El documento Syllabus, profecía cumplida.


Todavía a finales del siglo XIX la Iglesia Católica era una potencia si no política, sí en la esfera del pensamiento y de las ideas. Potencia que se hacía prepotencia a la hora de ordenar y condenar. Las ideas reformistas o revisionistas que comenzaban a hacer mella en el pensamiento único impuesto por el entramado vaticano no casaban bien con el legado de la Iglesia ejercido durante siglos.

Como es ya de todos sabido el Syllabus", acompañado por la encíclica "Quanta cura", fue el documento vaticano que condenaba las ideas del Modernismo. Fue promulgado en 1864.

Decimos en el título que fue un texto profético porque la mayor parte de las afirmaciones por él condenables y condenadas son hoy pensamiento común, estaría por afirmar que hasta dentro del mismo cenáculo católico.

Para la Iglesia o más acertadamente para los píos rectores de la Iglesia, con todo un papa infalible al frente, eran errores heréticos que necesariamente debían ser condenados. Hoy son hoy conciencia y acervo de las gentes que piensan aquellos errores que hacían relación a la ciencia, aunque por el lado más extremoso de credulidad, el error ha conducido a vías todavía más crédulas, como los numerosos movimientos de carácter esotérico.

Muy a su pesar, lo que estaban profetizando por la vía de la negación y la condena herética, es pensamiento del mundo racional actual. Nos vamos a permitir traer aquí algunos enunciados que no son, en nuestros días, sino convicción nacida del sentido común para muchas personas que piensan; otras afirmaciones lo serán en un futuro no lejano: todos, en su momento, fueron “errores”, herejías, condenados severamente por la Iglesia.

[Los enunciados de las doctrinas condenables tenían en los documentos pontificios de esos tiempos un sesgo enunciativo “sui géneris” que siempre concluía con el “ritornello” “…anáthema sit”. Tómense, pues, todas las afirmaciones como errores o herejías condenables]

He aquí algunas perlas proféticas:

SYLLABUS ANATEMATIZA:  Dios como consenso universal es idea que aúna ley, uniformidad, origen común de las cosas, unidad de elementos..., en definitiva, un arquetipo sublimado (en otras palabras, una superestructura psicoanalítica).


RESPUESTA: Después de Jung y demás psicoanalistas, es ya ciencia admitida. Y si bien no es un concepto positivamente racionalizado por las masas, sí es una idea que flota en el ambiente social que va dando de lado las excrecencias e imposiciones dogmáticas de las Iglesias, católica o protestante

SYLLABUS  Ese Dios sin esencia personal, no ejerce ni puede ejercer acción alguna sobre el mundo.


R: Cuestión de creer o no creer. Ya hay una inmensa mayoría que piensa así. Muchos optamos por pensar y luego necesariamente dedujimos que así es.


 Sólo la razón y la conciencia social son jueces supremos del existir; por la razón alcanza el hombre la verdad.


R: ¿Hay alguna otra manera de llegar a la verdad "segura"? Pensar en inspiraciones divinas es entrar en el mundo magmático de visiones, locuciones, éxtasis, etc. ¿Qué científico o "sentidocomunero" lo cree ya?


 La pretendida revelación divina no es sino una actividad cultural histórica más, de determinados personajes, quizá con más espíritu poético –que no profético— o más clarividencia que otros; a la razón humana le repugnan creencias en Cristos encarnados.


R: "Tu dixisti", que diría Jesús a Pilato. Y respecto a la exégesis bíblica... al menos en lo relativo a la revelación, hasta ellos mismos lo suscriben, o al menos sus estudios bíblicos.


 Profecías y milagros no son sino ficciones poéticas de mitos preexistentes o creados “ad hoc".


R: Hoy añadimos algo más grueso: mentiras y engañabobos y refritos de culturas precedentes o coincidentes.


 La filosofía es la vía más sublime del conocimiento, la única que puede desbancar creencias y convicciones;


R.¿Lo duda alguien que haya dado de lado los credos o alguien que se haya dedicado a pensar y a generar pensamiento? Con el avance de las ciencias, hoy la Psicología explica muchos "fenómenos", por otra parte normales, que giraban en la órbita de la pastoral penitencial católica.

la creencia siempre ha sido una rémora para la ciencia.


R. ¿No lo confirma la Historia? Es un hecho. Como tal, indiscutible. Donde la creencia se impone, la ciencia se agosta (no vayamos a épocas pretéritas, véanse hoy día los países islamizados que para vivir de la ciencia la tienen que importar, a la vez que sus científicos, para hacer algo, tienen que emigrar. El espacio vital católico de otros tiempos era un erial científico, donde sólo crecía la hierba del trívium y quadrivium)

Sabroso documento éste del Syllabus, que hasta el nombre es fruible.

Pero un reflexión final me embarga: la Iglesia y en su nombre el Papa Pío IX, al firmar tal Documento estaba definiendo --defendiendo-- la fe, por lo tanto hablando "ex cátedra". En otras palabras, gozaba del privilegio de la infalibilidad. A la "vista de la lista" y con ojos de hoy, vemos que tales afirmaciones condenadas son "perogrulladas" admitidas por todos. De grado o por fuerza, por ellos mismos... ¿Y? [Tómese lo de infalible con su "mica salis", o sea con ironía, no se me vayan a enfurecer diciendo que mezclo el culo con las témporas].
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