6.5.14. Pedro Nolasco, Mercader de libertad (el gran Rescate)

Quiero recordar hoy la memoria de San Pedro Nolasco, una de las figuras más significativas de la historia cristiana. Era un comerciante, compraba y vendía mercancías entre cristianos y musulmanes. Pero un día (hacia el año 1202) descubrió que el "comercio" más alto era aquel que podía ponerse al servicio de la libertad de los hombres, es decir, de la redención.

Desde entonces, con un grupo de amigos, trasformó su "empresa" y la dedicó a la redención de los cautivos, iniciando una Orden dedicada al Servicio de la Libertad, que empleaba (¡blanqueaba!) dinero y el comercio para "comprar" (adquirir, conservar y aumentar) la libertad de los cautivos y oprimidos (año 1218).


Creó una Orden (una Empresa social y religiosa) para "invertir" de esa manera el capital y darle así un sentido cristiano y humano, al servicio de la vida, y en especial de la vida los más pobres, de los humillados, aplastados y excluidos de la sociedad.

Creó un movimiento solidario para el Rescate Económico y Religioso de los cautivos...

--No para el rescate de "empresas" del capitalismo mundial (como hacen la OMC, el BM, el BCE y las Troikas y Troikas...) para rescatar a países en deuda, para oprimir más a los pobres a costa de los ricos...(como ha pasado en Portugal de donde vengo... y en otros "países", como el de la misma Barcelona)

-- Creó una Orden-Empresa para liberar gratuitamente a los cautivos, para ofrecer espacios y medios de vida a los oprimidos y excluidos, con el dinero de todos y en especial de los más pobres, sin "venderse" cal capital, sino todo lo contrario.


Hoy, año 2014, el "comercio" de Pedro Nolasco es más importante que nunca: Se trata de poner todos los bienes al servicio de la libertad y felicidad de los hombres.

Fue un tiempo duro el de San Pedro Nolasco (a comienzos del siglo XIII), vivió en una tierra que empezaba a ser rica (en Barcelona, en el centro del Mediterráneo), el dinero empezaba a convertirse en dinero y rey de todo lo que existe. Pero él quiso y pudo poner el dinero al servicio de la redención de los excluidos y cautivos.

Es un tiempo duro el nuestro, a comienzos del siglo XXI, un tipo de comercio mundial, dirigido por el egoísmo del capital, convertido anti-Dios (Mamón), sigue esclavizando a la humanidad... Si no se pone el dinero al servicio de la libertad y de la dignidad de los hombres y mujeres nuestra misma vida humana puede destruirse.

No queremos rescates como el Portugal o Grecia... como el rescate velado de España, que esclaviza más a los hombres... Queremos nuevos comerciantes, nuevos creadores de libertad, como Pedro Nolasco...


San Pedro Nolasco, un hombre del siglo XIII, un hombre del siglo XXI

Fue, por un lado, un promotor de la alianza de civilizaciones, de la concordia entre musulmanes y cristianos. Por eso dejó el camino de las armas (las cruzadas) y trasformó el comercio, su comercio, en empresa de concordia para todos, entre todos, desde Barcelona, donde fundó su movimiento.

Fue, por otro lado, un promotor del cambio económico mundial: Los bienes de la tierra son buenos (no son un demonio); el mismo "capital" en sí mismo es positivo... pero sólo si se pone al servicio de la libertad de la vida de los hombres. Hoy se habla mucho de ejemplos y testimonio. Pedro Nolasco fue un ejemplo, ofreció en mayor testimonio de amor, convirtiendo lo más difícil de convertirse: El dinero del comercio, al servicio de la libertad.

Los miembros de su "familia mercedaria" le siguen recordando hoy, 6 de mayo, aniversario de su muerte. A ellos me sumo, como mercedario de historia y corazón, alegrándome en su día, en nuestro día. ¡Felicidades, hermanos y hermanas, amigos y amigas!

Principio


(San Pedro Nolasco, izquierda. En el Monasterio/Palacio real de Mafra, Portugal).
Dirigidos por Pedro Nolasco, un comerciante afincado en Barcelona, los hermanos mercedarios comenzaron a redimir cautivos en 1202. Más tarde, en 1218, se constituyen como grupo social y religioso, teniendo que inscribirse para ello como "empresa oficial", dentro de la ciudad de Barcelona y del Reino de Aragón.En 1235 asumieron, por mandato de la Santa Sede, la regla de vida comunitaria de San Agustín, convirtiéndose en una Orden canónica, abierta al conjunto de la Iglesia. Sólo después, en el Capítulo de 1272, muerto ya Pedro Nolasco, fijaron sus primeras constituciones, en lengua catalana, fijando en ellas la función de su fundador, San Pedro Nolasco (que ya había muerto hacía varios años). Tuvieron y tienen como patrona a la Virgen María, bajo el título de Virgen de la Merced, es decir, de la redención de los cautivos. La fiesta de Pedro Nolasco, que antes se celebraba en toda la Iglesia católica, el 28 de Enero, se celebra ahora, en la Orden de la Merced y en diversos lugares, este día 6 de mayo, aniversario de su muerte.

Constituciones de la Merced 1272. Referencia a San Pedro Nolasco

[Cristo] Como Dios, Padre de misericordia…por su gran misericordia envió a su Hijo a este mundo,para visitar a todo el linaje humano que en este mundo estaba como en cárcel,para visitar y sacar (traher) a todos los amigos que estaban en aquella cárcel en poder del dicho enemigo,
y para introducir (metre) en su gloria a aquellos y a otros que por su gracia subirían,(para) volver y reparar los lugares de aquellos ángeles que por orgullo cayeron del cielo y se hicieron Diablos…

[San Pedro Nolasco] Así el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo determinaron, por su gran misericordia y su gran piedad, fundar y establecer esta Orden, llamada Orden de la Virgen María de la Merced, de la redención de cautivos, de santa Eulalia de Barcelona, de cuya determinación dispusieron a Fray Pedro Nolasco su siervo, mensajero y fundador y adelantador. La virtud y entendimiento del cual y de todos los otros Maestres que le han seguido, el trabajo y la obra de los hermanos y de toda la Orden se ha encaminado siempre a esto:

que el Maestre y los frailes que han hecho profesión en esta Orden, con fe en Jesucristo, con esperanza de salvación…, trabajen de buen corazón y buena voluntad y buena obra en visitar y liberar a aquellos cristianos que están en cautividad y en poder de sarracenos o de otros enemigos de nuestra ley según la buena determinación y buena voluntad del Maestre de esta Orden.

La tarea de Cristo

San Pablo había formulado sobriamente el misterio de la encarnación del Hijo de Dios, diciendo que había venido para liberar (o comprar: exagorase: Gal 4,4) a los hombres cautivados en el mundo. Las Constituciones de la Merced amplían ese tema desde una perspectiva de liberación total que se articula en cuatro momentos progresivos y complementarios, conforme al mismo esquema de la traducción del texto. Empezaremos resaltando las palabras clave. Después las situamos mejor y comentamos su sentido:

a.- Visitar. Este es quizá el término central del texto y reasume la experiencia veterotestamentaria del Moisés que quiere "visitar" a sus hermanos oprimidos (Ex 2, 11); es término que alude también y sobre todo al Dios que visita y redime a su pueblo (Lc 1, 68; cf. Lc 7,16). En esta perspectiva se sitúa Mt 25,31-46 cuando habla de "visitar" a enfermos y encarcelados. En este contexto visita significa encarnación: sólo aquel que penetra en la situación de miseria o cautiverio de los hombres les conoce; sólo aquel que penetra en su mundo de opresión puede redimirlos.

b.- Visitar y sacar. Lc 4, 18 (cf. Is 42, 6-7) afirma que ese Hijo visita a los cautivos para sacarlos (=traher) de la cárcel. Ha venido Jesús como Mesías de liberación para romper los barrotes y los grillos que oprimen y encierran a los hombres, ha venido para abrir la cárcel en que estaban encerrados los cautivos. Es evidente que en el fondo de esta imagen del sacar se encuentra la experiencia y palabra más elaborada de Ex 2,8 donde se dice que Dios pide a Moisés que saque al pueblo de la tierra de opresión y lo introduzca en la gran tierra de la promesa, que mana leche y miel.

c.- Introducir. Conforme a la experiencia de fondo de estas Constituciones, los humanos estamos exilados, vivimos fuera de la casa de la libertad, estamos expulsados del hogar en el que Dios ofrece plenitud de vida y bienaventuranza. Pues bien, el Éxodo y la tradición mercedaria suponen que deben abrirse las puertas cerradas: el camino de la vida se convierte en experiencia de búsqueda y ascenso (pujaren) positivo que nos lleva hacia el hogar donde encontramos nuestra identidad. La imagen del ascenso (subir hacia la buena tierra de la libertad) no se entiende aquí en sentido espiritualista, platónico o gnóstico (como si las almas caídas tuvieran que ascender de nuevo) sino en sentido bíblico: los hebreos oprimidos deben subir de Egipto (lugar bajo, de opresión) a la tierra de Palestina (lugar alto, de libertad).

d.- Volver (tornar) y reparar. Toda conquista de la libertad es un retorno (como una vuelta al estado en que siempre debíamos habernos mantenido) y una reparación (una forma de arreglar lo que se había estropeado). Lo más nuevo se viene a interpretar de esa manera como lo más viejo y antiguo: la verdad de aquello que siempre habíamos esperado.

Estas cuatro palabras (visitar, sacar, introducir, reparar) constituyen las claves de toda teología redentora. Ellas definen eso que podríamos llamar topografía de la liberación y en ellas se vinculan el lenguaje más espiritualistas (las imágenes pueden encontrarse vinculadas a una experiencia de liberación interior) y el más comprometido en plano social y político. Todavía no se ha realizado aquí la escisión que separa al hombre interior del exterior.

La tarea de San Pedro Nolasco

Es evidente que en perspectiva humana, la Orden de la Merced nació por la acción y compromiso liberador de Pedro Nolasco y de sus compañeros. Pero en clave de fe y decisión divina, las Constituciones afirman de modo solemne que han sido el Padre, Hijo y Espíritu los que han decidido (ordenado: ordenaren), la fundación de esta Orden. El texto ha visto una profunda continuidad y referencia entre el envío redentor del Hijo, que forma el centro de la confesión cristiana, y la fundación de la Merced, que Dios ha encomendado a Pedro Nolasco.

La piedad popular ha leído esta palabra en perspectiva mariana, diciendo que Pedro Nolasco recibió una "inspiración" de la Madre de Jesús que vino a consolarle en su tarea, diciéndole que sería obra piadosa que fundara una Orden para redimir a los cautivos. En esta clave se ha hablado y se puede seguir hablando de una "descensión" o aparición de la Virgen, que viene a presentarse ante Nolasco como Madre de Merced. La palabra oficial de la Merced, fijada de forma solemne en el Capítulo de 1272 y recogida en nuestro texto, dirá que la Orden ha nacido por determinación trinitaria y por compromiso de San Pedro Nolasco. Conforme a esta visión, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo decidieron fundar la Merced y para ello eligieron a San Pedro Nolasco, que aquí aparece definido con cuatro títulos:

– Su siervo. Es siervo del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (cf lur, de ellos). De esa forma se sitúa en continuidad con Moisés, el siervo de Dios y redentor por excelencia en todo al Antiguo Testamento (cf Ex 14,31; Num 12,7; Dt 34,5), y en la línea del Siervo de Yahvé que anuncia y condensa la acción liberadora de Dios en favor de su pueblo cautivado en el exilio de Babel (cf Is 49-55). Siervo de Dios ha sido también (y plenamente) Jesús, como indica varias veces el NT: cf Lc 4,18 ss; Mt 11, 18-21.29; Hech 3,1-3; 4, 27-28; Flp 2,5-11). Desde esa perspectiva hay que entender la acción de Pedro Nolasco como siervo de Dios, para liberación de los cautivos. Sabe la tradición bíblica que el siervo ha de estar dispuesto a dar la vida; este pasaje supone que Pedro Nolasco lo ha estado, como ratifica y amplía 4B para todos los mercedarios.
– Mensajero. Seguimos en la línea del Antiguo Testamento, evocando la presencia y anuncio de aquel buen mensajero que proclama el evangelio de liberación para los cautivos (cf. Is 40, 1-9; 52,1-10 etc). El auténtico mensaje de la libertad y del reino de Dios ha sido Jesús, conforme a Lc 4,18-19 y Mt 11,5. Los mercedarios saben que Pedro Nolasco ha sido un lego, un hombre del pueblo de Dios, no un sacerdote. Por eso, su palabra de anuncio no ha sido mensaje de tipo sacral, encuadrado en la liturgia de la Iglesia. Pedro Nolasco ha sido mensajero de liberación con su palabra y gesto en favor de los cristianos cautivos. Su condición y obra de mensajero de libertad pertenece al mismo corazón de la vida de la iglesia.

– Fundador. Ha dicho el texto que Padre, Hijo y Espíritu "determinaron fundar esta Orden" (2B). Pues bien, para poner los cimientos e iniciar la construcción han escogido a Pedro Nolasco. El no ha sido un siervo solitario ni un mensajero aislado sino que ha logrado convocar a unas personas, ha juntado a unos compañeros y con ellos ha fundado una Orden, es decir, un grupo establecido, organizado, estructurado, al servicio de la redención. Los que escriben este pasaje, los capitulares de 1273, reconocen a Pedro Nolasco como fundador y cimiento de un edificio en el que ellos se encuentran insertados, integrados, conforme a una imagen fuerte del NT que presenta a Cristo como piedra de cimiento de la iglesia. Eso es lo que Pedro Nolasco ha sido en la Orden: ha fundado con su vida el edificio de la Merced.

– Adelantador. El término catalán enantador se refiere a aquel que va adelante, abriendo un camino, arriesgándose en una empresa que luego podrán asumir otros. En esta perspectiva ha surgido en tiempo antiguo la figura del adelantado, es decir, de aquel que recibe el encargo de ir precediendo a los demás. En este campo no existen aún caminos hechos, no tampoco un territorio conocido y ya seguro; quien asume el camino de la redención se arriesga a abrir caminos con su propia vida, con su entrega y con su riesgo. Eso ha sido y sigue siendo Pedro Nolasco para aquellos que recogen el sentido de su obra: un adelantado de la redención, un hombre providencial que sigue iluminando la tarea de su Orden.

Conclusión.

Hoy, 6 de Mayo, tiene para los mercedarios y para el conjunto de la iglesia un matiz especial, es el día de la “redención de los cautivos”. En este contexto, las Constituciones de 1272 afirman que Pedro Nolasco y sus compañeros trabajaron de buen corazón, de buena voluntad y con buena obra en visitar y liberar a los cautivos:


– De buen corazón.
El ser humano es ante todo corazón, es decir, profundidad de amor, memoria afectiva que vincula a lo divino. En clave de amor vive el mercedario, sólo desde una fuerte experiencia de amor puede realizar su acción redentor. Únicamente puede ser buen mercedario aquel que es limpio de corazón (Mt 5, 8; cf. Mt 11, 29), aquel que ha puesto su corazón en el lugar del verdadero tesoro del reino de los cielos, que es el amor de Dios (cf. Mt 6, 21).

– De buena voluntad. Del amor profundo o corazón proviene la buena voluntad, es decir, el compromiso activo, la determinación radical. No se puede hablar aquí de ningún voluntarismo, de ningún esfuerzo hecho a la fuerza; del buen corazón brota la voluntad, sólo del amor profundo (de la experiencia del amor misericordioso) puede brotar la determinación redentora.

Y por buena obra. El corazón y voluntad se expresan a través de la obra buena, es decir, de la acción adecuada. Las obras redentoras resultan totalmente necesarias: ellas brotan de la bondad interior y se expresan en forma externa en el gesto de visita y liberación
- Visitar. Es el comienzo de la acción redentora. Hay que llegar hasta el lugar en que se encuentran los cautivos, compartiendo su opresión y sufrimiento. Eso significa que en el principio está la encarnación: vivir por dentro el dolor de los demás, compartir su propia suerte, conocer por experiencia sus dolores.

- Liberar (desliurar). Este es el culmen de la acción redentora: romper las cadenas de aquellos que se encuentran atados, cortar sus ataduras, permitiendo de esa forma que ellos puedan realizarse. Lo que importa al fin no es el gesto mercedario (visita) sino el nuevo modo de existencia de los liberados.

Las dos palabras, visitar y liberar, que el texto ha tomado de la tradición bíblica (Lc 1, 68), constituyen una profunda unidad significativa. El que visita se introduce, entra en el mundo de los cautivos; el que libera saca, hace que los cautivos puedan superar su estado antiguo. Entra el libre (el redentor) para que de esa forma pueda salir el oprimido (el cautivo).
Esta acción redentora no es un dato parcial, un gesto que pueda unirse a otros gestos para expresar de esa manera el todo de la vida cristiana. Conforme a la dinámica del texto, esta acción de visita y libertad expresa y marca todo el sentido de la vida cristiana. Por eso debe realizarse según la buena determinación y buena voluntad del Maestre de esta Orden. No es algo que pueda hacerse por aislado, producto del carisma de un momento. El Maestre General regula y organiza la acción mercedaria, insertándola en las circunstancias concretas del tiempo y del espacio, conforme al principio de encarnación que marca la vida de la iglesia.

Apéndice. Texto original del Proemio de las Constituciones de 1272

CONSTITUCIONS DELS PARES ANTICHS DEL ORDE DE LA VERGE MARIA DE LA MERCE, DELS CATIUS CHRISTIANS LES QUALS FOREN ORDENADES EN LANY MILL DOCENS SETANTA E DOS

PRÓLOGO
Com deu pare de misericordia e deu de tota consolacio e donador de conort en tota consolacio, Jesu Christ son fill per la sua gran misericordia trames en aquest segle per visitar tot lumanal litnatge qui en aquest segle era axi com en carcer catiu en poder del diable e d'infern per visitar e traher tots los amichs qui eren en aquell carcer en poder del damunt dit enemich e metre en la sua gloria e daquells e dels altres qui en aquel loch per la sua gracia pujaren tornar e reparar los lochs daquels angels qui per ergull caygueren del Cel e foren fets diables. Pare fill e sanct sprit entre les obres dels quals departiment no ha ordenaren per sa misericordia e per lur gran pietat fundar establir aquest orde apellat orde de la verge Maria de la merce de la redempcio dels catius de Sancta eulalia de Barchalona del qual ordenament ordenaren lur servent missatge e fundador e enantador frare Pere Nolasch. La vertut e lenteniment del qual e de tots los altres Maestres qui son estats apres de ell el trabal e la obra dels frares e de tot lorda es posada en aço per tots temps quel Maestre e els frares qui an feta profesio en aquesta orda en fe de Jesu Christ en esperança de salvacio en vera caritat de aquell qui en aquest segle prenent carn de la gloriosa sancta Maria Verge ver deu e ver hom en una persona estant, mort e passio per nos prenent nos visita e sempre visita sos amichs e deliura qui eren en infern, treballant de bon cor e de bona voluntat e per bona obra de visitar e desliurar aquells christians qui son en captivitat e en poder de sarrains o daltres enemichs de la nostra leg segons bon ordonament e bona voluntat del mestre daquest orde.
Per la qual merce a seguir e a enantar e a visitar e a desliurar christians de poder dels enemichs de la orda de Crhist axi com a fills de vera obediencia alegrament sien aparelats tots temps tots los frares daquest orde si mester es posarlos vida axi com Jesu Christ la posá ver per nos per tal que al dia del judici per la sua misericordia asseguts a la part dreta sien dignes de hoir aquella dolça peraula que ab la sua boqua dira Jesu Christ: Venits beneyts de meu Pare reebre lo regne que a vos es aparellat del començament del segle perço cor en carcer era e vingues a mi. Malalt era e visitas me. Ffam avia e donas me a mengar. Sed avia e donas me abeure. Nuu era e vestis me. Hostal no avia e recolis me. Les quals totes coses ha ordenat Jesuchrist esser complides en aquest orde a mantenir e crexer obra de tan gran misericordia ço es visitar e rembre christians catius de poder de sarrains e daltres qui son contra nostra leg a qui propiament ha deus establit aquest orde.

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