Ve con Dios, Julíán Gómez del Castillo

Casi todos sus compañeros del cristianismo social de hace cineuenta o cuarenta años se habían ido acomodando. Él ha seguido donde donde estaba. Un cristiano duro, pero un gran cristiano. Era simplemente Julián. Acaba de irse a su lugar, el cielo solidario, sin Norte-Sur, sin injustos propietarios, sin mentiras de una propagando cultural que se dice portadora de libertad y es sólo fuetne de opresión. Ve con Dios, Julián .
Una noticia de prensa, una vida con los pobres
Me ha puesto un correo un amigo y he mirado en su sitio, de la red: Movimiento Cultural Cristiano. 2006-10-29. http://www.solidaridad.net/noticias.php?not=4166. Era cierto, estaba allí la noticia. Sabía que tenía cáncer. No pensaba que fuera tan rápido. Murió ayer, 29 de octubre. El funeral será hoy, lunes a las 13:00, en Nuestra Sra de la Vega (Barrio del Pilar) Madrid y el entierro a las 15:40 en el Cementerio Sur, por si alguno quiere y puede asistir.
Julián Gómez del Castillo nació el 10 de octubre de 1924 en la España del hambre. Nació en las tierras del Cantábrico, en una familia obrera entregada al ideal de la justicia. Su padre, miembro de aquel PSOE militante al igual que su abuelo, murió en la cárcel de aquel engendro pequeño burgués que fue la Segunda República.
Su infancia le fue robada por el capitalismo. Muy pronto tuvo que trabajar y muy pronto se unió a las luchas sociales siendo capaz, con sus hermanos y otros niños, de obtener fondos para sostener huelgas. Recordaba con frecuencia cómo de niño metía en la cárcel los periódicos para su padre eludiendo la vigilancia carcelaria.
En su juventud se convirtió al cristianismo y recibió el bautismo. A partir de ese momento, lucha por la Justicia y vida cristiana formaron para él un solo cuerpo. En la militancia cristiana conoció a Trini, una joven obrera, con quien contrajo matrimonio cristiano del que nacieron 4 hijos y que sufrió también varios abortos involuntarios.
A mediados de los cuarenta conoce a Guillermo Rovirosa y la HOAC y forma parte del grupo de conversos que dio solidez a esa organización desde la cual se lanza un periódico, el ¡Tú!, que Franco no dudó en cerrar. Aquellos militantes devolvieron la esperanza a una clase obrera completamente hundida y humillada: bufetes laboralistas, cursillos, hojas informativas, penetración en el sindicato vertical... todo servía para retomar la antorcha de la Solidaridad histórica de los pobres, mientras el PSOE iniciaba sus plácidas vacaciones en el exilio y abandonaba la promoción militante en España. El franquismo le persiguió sin piedad, llegando a padecer cárcel y todo tipo de controles.
Su vida apostólica se caracterizó por no aceptar las instrumentalizaciones de la democracia cristiana ni de la socialdemocracia. En la crisis profranquista del apostolado laico de los años sesenta, junto a Rovirosa, fue el primer impulsor de la editorial ZYX, la editorial obrera más importante de la oposición franquista. Y en la crisis apostólica promarxista de los años setenta defendió, incluso desde el compromiso sindical, la solidaridad, la autogestión, la primacía de la persona humana... frente a los manejos politiqueros de la derecha y la izquierda.
A comienzos de los ochenta, cuando el capitalismo se ha hecho neocapitalismo, los obreros -especialmente sus representantes- se han aburguesado y el colonialismo se ha transformado en robo Norte-Sur, colabora de forma muy destacada en el lanzamiento del Movimiento Cultural Cristiano. A él aportará hasta su muerte sus cualidades y su entrega. Sus pilares, como en otras asociaciones anteriores, serán la fidelidad a Cristo, la Iglesia y los pobres. Con el Movimiento Cultural Cristiano nace la editorial “Voz de los sin voz”, que unida a la experiencia en ZYX, convierten a Julián en el primer editor de la lucha social de la España contemporánea (Estos datos están tomados de http://www.solidaridad.net/noticias.php?not=4166).
Un conjunto de recuerdos personales
He dicho que no le conocía mucho, pero sí lo suficiente para quererle, aunque su cristianismo era distinto del mío. Supe que era extraño desde el primer día que le ví. No sé cómo obtuvo mi dirección, pero me llamo, al final de los 70, para una reunión de trabajo en Madrid. Allí estuvimos reunidos casi un día, hablando de presencia y evangelio, sostenidos por un bocadillo. Nos dio las gracias (¡los religiosos sois ricos!) y tuvimos que volver como pudimos. Era él, impulsivo, directo, apremiante.
Era duro, pero muy creyente, pues le dolía el hambre del mundo en un mundo que despilfarra. Durante años colabé discretamente (¡como profesor burgués!) con su grupo (MCC) en Salamanca. No estaba de acuerdo con ciertas cosas: con el hambre que pasaban algunas de las chicas del grupo, por solidarizanse con los pobres... Pero quizá tenía el razón: no podemos comer tranquilos mientras otros mueren por falta de un bocado de pan. Sentía también cierto recelo por su forma de entender la propiedad, evidentemente la mía. Pondré un ejemplo:
Grabé para él unos videos de Cristología que deben andar por ahí (¡los he visto, los he tenido en la mano!), pero no tengo en casa ninguno, pues decia: ¡Vosotros a comprarlos, que estos son para los pobres! Quiero hacerme con ellos un día y verme más joven. Sus amigos "me piratearon un libro" (La nueva Biblia de los pobres) en tres o cuatro folletos más pequeños, de los que debo tener sólo alguno. Yo vivía de eso, de mis libros. Él y su grupo no creían en la propiedad intelectual privada. Pero, entonces ¿de qué nos manteníamos los pequeños intelectuales?
De éstas y otras cosas discutí con él y con alguno de sus amigos, pero era hermoso poder hacerlo y saber que él estaba ahí... y que su Movimiento mantenía viva la memoria de la injusticia social del sistema, de derechas y de izquierdad, de nacionalistas de un lado o de otro. De todas formas, pienso que en este campo no era imparcial. El ser internacionalsita (y defensor de los pobres) no va en contra de un tipo de defensa del peublo y la cultura de Cataluña, por poner un ejemplo.
En esto y en otras cosas era extremado, pero su extremismo ayudaba a pensar, siempbre a favor de los más pobres, en contra de los partidos nacionales y de los estados vinculados al poder del mundo. Su proyecto político era superar esta politica, como indicaré al citar el fin de esa reflexión los principios de su nuevo "partido": SAIn No votéis, nos decía: en esta sociedad no hay lugar para los pobres, en esta política no hay sitio para los humillados y expulsados de siempre; esta sociedad es injusta.
Yo he creído más en la política... Él no creía en esta política. Por eso seguía en su línea de anarquista cristiano: no se puede votar y participar en un sistema que vive robo, con un partido o con otro, con un estado nacional o con otro.
Yo he creído más en la libertad de expresión... Él no creía. La expresión cultural está comprada por los poderes del sistema, de forma que sólo pueden hablar y enseñar los que tienen medios, tanto en el Estado como en la Iglesia. Por eso quería crear un Movimiento cultural cristiano sin propiedad privada y sin fronteras... Un movimiento accesible a los pobres, abierto a la solidaridad mundial, por encima de las diferencias ideológicas externas. En esa línea se sentía más cerca de la Falanje radical de izquierdas que de los partidos políticos "honorables".
Quería una iglesia radicalmente ortodoxa, pero readicalmente pobre, solidaria con los pobres... La última vez que hablé con él por teléfono fue hace unos cinco años. Quería que fuera a su nueva casa de la Unquera, pero despuès de decir que "sí" fue que "no" (no sé que surgió). No lo entendió y hablamos alto... pero quedamos amigos. No he tenido ocasión de decírselo (de decirle que éramos amigos), aunque he encargado a algunos de sus amigos más cercanos, hace poco, que le dijeran que le quería. Ahora se lo digo desde aquí, a él que está en el cielo de los que han amado a los pobres, aunque han sido quizá un poco duros, aunque quizá les ha faltado un poco de la ternura humorosa que que acepta las debilidades de los otros.
Sain, su última obra
Julián estaba enfermo, pero ha trabajado hasta casi el último día. Como recuerdo de su obra incensante y de su adaptación a los nuevos tiempos, quiero acabar esta nota evocando el partido político que él y sus amigos del MCC habían fundadado, un partido universal, contra todos loa partidos particulares... Así decía el manifiesto.
Nace un partido político: SOLIDARIDAD y AUTOGESTIÓN INTERNACIONALISTA (SAIn). Nº 0.
15 a 30 de Octubre de 2004.
Quienes lanzamos este partido político no somos nuevos en esto. Algunos de nosotros participamos en la lucha antifranquista desde los años cuarenta lanzando plataformas de lucha (HOAC, ZYX, etc.). También en esta democracia formal hemos estado radicalmente en defensa de la democracia real y los empobrecidos.
Llevamos muchos años en la calle impulsando una acción moral porque entendemos que lo moral debe ser determinante en la acción política. Por eso nos oponemos a todo sectarismo antirreligioso y a toda instrumentalización y manipulación de lo religioso por determinados grupos de poder económico y político, que coinciden en matar la fuente de los valores solidarios.
Con este número de “Solidaridad” nos presentamos a la opinión pública con el deseo de fortalecer los lazos con todas aquellas personas que quieran luchar con nosotros en defensa de una acción política solidaria y autogestionaria. Y lo hacemos por la necesidad acuciante que tiene nuestra sociedad de una acción político-moral liberadora en un panorama de partidos políticos burocratizados y sin ideal militante.
Delante de nuestras narices se está produciendo la mayor catástrofe humanitaria de la Historia y se multiplican los hambrientos, parados y esclavos. El 20% de la población del planeta dispone del 80% de los recursos mundiales y controlan más del 90% de los avances científicos y tecnológicos. El imperialismo transnacional que gobierna el mundo también controla a los partidos políticos de nuestro país –ya se llamen de derecha o de izquierda- a través de su dependencia de la Banca y del Estado o de grandes conglomerados de comunicación.
Es en este panorama político en el que es imprescindible huir de todo posibilismo y apostar por una acción política radicalmente solidaria. Al igual que el Movimiento Obrero creo la solidaridad como fuerza de transformación sociopolítica, en la época de la globalización no podemos volver al individualismo egoísta que todo lo disuelve. Como internacionalistas que somos rechazamos todo nacionalismo que, como afirmó el asesinado por el nazismo D. Bonhoeffer, conducen inevitablemente a la guerra.
Los grandes problemas de la Humanidad pueden y deben tener solución. Aplazar la lucha está suponiendo miles de víctimas diariamente. Todos los partidos se han mostrado ajenos a la sangrante realidad de la mayoría de la Humanidad y se han negado sistemáticamente a combatir las causas del hambre. Y ello es lógico ya que ello supondría adoptar una postura militante, cosa que abandonaron hace décadas.
A pesar de la propaganda oficial la Humanidad dispone de los recursos materiales y tecnológicos para garantizar a todos los hombres una existencia digna. Pero el hambre, la enfermedad, la guerra y la ignorancia se han convertido en suculentos negocios para mayor beneficio de los países enriquecidos. Nos oponemos a los vergonzosos y humillantes 0´7% que nada arreglan y encubren los mecanismos económicos y políticos del robo a los países empobrecidos. Es posible acabar con el hambre, el paro y la esclavitud infantil si nos organizamos en un partido político que priorice las necesidades de los más débiles de la sociedad.
TRES GRANDES VALORES
Nuestro partido gira en torno a tres grandes valores que todos los demás combaten:
1. La Solidaridad entendida como dar de lo necesario y que es incompatible con los programas políticos de los partidos que prometen el tener más y más. ¿En una sociedad en la que ha desaparecido el socialismo militante, no es imprescindible una opción política que sea Voz de los que no tienen Voz?.
2. Autogestión que es la forma de organización que hace de toda persona protagonista y responsable de la gestión de los asuntos públicos y combate los elitismos, burocratismos y liderazgos que rigen los partidos actuales. ¿No son los sueldos de los políticos la expresión de la inmoralidad que rige nuestra vida política?.
3. Internacionalista alejado de todo egoísmo colectivo que hoy toma cuerpo en los nacionalismos insolidarios. ¿Vamos a seguir permitiendo, en un mundo globalizado, que se siga haciendo bandera política de los intereses egoístas?.
Os invitamos a seguir el contacto y a colaborar con nosotros en la construcción de un mundo más justo y fraterno.
sain@solidaridad.net http://www.solidaridad.net/articulo2114_enesp.htm).