Miles de fieles asisten a una misa de acción de gracias en la Sagrada Familia Omella defiende "la humildad y sencillez" de su servicio como consejero del Papa

(Jesús Bastante/Agencias).- "No estoy aquí para ser servido, sino para servir". El nuevo cardenal de Barcelona, Juan José Omella, celebró anoche una misa de acción de gracias en la Sagrada Familia, tras su nombramiento como purpurado por el Papa Francisco.

En la ceremonia, Omella estuvo acompañado por su antecesor, el cardenal Sistach; el obispo de Girona, Francesc Pardo; o el auxiliar de Barcelona y administrador apostólico de Mallorca, Sebastiá Taltavull, y unos 2.500 fieles. Durante su homilía, Omella reivindicó la "humildad" en el nuevo servicio. "Quiero alejarme de andar por caminos equivocados".

"Los cardenales, a pesar de su pompa externa", deben vivir con sencillez porque su misión es velar por los demás", recalcó el nuevo cardenal, quien definió su posición como la de "un consejero del Papa".

"Estos días muchos me preguntaban qué es un cardenal", reconoció Omella, quien el miércoles se convirtió en el octavo cardenal de Barcelona y el cuarto con derecho a voto en un Cónclave de los cardenales españoles. Se une así a Ricardo Blázquez, Carlos Osoro y Antonio Cañizares. A ellos podría unirse, en breve, el flamante prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria.

El cardenal ha destacado la asociación que se ha hecho frecuentemente de "fe con martirio", parafraseando a San Lucas, que no debe asimilarse con morir, sino con vivir de una forma sencilla y sincera, con el amor como constante en vez de la violencia.

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