UNA GLOBALIZACIÓN ANCLADA EN LA JUSTICIA Y EL RESPETO

UNA GLOBALIZACIÓN ANCLADA EN LA JUSTICIA Y EL RESPETO

Una característica del mundo actual es la tendencia a la globalización, entendido por tal el hecho de vivir en una tierra cada vez más interconectada e interdependiente.

El Papa Juan Pablo II, en el documento “Ecclesia in América”, afirmaba con una clarividencia deslumbrante:
Hay una globalización económica “que trae consigo ciertas consecuencias positivas, como el fomento de la eficiencia y el incremento de la producción, y que, con el desarrollo de las relaciones entre los diversos países en lo económico, pueden fortalecer el proceso de unidad de los pueblos y realizar mejor el servicio a la familia humana. Sin embargo, si la globalización se rige por las meras leyes de mercado aplicadas según las conveniencias de los poderosos, lleva consigo a consecuencias negativas. Tales son, por ejemplo, la atribución de un valor absoluto a la economía y de la naturaleza, el aumento de las diferencias entre ricos y pobres, y la competencia injusta que coloca a las naciones pobres en una situación de inferioridad cada vez más acentuada…” (20)

Soñemos despiertos y anhelemos una globalización, anclada en la justicia, la libertad, el respeto y las tradiciones de los pueblos, y no solamente una globalización regida por meras leyes de mercado, que lo único que hace es distribuir de manera desigual la riqueza.

www.marinaveracruz.net
Volver arriba