1º de Mayo, o pestañas postizas

Salmo 128,2; "Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien".

Millones de personas en España no pueden comer del fruto de su trabajo porque no lo tienen; así ni son dichosas ni les va bien.

Otros muchos más millones en mundo, sobre todo mujeres, viven totalmnte agobiadas y esclavizadas por exceso de trabajo: ni son dichosas, ni les va bien porque otras son las que presumen con el fruto de su trabajo.


Hace 3 años, con motivo del 1º de mayo enviamos el escrito que figura más abajo. Lo reenviamos ahora porque sigue plenamente de actualidad y porque desde entonces a hoy disponemos de muchos más contactos, que entonces no lo recibieron. Como justificación de su actualidad damos ahora estos datos:

-El número de hogares de España con todos los miembros en paro sube en el primer trimestre en 53.100, hasta llegar a 1.978.900.

-La cifra total de menores de 25 en paro se sitúa en 881.400 personas.

-Más de 1,3 millones de personas salieron del mercado laboral en el primer trimestre.

-La pérdida de empleo neta fue de 324.877 puestos de trabajo en el primer trimestre de 2014 según Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada).

-en una importante ciudad de Asturias (España), hay quien está trabajando repartiendo pizzas por tan solo 200 € al mes. Para que luego nos digan que cada día vamos mejor. Cruel injusticia, que no la ven Rajoy, ni Montoro, ni Fátima Báñez.

-El 45 % de los parados de Asturias no recibe prestación alguna.

-En la isla de Java cientos de miles de mujeres se dedican a la fabricación de pestañas postizas, pasan horas y horas con la mirada fija en un trabajo muy minucioso, de forma que a los 40 años ya ven tan mal que tienen que dejar ese trabajo. Salario: 60 € mensuales, fabricando 20 pares al día, es decir, 20 pares por 2 €,mientras que un par de pestañas fabricadas en Java, cuesta en Europa unos 10 € (trabajo esclavo, injusto y degradante para presumir).

-Los obreros de los terratenientes cafetaleros de Guatemala, trabajando de sol a sol cobran 3 € al día: tienen que llevar comida, herramientas y dormir en el suelo en galeras.

Escrito de hace 3 años:

Carlos Marx dijo en su tiempo que la religión era el opio del pueblo, y tenía mucha razón, pues los planteamientos religiosos que se hacían entonces tenían como referencia casi exclusiva la otra vida, que era la importante. La de aquí carecía de valor y para esta predicaban resignación, paciencia, sufrimiento, sumisión, porque era "un valle de lágrimas". Desde luego que lo era y lo es hoy injustamente para muchos seres humanos y otros seres vivos por las constantes lágrimas que les hacen verter otros seres humanos opresores y explotadores de sus vidas. Afortunadamente hoy para muchos creyentes ya no es así, pero el capitalismo siempre encuentra la forma adecuada para darle opio al pueblo, secuestrarle la conciencia, mantenerlo ingenuo y así manipularlo y obtener de él lo único que le interesa: dinero y más dinero, como esas mujeres que pagan 25000 € por una mantilla española para lucirla en las procesiones de semana santa: ¿cabe sarcasmo mayor contra Jesucristo en los empobrecidos de la tierra? Antes se administraba el opio con la religión, ahora se hace con los ídolos de la canción, del cine, y sobre todo del deporte y la competición, especialmente el fútbol, que ahora es el actual opio del pueblo, que cada domingo arrastra multitudes y muchas veces por semana, con capacidad para paralizar ciudades y pueblos, dejar calles y caminos desiertos, atiborrar bares, engordar televisiones, radios y periódicos, y a veces hasta conseguir audiencias papales o hacer "peregrinaciones" a santuarios de algunos equipos. Es la copa rota de la conciencia crítica del pueblo que quedó aplastada por el autobús del neoliberalismo.



Porque el capitalismo actual, convertido en neoliberalismo, ayudado con la globalización de internet, ha logrado desarmar a los sindicatos, sobre todo con la deslocalización empresarial. El dinero capitalista casi siempre y en todas partes tuvo a su servicio el poder político, pero ahora más que nunca, de tal manera que las huelgas importantes ya no se organizan tanto contra los patronos, sino sobre todo contra los gobiernos. Hoy con la globalización de las comunicaciones, las empresas grandes, e incluso las pequeñas, se aprovechan del Tercer Mundo para instalar allí sus fábricas, o pedir que les fabriquen allí los productos, con mano de obra más barata e incluso esclava, menos o nula seguridad social, menos o nulos impuestos, horarios más largos de trabajo, etc., y así obtener aún más beneficios. Lo vimos en directo en las maquilas de Guatemala, pero seguro que pasa casi lo mismo en toda América Latina, y no digamos en Africa, la India, China...


Seguramente muchos jóvenes de hoy, y no tan jóvenes, no saben casi nada de la historia del Primero de Mayo, de las luchas que lo hicieron famoso y que se celebra en casi todo el mundo, aunque disfruten de sus conquistas. Detrás de él hay mucho sufrimiento, mucha sangre y muchas lágrimas. Antes del año 1886 en que tuvo origen la celebración del Primero de Mayo, la jornada laboral era de 12, 14 y hasta 18 horas por un trabajo en condiciones lamentables y muchas veces hasta esclavo. En ese año miles de obreros: albañiles, carpinteros, panaderos, herreros, mecánicos, cerveceros, tipógrafos, dependientes, pintores, costureras, sastres, mueblistas, cigarreros, leñadores, etc., todos se declararon en huelga, principalmente en los EE.UU. De trabajar desde las 4 de la madrugada hasta las 8 de la tarde, con 16 horas de trabajo por el medio, lograron bajar la jornada laboral a las 8 ó 10 horas, sin detrimento de los salarios.


Pero esta conquista tuvo un gran precio en todos los países, y en algunos aún la sigue teniendo hoy: en las fincas de café y caña de los terratenientes de Guatemala aún se sigue hoy trabajando de sol a sol por 3 € al día. Para aquellos empleadores caníbales del siglo XIX los trabajadores eran máquinas humanas. Un periódico de Chicago escribía: "el plomo es la mejor alimentación para los huelguistas... La prisión y los trabajos forzados son la única solución posible para la cuestión social. Es de esperar que su uso se extienda".


Una de las graves secuelas de aquellas luchas fue que los principales dirigentes de aquel movimiento obrero sindical por las 8 horas fueron ahorcados o condenados a cadena perpetua, y al final de una manifestación en Chicago, 38 obreros fueron asesinados por la policía y otros 115 quedaron heridos: son los llamados "Mártires de Chicago", a los que se añadieron y se siguen añadiendo hoy muchos miles, sobre todo en el Tercer Mundo. Esta historia de lucha obrera, y otras muchas, también en nuestro país, están muy demasiado olvidadas. Que este humilde escrito les sirva de un poco de reconocimiento y tributo.


¿Que hacer hoy ante el poder global del neoliberalismo capitalista? Hacer huelga contra él, en muchos casos es inútil, porque cada vez tiene las cosas más a su favor, porque el dinero va de un país para otro, vía internet, en cuestión de minutos para situarse donde más le convenga, y cuando tiene dudas se refugia en los paraísos fiscales con todas las ventajas a su favor: libre de impuestos, constitución rápida y sin desplazamientos, todo por Internet, no hay que desembolsar ningún Capital Social, elimina las restricciones económicas de su país de residencia, puede operar en todo el mundo, no está obligado a presentar Cuentas Anuales ni Auditorías, no hay restricciones en el Flujo de Capitales, protección de Patrimonio contra posibles demandas, anonimato, no hay pagos a la S. Social, etc.


Hacer huelgas contra las empresas multinacionales, transnacionales o nacionales con posibilidad de deslocalización en inútil, pues trasladan la producción a otro sitio y se van. Cada vez se automatizan más y dan de baja la mano de obra excedente con lo que aumentan sus beneficios, a los que se debería imponer una exigente hipoteca social, pero no se hace, o incluso se les rebajan o anulan los impuestos. Con la oferta de instalarse en un país ventajoso o la amenaza de irse a otro consiguen que los gobiernos y las administraciones las protejan, y no digamos nada cuando entran la corrupción y los sobornos por el medio.


Un caso especial son los bancos y sus banqueros, que son quienes tienen en la mano la llave del dinero: cuando gestionan bien obtienen beneficios enormes y sus principales dirigentes se reparten bonificaciones astronómicas, incluso en plena crisis como ahora, y cuando gestionan mal, como hicieron provocando la crisis actual, consiguen de todos los gobiernos que corran presurosos a rescatarlos con muchos millones respaldados por el Estado que somos todos, que luego hasta tienen el cinismo de celebrarlo con cenas pantagruélicas: se ríen de los gobiernos, se ríen de la Sociedad, se ríen de los sindicatos, se ríen de todos y de todo.


Es muy urgente extender y globalizar el sindicalismo a nivel mundial para cortar la coartada de la deslocalización empresarial, pero aún más potenciar las uniones de consumidores para poder hacer el boicot a toda empresa que no tenga un mínimo de responsabilidad social. La fuerza de los consumidores puede llegar a ser muy grande, pues la fuerza del neoliberalismo se asienta en el consumismo, y por eso lo promueven al máximo con propaganda a destajo. Los sindicatos deberían potenciar cada vez más esta dimensión de su compromiso, y ayudar al pueblo a tomar conciencia crítica de los estragos del neoliberalismo.




Es necesario presionar a los gobiernos para que erradiquen de una vez los paraísos fiscales (en los que dicen que hay unos 8 billones de $: de España salen cada ano 40.000 millones de € para paraísos fiscales) y pongan coto a las bonificaciones multimillonarias de los altos cargos empresariales de la industria y la banca.

Y no digamos nada cuando los organismos supranacionales, o los gobiernos nacionales o incluso autonómicos se dejan comprar o sobornar con gran escándalo para la ciudadanía, sembrando un caldo de cultivo envenenado que entierra la ética, deprime la conciencia social y desmoviliza la participación política, tan necesaria para elegir gobiernos que estén realmente al servicio de la política, es decir de los ciudadanos, y no a servirse de la política, es decir, de los ciudadanos.


VIVA EL PRIMERO DE MAYO.
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