Madrid acoge el XXI Encuentro Internacional de Jefes de Capellanes Militares El Ejército, la última frontera del Estado laico
Más de un centenar de capellanes castrenses católicos, protestantes, ortodoxos, judíos, musulmanes y budistas, procedentes de 35 países, participarán del 1 al 5 de febrero, en Madrid, en el XXI Encuentro Internacional de Jefes de Capellanes Militares, para reflexionar sobre el hecho religioso en las Fuerzas Armadas. Con la reforma de la Ley de Libertad Religiosa a las puertas, el debate sobre el futuro de la presencia religiosa en el Ejército está más abierto que nunca.
Como adelantó RD, la normativa regulará la desaparición de los símbolos religiosos en las Fuerzas Armadas, aunque queda por saber si se prohibirá, por ejemplo, que los legionarios porten al Cristo en la Semana Santa de Málaga. La propuesta de "más laicidad y más libertad religiosa" auspiciada por el Ejecutivo se hace especialmente difícil en un organismo estatal -y por tanto laico- como las Fuerzas Armadas, que sin embargo tiene a la Iglesia católica como la religión "de facto".
No sólo porque el arzobispo castrense tenga rango de general de división, o porque no haya capellanes musulmanes, judíos o evangélicos, sino sobre todo por la imponente presencia de los símbolos católicos en el mundo castrense, y por una norma no escrita que hace que, en la práctica, el arzobispo castrense presida todos los funerales por los militares caídos (sean o no creyentes, sean o no católicos) en acto de servicio.
Entre los participantes en el encuentro está el director general de Relaciones con las Confesiones, José María Contreras, quien apuntará las claves de la Ley en este aspecto Una claves que, básicamente, oscilan entre dos posibilidades: la supresión del carácter militar de la asistencia religiosa en el Ejército -hasta la fecha, exclusivamente católica-, de un lado; o la entrada de capellanes evangélicos o musulmanes junto a los católicos, del otro.
En la actualidad, la presencia de lo religioso en el Ejército se circunscribe a la Iglesia católica. Según datos del Arzobispado Castrense, en España existen 85 capellanes en activo, 16 de ellos pertenecientes a los Cuerpos Eclesiásticos y 69 al SARFAS (Servicio de Asistencia Religiosa en las Fuerzas Armadas). A ellos se suman 12 en la reserva y otros 13 colaboradores.
El arzobispo castrense, Juan Del Río, en una entrevista publicada en Vida Nueva, apuntaba que "todo soldado, como ciudadano, tiene el derecho a ser atendido por los ministros de la confesión religiosa que profese. Esto no es una condescendencia del Estado o de un régimen político. Es un derecho fundamental de la persona".
Pese a las afirmaciones del obispo, a los convenios suscritos entre el Estado y las confesiones "de notorio arraigo" y a la cada vez mayor presencia de militares con una confesión distinta a la católica, lo cierto es que ningunos de los capellanes anglicanos, budistas, judíos, musulmanes o evangélicos que participen en el encuentro que arranca en Madrid este lunes será español.
Las confesiones minoritarias llevan años planteando sus reivindicaciones, que van desde asegurar un servicio religioso abierto hasta la eliminación de los "funerales de Estado católicos" por responsos ecuménicos. O, como apuntan las tesis más favorables a un Estado laico, por actos de homenaje puramente aconfesionales. Para que el Ejército no sea la última frontera.