8 de cada 10 euros se dedican a pagar el sueldo de sacerdotes y obispos en nuestro país ¿A qué se dedica el dinero de la "X" de la Iglesia católica?
(Jesús Bastante).- El Congreso exigirá al Tribunal de Cuentas la fiscalización del dinero que la Iglesia recibe a través del IRPF. Se trata de 251 millones en el último ejercicio, y cuyo reparto se decide, de manera unilateral, por los responsables de la Conferencia Episcopal. Pero, ¿qué sabemos del reparto de la "X" de la Renta?
En la última Memoria Justificativa de Actividades presentada por la Conferencia Episcopal (CEE), el órgano de gobierno de la Iglesia española, se relata a grandes rasgos a qué destina ese dinero público, aunque dejando algunas lagunas y sin demasiada precisión. Estos millones que recibe a través de la Declaración de la Renta son una mínima parte de todos los que recibe procedentes de fondos públicos, y apenas supone el 23% de los presupuestos de las diócesis.
¿A qué se dedica el dinero del IRPF? Siempre según dicha memoria, a trece apartados, aunque el 81% de los recursos (199,7 millones de euros) se envían directamente a las diócesis "para la realización de sus actividades pastorales". ¿Qué significa eso? Durante años, nada se ha explicado sobre esto, más allá de suponer que el grueso de esa cantidad iba a pagar el salario de los curas y obispos en nuestro país, ya que las diócesis con más parroquias y sacerdotes son las que más dinero reciben. Lo cual supondría que, en la práctica, el Estado financia el sueldo del clero católico y su jerarquía.
¿Y cuánto cobra un cura en España? El sueldo medio de uno de los 19.000 sacerdotes españoles está en torno a los 900 euros al mes, en catorce mensualidades, mientras que el de un obispo asciende a unos 1.250 euros al mes. A ello hay que sumar los gastos comunes de las casas parroquiales o sedes episcopales -asumidas por la comunidad o la diócesis correspondiente- y lo recaudado como donativos o por el cobro de los "servicios pastorales" (bodas, comuniones, funerales, bautizos, etc..), que no se registran y, por tanto, no están sujetos a investigación alguna.
Para la CEE, en el reparto se tienen en cuenta "la extensión de la diócesis, el número de habitantes, el número de parroquias, el número de sacerdotes, seminarios y pastoral vocacional". Lo que también deja claro la memoria es que, una vez hecho el reparto, cada diócesis "lo integra dentro de su reparto, atendiendo a las normas propias de organización económica", sin explicitar su destino exacto, que es lo que habría de investigar el Tribunal de Cuentas.
Madrid es la diócesis más beneficiada, con más de 14 millones de euros, seguida por Valencia (8,7), Toledo (5,4) o Santiago de Compostela (5,2), mientas que el Arzobispado Castrense, con 129.000 euros, es el que menos recibe, aunque hay que añadir que, en este caso, el sueldo de sus sacerdotes es asumido por Defensa (los capellanes castrenses son personal militar a sueldo del Estado). Ibiza, Jaca, Menorca reciben menos de un millón de euros.

Seguridad Social, Cáritas, Universidades
El 19% restante de los recursos del IRPF (casi 52 millones), siempre según la Conferencia, se emplea en una docena de actividades. La más significativa es el "importe de las cotizaciones pagadas a la Seguridad Social por el conjunto de sacerdotes diocesanos", que alcanzó los 16 millones de euros. Los sacerdotes españoles cotizan por el Salario Mínimo Interprofesional.
Aunque Cáritas y sus proyectos reciben otro tipo de financiación, tanto por la casilla de "otros fines" como por la financiación de sus actividades sociales y caritativas, una parte mínima del IRPF de la Iglesia católica, en concreto seis millones, también se dedica a "aportaciones extraordinarias" a las Cáritas diocesanas, en un gesto de la CEE durante la crisis que se ha mantenido.
Bajo el epígrafe "Ayudas a distintos centros de formación", la Iglesia dota 5,99 millones de euros, que se reparten a distintas facultades eclesiásticas, la Universidad Pontificia de Salamanca (propiedad de la Conferencia) y distintos colegios en Roma y Jerusalén.
Las "Campañas de Financiación de la Iglesia" superaron los 4,6 millones de euros, entre la campaña de la Asignación Tributaria (3,6) y el Día de la Iglesia Diocesana (1,02). La "Rehabilitación y construcción de templos" se lleva 4,58 millones de euros de la "X" de la Iglesia, mientras que "el funcionamiento de la estructura de la Conferencia Episcopal" suma otros 2,6 millones de euros.
El dinero de la Renta también se dedica, aunque en menor medida, a financiar "actividades pastorales en el extranjero" (1,27 millones de euros), y la Conferencia de Religiosos (Confer) apenas recibe un millón de euros, siempre según esta memoria.
Los últimos epígrafes se dedican a un mínimo fondo para "Insularidad", que cobran las diócesis de Canarias, Tenerife, Mallorca, Menorca, Ibiza, Málaga (por Melilla) y Cádiz (por Ceuta), de medio millón de euros, y la "Aportación a instituciones de la Santa Sede, que no alcanza el medio millón de euros. Después del reparto, los obispos obtuvieron un superávit de 4,8 millones de euros, que se aplicaron al denominado "Fondo de Estabilización del Sistema".

El IRPF, apenas el 23,5%
El dinero del IRPF solo supone el 23,5% del presupuesto de las diócesis españolas, según se afirma en la memoria, que coloca a las "aportaciones directas y voluntarias de los fieles" como su principal fuente de financiación, en torno a un 37% (unos 350 millones de euros que, recordemos, no se declaran al considerarse donativos).
Otro 21% (240 millones) se engloba bajo el término "Otros ingresos corrientes", que no se estipula, como tampoco el 11% (unos 110 millones de euros) que sale de "Ingresos por patrimonio y otras actividades", otro 6% llamado "Ingresos extraordinarios" (que suele tratarse de herencias) y un 2% de "Necesidades de financiación" (tampoco explicitadas).
Oficina de transparencia
En junio del año pasado, la Conferencia Episcopal aprobóla creación de la Oficina de Transparencia y rendición de cuentas para Entidades Canónicas y de las implicaciones del acuerdo firmado hace unas semanas con Transparencia Internacional España. La laica Ester Martín será la directora de esta oficina. La Iglesia es «una institución que vive de cara a la gente y que pide su ayuda», y por tanto debe dar a conocer «a qué destinamos los recursos».
Estas decisiones «está en la línea de lo que se espera de la Iglesia en la sociedad de la información», según explicó en su momento la CEE. Esta oficina impulsará medidas de transparencia y buen gobierno, asesorará a las diócesis y las acompañará en los procesos de adaptación de sus sistemas contables, recopilará información de las distintas instituciones de la Iglesia y encargará y dará a conocer estudios sobre la labor de la Iglesia y su impacto en la sociedad.
