¿El África promiscua?

(AE)
A veces se encuentra uno con personas que ya por defecto tienen una imagen digamos que demasiado estereotipada de África, especialmente en lo que a aspectos negativos se refiere: tribalismo, dictadorzuelos de opereta, guerras, SIDA y otras enfermedades y sobre todo, en el aspecto sexual libertinaje, desenfreno y concupiscencia…

Esto viene al hilo de un devastador informe que acaba de publicar la UNICEF en el cual afirma que hasta un 30% por cierto de los adolescentes en zonas costeras de Kenia se dedica a la prostitución o al comercio sexual. Esto supondría un número de 10.000 a 15.000 niños y niñas en las zonas de Malindi, Mombasa, Kalifi y Diani. Se supone que 2.000 o 3.000 niñas de este grupo han comenzado a “trabajar” a la temprana edad de los 12-13 años.

Quizás estas cifras pudieran en un principio hacernos pensar que es así, que África es un continente degradado, promiscuo, de poca moral… pero no, las cifras también cantan. Se calcula que el 62% de los clientes que promueven este comercio son extranjeros, principalmente de Italia (18%), Alemania (14%) y Suiza (12%). Los precios que se pagan por un servicio son equivalentes a la manutención de una familia keniana durante 3 días y esto sucede en un país donde millones de personas viven con menos de un dólar al día.

La explotación sexual existe porque hay una clientela con poderío y una población sin medios de subsistencia normales, con graves problemas de subsistencia, salud, empleo y educación. Y esto ocurre con la connivencia de agencias de viajes, las cuales de manera soterrada también buscan llegar a nuevos clientes ofreciéndoles destinos exóticos y abiertos a estas actividades. UNICEF ha pedido tolerancia cero para estas actividades, quizás siguiendo el ejemplo de algunas ONGs de Tailandia donde se ha perseguido a los turistas que buscan a menores.

El problema es de una magnitud terrible y no se espera que pueda haber una solución fácil a corto plazo. Sin duda, el África promiscua existe porque hay un Occidente pervertido, con muchas pelas y sin principios.
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