmar que el Rdo. Moon vuelve a los “apócrifos”, más que a la Biblia “canónica, oficial”, de los judíos y cristianos. De todas formas, la visión del pecado del Rdo. Moon es muy importante y ha tenido una larga historia dentro de la iglesia cristiana. Esto no sitúa en el centro de la temática del pecado original:
– San Agustín y otros muchos cristianos de occidente, por lo menos desde el siglo IV d. de C., han tendido a identificar de hecho el pecado original con la sexualidad…, con una especie de trasmisión sexual pervertida. El Rdo. Moon se mueve en esa línea, de manera que muchas de sus formulaciones sobre la transmisión del pecado original parece estar tomadas de tratadistas cristianos. Más aún, estoy convencido de que él ha tomado esas ideas de algunos de sus maestros protestantes.
– Pero hay una diferencia esencial entre la línea agustiniana y la del Rdo. Moon. Conforma a la línea agustiniana, la manera de superar el pecado del sexo consiste en “negar el sexo” o, por lo menos, en reprimirlo. Si el pecado original está vinculado al sexo, la forma de superarlo es reprimir el sexo. En contra de eso, el Rdo. Moon cree que la forma de superar el pecado original no es reprimir el sexo, sino vivir el “sexo absoluto”, es decir, el sexo liberado de egoísmo.
– Una experiencia de amor total El Rdo. Moon se presenta como profeta y asegura haber tenido una revelación más alta (en la línea de Moisés, Jesús y Muhammad). Más aún, el Rdo. Él se sitúa ante un problema que las iglesias cristianas, vinculadas a una visión represiva del sexo no han logrado resolver, pues ellas han buscado la redención en un amor espiritual, no sexual. De esa forma, el Rdo. Moon nos sitúa en un lugar “clave” de la Biblia: allí donde el hombre aparece como un viviente que ha sido creado para el amor, un viviente cuyo pecado consiste en “no amar” (en las tres formas clave: amor esponsal de Adán-Eva, amor generador de Adán-Eva a sus hijos y amor fraterno de Caín-Abel. En ese sentido, podemos decir que el Rdo. Moon se sitúa en el lugar donde nos había dejado la teología de San Agustín (el pecado está vinculado con el sexo).
El tema del Rdo. Moon tiene paralelos bíblicos y tradicionales en cierto judaísmo y cristianismo (cábala, movimientos teosóficos), pero los argumentos que aduce para probar el pecado como “violación satánica” de Eva deben buscarse en la Biblia Apócrifa (y no en la Biblia canónica). Eso significa que la Iglesia del Rdo. Moon no puede fundarse sin más en la “letra” de la Biblia judía o cristiana (ni tampoco en la musulmana), sino en una visión simbólico/gnóstica, que va más allá de la letra de la Biblia. Por eso, si los seguidores del Rdo. Moon quieren seguir fundando su mensaje en la Biblia les queda una gran labor que realizar, distinguiendo y vinculando el estudio científico (estudio de la Biblia en sí) y el estudio simbólico-religioso (en la línea del Rdo. Moon). De todas formas, el Rdo. Moon no quiere “interpretar” lo que ha dicho literalmente la Biblia, sino recrearlo, según su revelación (como hizo Mahoma en el siglo VII). Por eso, la Biblia de Dios, la verdadera, no es la que tienen judíos y critianos (esas son biblias adulteradas), ni tampoco el Corán. La Biblia originaria, el Libro de todos los libros, es el Principio divino, donde se dice y revela lo siguiente:
– El pecado original es un pecado de esposos. El diablo entra en la relación entre Adán–Eva, de tal forma que ella aparece como adulterio. Esta visión del pecado como violación, como adulterio satánico, propio del diablo que cohabita con la mujer (Eva) constituye un elemento central de la visión religiosa de la Iglesia de la Unificación. El Diablo penetra en las relaciones de Adán-Eva, de tal forma que la “caída” de Eva (de la humanidad) es, al mismo tiempo, la caída de Satán y, en el fondo, está vinculada con un tipo de caída del mismo Dios, que se encuentra en el fondo de todo este proceso. Por eso, frente a los esposos falsos tienen que venir los esposos verdaderos, no adúlteros.
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– Es un pecado de padres. Este pecado es una caída de padre (Adán asume elementos satánicos), siendo, sobre todo, una caída de madre Caída de Eva (y en ella de la humanidad). En el fondo de la humanidad hay una figura materna pervertida (violada) y una figura paterna también pervertida (o pervertidora, violadora), que toma rasgos satánicos. En el fondo de esa mujer y de ese varón está lo satánico, que se identifica, en realidad con los padres falsos, los padres que no han sabido trasmitir la vida de Dios, sino una vida manchada. Por eso, frente a los padres falsos, tienen que elevarse los padres verdaderos. Ellos son el auténtico signo de Dios, los redentores mesiánicos. En esa línea podemos adelantar ya desde ahora que el Mesías verdadero no será sólo un hombre ni sólo una mujer, sino una pareja, un hombre-mujer que se aman entre sí y puedan presentarse como trasmisores de vida sin pecado. Estamos ante la experiencia de la redención por la paternidad.
– Finalmente, éste es un pecado de hermanos, de Caín-Abel. Toda la teología de la historia del Rdo. Moon está centrada en la lucha entre los dos hermanos, uno que representa el bien y otro el mal. Esta lucha fraterna define toda la historia, como transcurso de oposiciones y de imposiciones, una historia entendida en clave casi “maniquea”, de lucha entre el mal y el bien. La última “encarnación” de esta lucha es la que aparece en el enfrentamiento entre mundo libre y comunismo, conforma a la visión del Rdo. Moon en los años cincuenta.
Estos tres planos de pecado (de esposos falsos, de padres falsos y de hermanos enfrentados definen toda la historia humana. Los tres están vinculados y los tres deben superarse juntos. De todas formas, el Rdo. Moon ha dado importancia especial a los dos primeros: los esposos verdaderos, convertidos en padres verdaderos… De ellos brotará la nueva historia de los hermanos verdaderos.
2. Para superar el pecado original:
De los falsos padres a los Padres Verdaderos.
Conforme a mi visión, que puede ser muy parcial, la Iglesia de la Unificación ha seguido un proceso que resulta lógico. Es un proceso que aún no ha culminado, pues el Fundador (signo de Dios y Nuevo Adán) vive todavía, de manera que puede ofrecer aún nuevas revelaciones, no sólo en el plano teórico (conceptual), sino, sobre todo, en el plano de los gestos y signos.
Pues bien, pienso que el rasgo más importante en el proceso de la Iglesia de la Unificación viene dado por el hecho de que el Fundador (Rdo. Moon) ha venido a presentarse a sí mismo como Padre Verdadero (nuevo Adán), vinculado a la Madre Verdadera (su esposa), de tal forma que ambos vienen a presentarse como Mesías (dualidad mesiánica), en un proceso religioso y social de transformación de la humanidad.
Si leen las escrituras detenidamente, se darán cuenta de que la caída del hombre tuvo como consecuencia la pérdida de toda la familia de Adán. En primer lugar, por medio de la caída de Adán y Eva, se perdió la posición de los padres. En segundo lugar, al matar Caín a Abel se perdió la posición de los hijos. Se perdió el modelo de Dios para la familia ideal y la perfección mundial. Por tanto, para restaurar a la familia original, Dios actúa a la inversa, reclamando las posiciones de Caín y Abel y, después, las posiciones de la Verdadera Madre y el Verdadero Padre. Este modelo de reconciliación entre Caín y Abel como fundamento para restaurar a los Verdaderos Padres ha sido la fórmula constante de Dios a lo largo de la historia de la restauración (Señora Hak Ja Han Moon. Madrid, 25 de noviembre de 1993: Los Verdaderos Padres y la Era del Testamento Completo).
Da la impresión de que en los textos más antiguos del Principio Divino, el problema radical era el formado por la lucha entre Caín y Abel, una lucha que ha conducido a la supremacía del mundo perverso (Caín), sobre el mundo bueno (Abel). Para superar esas situación, Abel (en la actualidad, el mundo democrático) tiene que vencer a Caín (el mundo de los opresores, sobre todo en línea comunista), de tal forma que Caín se someta a Abel.
Para “restaurar la posición de los hijos”, en este mundo, Caín tiene que “someterse” a Abel, de manera que se supere su asesinato a través del sometimiento del asesino al asesinado (en otras palabras, el asesino tiene que estar sometido al asesinado, reparándose así el asesinato). Dichas las cosas de esa manera parecen sencillas; pero el problema estará en saber quienes son los asesinados y cómo pueden convertirse en “dominadores”, de manera que los asesinos se sometan a ellos.
Como iremos viendo, la virtud fundamental de la Iglesia de la Unificación es el “equilibrio” que se manifiesta en el sometimiento de los malos a los buenos, de los injustos a los justos, de manera que pueda establecerse así la armonía total que ha querido Dios (la armonía divina). Pues bien, a juicio del Rdo. Moon, la raíz de esa armonía está el despliegue de los Padres verdaderos, que pueden serlo (siendo verdaderos y padres) engendrando en amor. Según eso, la línea que divide el cielo del infierno está en los órganos sexuales, el mal del bien, está en los órganos sexuales. Allí donde los padres (como Adán-Eva) se amen bien, sin adulterio, sin deseo de romper la unidad armónica del todo, surgirá la nueva humanidad. De la paz sexual surgirán todas las restantes paces de la humanidad, culminando en la política:
El problema está en su caída. Debido a la caída, el linaje de sangre cambió de Dios a Satán. Por lo tanto, Dios tuvo que expulsarles del Jardín del Edén. En un principio, Adán y Eva debían llegar a ser el cuerpo de Dios, en la posición de novia de Dios. La caída, en cierto modo, introdujo una enfermedad en el cuerpo y en el ideal de Dios, y Adán y Eva actuaron como enemigos de Dios. ¿Imaginan lo mucho que el corazón de Dios sufrió al ver lo ocurrido? La caída humana es la tumba en la que estamos enterrados. Fue un expolio. La raíz de la promiscuidad y del individualismo.
El Mesías viene con el derecho a formar la familia del Jardín del Edén tal y como Dios lo había deseado. El Mesías debe crear primero una familia que sirva a Dios. Con esta familia, debe establecer una nación. La familia es la clave. ¿Cómo podemos creer en un Dios como éste? Nadie hasta ahora ha contestado a estas preguntas. El Rdo. Moon es la primera persona que ha encontrado las respuestas ya que soy el único en conocer todos los secretos de Dios. Hablemos ahora de la línea que divide el Cielo y el Infierno. ¿Se encuentra en los cielos? ¿Dónde se encuentra? Está en los órganos sexuales. Por eso, aunque el mundo intente destruirme, nunca pereceré, porque Dios me protege. Si alguno de ustedes se adentra en la esfera de la verdad enseñada por el Rvdo. Moon, también recibirá la protección de Dios. Cuando un órgano sexual se usa como un ciego que ha perdido la orientación, sin duda llevará a su dueño al infierno. Por el contrario, una persona será elevada al Cielo cuando use sus órganos sexuales de acuerdo al estándar del amor absoluto de Dios. Es una conclusión contundente. Hoy nos enfrentamos a un serio problema en la juventud (Rdo. Sun Myung Moon, A la Federación de Familias por la Paz Mundial, Washington D.C., 2 VIII, 1996)
El cielo es Dios, un Dios que se expresa a través del “buen uso” (del despliegue verdadero) de los órganos sexuales, entendidos como experiencia y lugar de encuentro entre lo masculino y lo femenino y como principio de generación. Eso significa que l pecado original está en el sexo… y que la salvación se hallará también en el sexo.
3. Redención por sexo. El sexo absoluto, los Padres Verdaderos
En un nivel, los discursos del Rdo. Moon parecen centrarse en la gran política y lo hacen. Él quiere intervenir en la política mundial, para lograr una paz verdadera que sea signo de la armonía de Dios. Por eso ha querido intervenir en ONU, influyendo con su autoridad en la gran política. Por eso ha querido influir en los presidentes de Estados Unidos y de otros países, teniendo que contar para ello con dinero. No ha seguido el camino de Jesús, desde la pobreza, sin influir en los grandes sacerdotes y políticos romanos. El Rdo Moon toma un camino distinto, que se opone al “fracaso” de Jesús. Su movimiento querrá triunfar desde el influjo cultural, en línea de influjo social y político.
De todas formas, dicho eso, debemos añadir que la política del Rdo. Moon ha sido y sigue siendo la de crear auténticos matrimonio. El signo y principio de su paz es la “paz de los matrimonios”, la paz de los verdaderos padres.
Ciertamente, los Moon no son “enemigos de la guerra” en el sentido ordinario del término, no son pacifistas a ultranza. Ellos creen que en determinadas circunstancias, en el contexto de la Tercera Guerra Mundial hay que ponerse de parte de la Democracia, incluso con las armas. Pero más allá de esa guerra, es preciso entablar y ganar otra, que es la guerra de la conciencia y, sobre todo, la de la familia. El Reino de Dios no se logra ganando una guerra, sino creando unas familias de paz.
En el Jardín del Edén, Adán y Eva plantaron la semilla de un amor promiscuo al caer cuando estaban en la adolescencia. En los Últimos Días, el tiempo de cosechar, aparecerá el fenómeno al nivel mundial de un amor desenfrenado entre los jóvenes. Satán sabe que el Señor de la Segunda Venida viene en los Últimos Días con la estrategia de salvar a la humanidad que está bajo el dominio de la caída y elevarla al reino del amor absoluto centrado en el verdadero amor de Dios. Satán no sabe de otro estándar de amor que no sea el del amor promiscuo, ya que fue él quien lo introdujo en el Jardín del Edén. Por lo tanto, el mundo entero está siendo desnudado y empujado por un camino de muerte debido a una sexualidad desenfrenada. Toda la humanidad está siendo forzada a ir por este camino en los Últimos Días como descendientes del arcángel. Ya que la humanidad desciende de Adán y Eva, que cayeron bajo el dominio de Satán en el jardín del Edén, éste proclama atrevidamente ante Dios que tiene el derecho de hacer lo que quiera con todos los hombres y mujeres del mundo entero. Dios sabe lo que Satán quiere. Por medio de una sexualidad promiscua, Satán quiere evitar que vuelva a Dios hasta la última persona. En otras palabras, Satán quiere destruir a toda la humanidad y crear el Infierno en la Tierra. ¿No es el mundo en que vivimos hoy un Infierno en la Tierra?
El sendero de esa sexualidad desordenada comenzó con unos padres falsos. Por tanto los Verdaderos Padres tienen que venir para enderezar el camino. Dios no puede intervenir. No hay autoridad ni poder militar, económico o político que pueda hacerlo. Como venimos de unos padres falsos, el único camino es que los Verdaderos Padres nos operen con un bisturí. Aquel que ha pecado, tiene que indemnizar su pecado. Fue en la familia donde tuvo lugar un falso matrimonio que corrompió el linaje completamente. Los Verdaderos Padres deben venir y bendecirnos con un matrimonio en una dirección diametralmente opuesta y así abrir el camino del Cielo. ¿Qué esperaba Dios de Adán y Eva? Esperaba de ellos una sexualidad absoluta. Cuando aparece una sexualidad absoluta, emerge automáticamente una pareja absoluta. Palabras como sexo libre, homosexual, lesbiana desaparecerán de forma automática. He vivido toda mi vida venciendo toda clase de sufrimientos para iniciar un movimiento de este tipo a nivel mundial. Ha llegado la hora de que suenen las trompetas de la victoria y de mover al mundo entero. Por todo ello me siento muy agradecido a Dios.
La familia es la piedra angular del camino que puede llevar a la paz mundial. Pero la familia también puede destruir ese camino. Fue en la familia de Adán donde se consumó la destrucción del fundamento para la esperanza y la felicidad humanas. Por lo tanto, al establecer la Federación de Familias por la Paz Mundial, estamos abriendo un camino diametralmente opuesto a la dirección que está siguiendo el mundo satánico, y por ello sólo podemos dar gracias a Dios. Sin seguir este camino, no hay libertad, felicidad o un ideal. Me gustaría que consideraran sus órganos sexuales como absolutos, únicos, incambiables y eternos, y los utilicen como un fundamento para llegar a Dios. Tienen que darse cuenta de que sus órganos deben llegar a ser el fundamento del amor, la vida, el linaje y la conciencia. Y debemos entender que el Reino de Dios en la Tierra y en el Cielo empezará sobre este fundamento. Si todos los hombres y mujeres aceptasen que sus órganos sexuales pertenecen a sus esposos, inclinaríamos nuestra cabeza en señal de humildad al recibir el amor de nuestro cónyuge (Discurso del reverendo Sun Myung Moon, a la Federación de Familias por la Paz Mundial, Washington D.C., 2 VIII, 1996)
Conforme a la visión de este pasaje, la redención humana no puede fundarse (sólo) en un tipo de acción exterior, con la victoria de los buenos sobre los malos, en línea económica y política… Para que la reconciliación de Caín-Abel sea posible es necesaria la reconciliación anterior entre hombres y mujeres (Adán-Eva) y entre padres e hijos…
– Sexualidad absoluta. El Rdo. Moon nos pone, según eso, ante la “sexualidad absoluta”, es decir, ante el valor divino del sexo, entendido como experiencia de Dios. La redención se identifica, por tanto, con el “sexo absoluto” (vivido en forma totalmente radical), un sexo que conduce al surgimiento de la pareja absoluta, es decir, del varón y la mujer que se vinculan de manea definitiva, de manera que cada pareja pueda ser y sea “divina”.
– Paternidad absoluta y fraternidad absoluta. Este esquema supone que un sexo vivido en forma “absoluta” como lugar de encuentro del hombre-mujer viene a presentarse como principio de una paternidad absoluta: del amor absoluto de los padres surgirá el amor pleno entre los hermanos. El enfrentamiento entre Caín y Abel proviene del hecho de que ellos han nacido en un hogar adúltero. No han logrado vivir el amor desde su principio, por eso se enfrentan. Eso significa que el lugar de salvación de la humanidad es la familia
En este contexto, el Rdo. Moon resulta “optimista” y tradicional. Pero quizá choca con la realidad de un mundo muy complejo, con diversas formas de deseo sexual. A juicio del Rdo. Moon, solo puede ser absoluta una pareja heterosexual, que vive el amor de forma total y generador, como signo de Dios. Cuando se dé ese amor desaparecerá el “sexo libre” (los hombres y mujeres dejarán de buscar el sexo fuera del matrimonio). Eso podría concebirse. Mucho más difícil es lo que sigue diciendo: “desaparecerá el sexo homosexual y el lesbianismo, de forma automática”.
Es muy problemático el hecho de que homosexualidad y lesbianismo sean pecados. ¿No pueden ser otras formas de entender el amor? ¿Y que hacemos con todos los que están física o psicológicamente “castrados”, los marginados sexuales, de los que habló Jesús y a los que puso como ejemplo de la iglesia en Mt 19, 12? En este contexto, da la impresión de que los “diferentes” no caben en el esquema del Rdo. Moon. Es difícil dar una solución a este problema, pero es preciso plantearlo quizá mejoe.
4. Religión como hierogamia: temática abierta:
Este proyecto y programa de los Señores Moon, que se presentan a sí mismos como Padres Verdaderos, en contra de Adan-Eva, que no pudieron cumplir su tarea de engendrar vida perfecta, permitiendo así el despliegue de Dios. Entendido así, Mesías no puede ser un individuo, sino una pareja perfecta, vinculada por el amor-seño y por la generación.
En ese contexto se sitúa la palabra central del Rdo. Moon, cuando afirma que la línea que divide el cielo del infierno son los órganos sexuales. Ciertamente, el hombre y la mujer son cabeza (pensamiento, sentimiento), pero el centro de sus vidas es el “sexo”, entendido como expresión de potencia sexual (engendradora) y como principio de toda dualidad, pues el sexo del varón pertenece a la mujer, y el sexo de la mujer pertenece al varón.
De esa manera, a través de la simbología dual del pensamiento chino (yang y yin), retomando el motivo bíblico de Adán-Eva y afirmando que Jesús fracasó (porque no logró poner a los hombres y mujeres ante el valor de su propio sexo), el Rdo. Moonha vuelto a un tema universal de casi todas las religiones antiguas: La sexualidad sagrada, el valor originario de la hierogamia.
Se ha discutido y se sigue discutiendo sobre el lugar y momento de la hierogamia en la historia religiosa. Unos afirman que al principio de todo se encuentra el matriarcado, de manera que la misma hierogamia es derivada. Otros afirman que en el principio está la hierogamia, entendida como unión sagrada de los polos de la realidad. Otros, en fin, han puesto de relieve el valor de los dioses padres, masculinos (patriarcalismo).
En un primer momento, a la impresión de que el Rdo. Moon ha vuelto a un tipo de hierogamia, retomando así motivos ancestrales, anteriores a las grandes culturas de Oriente y Occidente, de África y América. De todas maneras, dentro de la hierogamia se pueden y deben distinguir matices:
– ¿Una hierogamia impersonal? La “Sexualidad absoluta” parece una sexualidad organizada desde fuera, desde un poder “divino” de carácter casi objetivo. En ese sentido, la hierogamia no es expresión de la libertad en el sexo (de la individualidad amorosa, en el descubrimiento del otro), sino de un tipo de “sometimiento dual a una ley” cósmico-divina. En otra línea, el proyecto de los Señores Moon puede parecerse al de W. Reich en su visión de la sexualidad divina.
– ¿Una hierogamia jerárquica? Da la impresión de que, conforme al esquema del Rdo. Moon, el aspecto masculino y femenino no son iguales, sino que el masculino es superior. Tenemos, según eso, una hierogamia jerárquica, donde un polo debe someterse al otro. El modelo de pensamiento y de vida no es el encuentro entre iguales, en libertad, sino el sometimiento de uno a otro y de todos al “proyecto de la creación”
– El riesgo de una religión de la paternidad. El tema de la paternidad (los verdaderos padres como salvadores mesiánicos) resulta quizá demasiado limitado. En esa línea, las grandes religiones han sabido que la experiencia religiosa es más que despliegue de la paternidad. El mejor Israel ha sido en algunos momentos una “religión de los padres”; pero siempre ha sabido que por encima de los padres está la Ley, entendida como despliegue total de la vida, en justicia y paz. Jesús ha superado una religión cerrada de los padres (de la autoridad), para establecer una comunión de gratuidad, a favor de los expulsados del sistema. Significativamente, en la comunidad de Jesús (Mc 3, 31-35) no hay lugar para “padres” en el sentido fuerte, sino para madres, hermanos y hermanas.
– El objetivo clave del mensaje de Jesús (y quizá de Muhammad) es la solidaridad con aquellos que por diversas circunstancias no tienen “padres verdaderos”, es decir, los huérfanos y viudas. Él no ha querido, por tanto, rehacer un mundo paterno, con autoridad jerárquica, sino de crear relaciones fraternas, de justicia y solidaridad, entre personas a las que el orden paterno ha dejado a un lado. El Rdo. Moon concibe la realidad como una armonía perfecta, donde todo tiene que encontrar su lugar… Pero la realidad resulta a veces mucho más compleja: ella está de excepciones, de casos difíciles, de personas marginadas por diversas razones: malformaciones físicas y psíquicas, muertes… Quizá la religión tiene algo que ver con el cuidado de esos que están como expulsados del orden bueno de la buena sociedd.
– El Rdo. Moon supone que palabras como sexo libre, homosexual, lesbiana desaparecerán de forma automática… ¿Es eso tan seguro? No vivimos en un mundo de “buenos padres-madres”, sino en un mundo donde muchos no tienen familia, un mundo de personas distintas, con orientaciones sexuales y personales distintas, en el plano personal y social
Da la impresión de que el Rdo. Moon sueña con un orden hermoso, de buenas y fieles familias, donde el signo de Dios para todos es el matrimonio y la filiación, con la paternidad. Pero el mundo real es mucho más complejo, en plano individual y social. Y en ese mundo real se inscribe la religión, como presencia de un Dios de gracia y/o trascendencia, como ha destacado el cristianismo y el Islam
5. El cristianismo y la historia de las religiones.
Todo lo anterior nos sitúa ante el tema de la relación entre las religiones. El Rdo. Moon proviene de una tradición religiosa y social múltiple. Ha nacido en el cruce entre oriente (confucionismo-budismo) y occidente (cristianismo, atracción de USA). Ha vivido inmerso en la gran problemática de la Segunda Guerra mundial, con el enfrentamiento posterior entre el bloque marxista y el capitalista (mundo democrático). En esa línea, ha tendido identificar el cristianismo con el bloque occidental (democrático), suponiendo que las religiones superiores “absorben” a las inferiores, en un proceso en el que el Cristianismo tiene la última palabra:
Han existido muchas religiones en la historia humana. De entre ellas, las religiones de mayor influencia han venido formando inevitablemente esferas culturales, y sólo contando aquellas de las que se tiene registro, son un número de 21 a 26 (religiones). Sin embargo, con el fluir de la historia, las inferiores han sido absorbidas por las superiores o se han fusionado con ellas gradualmente. En los años recientes, de las mencionadas del alzamiento y decadencia de las naciones, han permanecido cuatro grandes esferas culturales. La esfera cultural de extremo oriente (Confucionismo, Budismo), el Hinduismo, el Islamismo (Mahometismo) y el Cristianismo. Estas muestran la tendencia a formar una sola esfera cultural mundial centrada en el Cristianismo. Por ello, también podemos darnos cuenta según esta tendencia histórica que el Cristianismo tiene, como su misión última, la realización del propósito de todas las religiones que han estado dirigiéndose hacia la meta del bien. La historia del desarrollo de las esferas culturales nos muestra una tendencia hacia la formación de una única esfera cultural mundial, centrada en una religión, mediante la unificación de numerosas religiones. Esta es una prueba de que la historia humana está dirigida hacia la restauración de un solo mundo unificado (Ibid 3, 2, 3, pag. 109).
Esta es una “previsión” que puede resultar razonable. Pero no todos están de acuerdo en helecho de que todas las religiones “van a caer en la esfera cultural del cristianismo” (ni en el hecho de que ello sea bueno). Se trata de saber si los símbolos del cristianismo van ser capaces de ofrecer la clave para resolver todos los problemas religiosos de la humanidad, o si se debe profundizar en el diálogo entre las religiones, pero poniendo de relieve lo que ellas tengan de distinto, de propio, desde la diversidad de los caminos. El Rdo Moon pone de relieve un método de “sincretismo”, a partir del Cristianismo, entendido como “religión englobante”, aunque con elementos orientales muy fuertes. Quizá sea mejor un método de diálogo respetuoso entre religiones, sin prejuzgar de antemano lo que seré el final del proceso, sin querer englobarlas a todas en un tipo de unidad. Pero escuchemos de nuevo al Rdo. Moon:
Lo que hace al Cristianismo diferente de las demás religiones es que su propósito es restaurar la gran familia mundial que Dios había pensado en el tiempo de la creación. Esto tiene que cumplirse encontrando a los Padres Verdaderos de la humanidad, mediante los cuales todos los hombres puedan convertirse en hijos del bien por medio del nuevo nacimiento. Esto significa que el Cristianismo es la religión central que cumplirá el propósito de la providencia divina de la restauración. Entonces, la restauración de la segunda bendición de Dios para los hombres puede verse en la formación de una última esfera cultural mundial centralizada en el Cristianismo, en el cual todos los hombres serán elevados a la posición de hijos del bien centralizados en Cristo y el Espíritu Santo, que son los Padres Verdaderos de la humanidad (ref. Parte I, Cap. VII). No podemos negar que hoy día estamos llegando a los Últimos Días (Ibid 3, 4, 3, pág 125).
Éste será un cristianismo centrado en “los padres verdaderos”, un cristianismo en el que posiblemente se han dejado a un lado algunos de sus elementos más profundos y propios (centrados en la prioridad de los marginados y en la gratuidad)… Ciertamente, el Rdo. Moon quiere interpretar la Biblia, pero es muy posible que la exégesis que él propone constituya una exégesis por revelaciòn especial (es decir, a partir de las revelaciones que el Rdo. Moon dice haber recibido), de manera que ella corre el riesgo de ser “simbolizante” y no dialogue con la exégesis científica, cosa que es imprescindible para la “teología”, que es pensamiento sobre la revelación y no revelación en sí. La “revelación bíblica” del Rdo. Moon puede ser verdadera y salvadora; pero a fin de que ella participe en el diálogo científico, tiene que se capaz de dialogar con los filólogos y exegetas profesionales. Veamos la visión bíblica del Rdo. Moon:
Según esto, debemos darnos cuenta que las palabras bíblicas son un medio de expresar la verdad y no son la verdad en sí misma. Viendo esto, según este punto de vista, podemos comprender que el Nuevo Testamento fue dado como un libro de texto gradual para la enseñanza de la verdad a la gente de hace 2.000 años, gente cuyo nivel espiritual e intelectual era muy bajo, comparado con el de hoy día. Es por ello definitivamente imposible satisfacer en forma completa el deseo del hombre por la verdad en esta moderna civilización científica, usando el mismo método de expresión de la verdad, en parábolas y símbolos, que fue usado para despertar a la gente de aquella época. Por consiguiente, hoy día debe aparecer la verdad con un contenido más elevado y de acuerdo con un método científico de expresión para que la pueda comprender el inteligente hombre moderno. Como se señaló antes, la Biblia no es la verdad en sí misma sino un libro de texto que nos enseñaría la verdad. En este libro de texto la mayoría de las partes importantes de la verdad están expresadas en parábolas y símbolos. Por ello, el método de interpretación puede diferir de acuerdo al lector. Las diferencias en interpretaciones han dado lugar a muchas denominaciones. Puesto que la causa principal de las divisiones denominacionales [de las diversas iglesias y “denominaciones” cristianas] no es el hombre sino son las expresiones usadas en la Biblia, las divisiones y conflictos se incrementarán irremediablemente. Por lo tanto, no podemos esperar que las divisiones y conflictos entre denominaciones lleguen a acabar. Esto impedirá el cumplimiento de la providencia de la restauración de la unificación del Cristianismo, a menos que aparezca una nueva verdad que pueda desvelar los contenidos fundamentales de la Biblia tan claramente que todo el mundo pueda reconocerlo y estar de acuerdo con ella. Por consiguiente, Jesús prometió darnos nuevas palabras de verdad en los Últimos Días (Ibid 3, 5, 1, pag. 132-133).
Es posible que el Rdo. Moon haya descubierto una verdad más honda, que no se encuentra simplemente en “la superficie” de la Biblia (tal como la leen la mayoría de los cristianos), sino en algo que va más allá de la letra de la Biblia. En ese sentido, el Rdo. Moon hace lo mismo que hicieron Mani y Muhammad, presentándose a sí mismo como “nuevo Cristo” o prometido por Cristo, como aquel que es capaz de interpretar de verdad las Escrituras.