XXIV LUNES DEL TIEMPO ORDINARIO/ CICLO B/24-09-2018
XXIV LUNES DEL TIEMPO ORDINARIO/ CICLO B/24-09-2018
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 8, 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»
COMENTARIO:
Celebramos el Lunes de la Vigésimo Quinta Semana del Tiempo Ordinario. Hoy la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes, equivalente al nombre de Virgen de la Misericordia. Se la llama también Generala de los Ejércitos Celestiales, la Mujer Vestida de Sol y la Reina de la Paz.
Se dice que el 1 de agosto de 1218, fiesta del santo fundador Pedro Nolasco tuvo una visita de la Santísima Virgen, dándose a conocer como La Merced, que lo exhortaba a fundar una Orden religiosa con el fin principal de redimir a aquellos cristianos cautivos. En ese momento, la península Ibérica estaba dominada por los musulmanes, y los piratas sarracenos asolaban las costas del Mediterráneo, haciendo miles de cautivos a quienes llevaban al norte de África.
En el Evangelio de este Lunes de la XXV Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 8,16-18). Jesús compara la palabra y el mensaje evangélico con la luz, después de haberlo hecho con una semilla sembrada en distintos terrenos. Y nos sugiere cómo debe ser nuestro comportamiento como cristianos en nuestros ambientes, siendo “luz para los demás”.
Supliquemos al Señor que nos conceda ser luz en medio de nuestros ambientes con nuestras palabras y obras, siendo prolongación de Cristo en la historia.
www.marinaveracruz.net
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 8, 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»
COMENTARIO:
Celebramos el Lunes de la Vigésimo Quinta Semana del Tiempo Ordinario. Hoy la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes, equivalente al nombre de Virgen de la Misericordia. Se la llama también Generala de los Ejércitos Celestiales, la Mujer Vestida de Sol y la Reina de la Paz.
Se dice que el 1 de agosto de 1218, fiesta del santo fundador Pedro Nolasco tuvo una visita de la Santísima Virgen, dándose a conocer como La Merced, que lo exhortaba a fundar una Orden religiosa con el fin principal de redimir a aquellos cristianos cautivos. En ese momento, la península Ibérica estaba dominada por los musulmanes, y los piratas sarracenos asolaban las costas del Mediterráneo, haciendo miles de cautivos a quienes llevaban al norte de África.
En el Evangelio de este Lunes de la XXV Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 8,16-18). Jesús compara la palabra y el mensaje evangélico con la luz, después de haberlo hecho con una semilla sembrada en distintos terrenos. Y nos sugiere cómo debe ser nuestro comportamiento como cristianos en nuestros ambientes, siendo “luz para los demás”.
Supliquemos al Señor que nos conceda ser luz en medio de nuestros ambientes con nuestras palabras y obras, siendo prolongación de Cristo en la historia.
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