LA CONFERENCIA EPISCOPAL ANTE LA CONVOCARIA DE UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

El 1ero de mayo, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmo el decreto por el cual llama a la convocaría de una Asamblea nacional constituyente como salida a una situación nacional en que la oposición oficial se niega en participar a una mesa de dialogo con el gobierno. El actuar de esta oposición va mas hacia un cambio de régimen político por la vía violenta de un golpe de estado que por la vía política y constitucional. La Asamblea nacional constituyente se presenta como el poder supremo del pueblo capaz de resolver los problemas y asegurar la paz.

Importa recordar que las relaciones privilegiadas de la oposición con Washington y el secretario general de la OEA, , Luis Almagro, le permitieron, por una parte, promover la actuación de la Carta democrática de esa misma OEA, abriendo así la puerta a una intervención militar extranjera, y, por otra parte, divulgar a través los medios de comunicación de las fuerzas dominantes del Occidente, una imagen del gobierno de Venezuela como fuente de todos los males que tocan la población. Hay que añadir el apoyo incasable del episcopado venezolano que utiliza todos los medios a su alcance para confirmar la quiebra de un gobierno que no logra solucionar los problemas del pueblo. “ 6. No podemos olvidar ni poner de lado la tristeza y el sufrimiento que este régimen está provocando a nuestro pueblo » dicen los obispos en su documento.

En este escenario no se habla de las conquistas revolucionarias en los campos de la salud, de la educación, del alojamiento. No hablan tampoco de las otras causas que generan esos problemas de acceso a la alimentación y a los medicamentos. No hablan de esa guerra económica que influye en la distribución de los bienes esenciales, en el clima social, político y económico. Todo esta hecho para que el pueblo se ponga en contra de su gobierno, el único culpable de todo lo malo que sucede en Venezuela.

En cuanto al apoyo del pueblo a su revolución y a su gobierno, la conferencia episcopal no dice nada de los tres millones de venezolanos, venezolanas de todos los sectores que se juntaron el 23 de abril en las calles centrales de Caracas. Esos millones estaban allí no para echar piedras al presidente Maduro, sino para apoyarlo en su lucha contra una oposición vendida al Imperio, mas que nunca interesado en la toma de control del Estado venezolano y de sus riquezas en petrolero y oro, entre otras. En ningún momento, la oposición logro juntar un millón de personas.

La violencia de la cual Venezuela es victima es de la misma naturaleza que la utilizada en otros países como Ucrania, Libia, Siria cuyo objetivo es crear el caos y justificar una intervención militar para terminar con los gobiernos que no se someten a las ordenes del Imperio. Este esquema es bien conocido y se repite con ciertas modalidades a cada uno de esos gobiernos a eliminar.

En el caso de Venezuela, el presidente Maduro pone a prueba la democracia de los que quieren intervenir militarmente en nombre de la misma democracia. Al llamar a una convocatoria de una Asamblea nacional constituyente, pone entre las manos de esa constituyente, compuesta de 500 personas de todos los medios y sectores sociales, políticos, y económicos, religiosos etc., electos directamente por sus correspondientes, de encontrar soluciones a los problemas. Esta Asamblea nacional Constituyente será capaz de abordar todos los problema y de presentar sus soluciones. Ningún otro poder en ejerció podrá oponerse a sus decisiones (art.349). Una formula que expresa bien lo que puede ser la democracia verdadera: el poder del pueblo por el pueblo.

Es en ese contexto que la cúpula de la Conferencia episcopal de Venezuela dio a conocer en este día del 5 de mayo su toma de posición ante la decisión del presidente Maduro de convocar a una Asamblea nacional constituyente. Para ella, esa iniciativa del Presidente esta percibida por “la inmensa mayoría de la población como una iniciativa divorciada de las urgentes necesidades del país y como un paso más en el socavamiento del Estado Social de Derecho previsto en la actual Constitución. (pt.2)

Parece que no se fijaron en los tres millones de personas que acompañaron al Presidente el 23 de abril tampoco de los centenares de miles de trabajadores y trabajadoras celebrando con el Presidente su día de fiesta.

Tras de todos los discursos de la cúpula episcopal hay esta obsesión ideológica de la lucha en contra de todo lo que suena comunismo, socialismo, marxismo. La lucha del Episcopado tiene por objetivo central la desaparición del Socialismo del siglo XXI. Al punto 4 de su carta vemos claramente como percibe al gobierno chavista a través su percepción de este socialismo. Hablando de la convocatoria, la cúpula episcopal dice:

“En definitiva, esta propuesta es querer imponer el "Plan de la Patria", traducción operativa del "Socialismo del siglo XXI", sistema totalitario, militarista, policial, violento y represor, que ha originado los males que hoy padece nuestro país.”

Con esa declaración, volvemos al siglo pasado. ¿Cómo pueden decir que en Venezuela existe un sistema totalitario, militarista, policial, violento y represor? Uno tiene la impresión de volver al tiempo de Reagan y de Juan-Pablo II en su lucha común contra el comunismo. Hoy, sabemos los crímenes que resultaron de esa lucha. Son productos de esa lucha el dictador Pinochet, la Junta militar en Argentina, las persecuciones del Plan Cóndor, las guerras en el Salvador y en Nicaragua, sin olvidar las persecuciones que no pararon en contra del pueblo de Cuba y de su gobierno.

Esa complicidad de la Iglesia con el Imperio en su lucha contra el comunismo se ve confirmada por dos pactos firmados por el Vaticano y Washington. En este contexto como entender la Exhortación apostólica Evangelii gaudium del papa Francisco que condena el capitalismo salvaje que rebaja la persona humana al nivel de basura y su alianza con el campeón de ese capitalismo para abrirle las puertas en su lucha contra lo que se opone a ese capitalismo salvaje.

De nuevo, la cúpula episcopal de Venezuela esta abriendo la puerta al neoliberalismo y al reino del imperio que no tiene otros intereses que la dominación política y la conquista de las riquezas del país.

Yo encuentro escandaloso que esos personajes instruidos, dedicados a los evangelios y a la doctrina social de la Iglesia no hayan tomado el tiempo para analizar en la realidad de Venezuela el desarrollo de ese socialismo del siglo XXI : democracia participativa, salud y educación accesibles para todos, alojamiento con mas de 1,600, 000 departamentos, el bien común ante todo. Es el mismo sistema que desarrolla Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador. No son gobiernos dictatoriales, policiales, violentos sino gobierno al servicio de los intereses de sus pueblos.

Me permito terminar ese articulo con esta referencia que analiza la doctrina social del papa Juan XXIII en sus encíclicas Mater et Magistra, así que Pacem in terris. En ese articulo, hago del papa Juan XXIII el precursor del socialismo del siglo XXI.

El pensamiento de la cúpula episcopal de Venezuela esta lejos del pensamiento del papa Juan XXIII y de una lectura honesta del socialismo del siglo XXI.

Hoy, ese mismo episcopado, ordena a no respetar esa decisión constitucional del presidente Maduro y presenta, de forma hipócrita, al gobierno como la fuente de las violencias.

“ rechazamos la convocatoria a esa Asamblea Constituyente, y exhortamos a la población en general a no resignarse, a levantar su voz de protesta, pero sin caer en el juego de quienes generando violencia quieren conducir al país a escenarios de mayor confrontación con el fin de agravar la situación y mantenerse en el poder. » Pt.7
¡Mas que eso no se puede!


Oscar Fortín
El 5 de mayo. 2017
http://humanisme.blogspot.com

http://www.telesurtv.net/news/Papa-pide-a-obispos-venezolanos-establecer-puentes-para-el-dialogo-20170506-0027.html
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