Albacete: el parto de los montes.

Y Don Manuel Monteiro sigue barajando. El de Coria-Cáceres. Se le puede dar la enhorabuena a Albacete porque le ha tocado una buena persona. Tal vez demasiado discreto. No se va a hacer notar la diócesis por protagonismos del obispo. Ni le gustan ni los busca. ¿Es el pastor que Albacete necesitaba? Ahí ya tengo más dudas.
Don Ciriaco Benavente Mateos, próximo a cumplir los sesenta y cuatro años (el próximo tres de enero), va a ser seguramente el primer obispo de Albacete que concluya sus días episcopales como titular de esa diócesis. No me he expresado exactamente pues también los concluyó como tal Don Ireneo García Alonso aunque muy anticipadamente (1980), cuando sólo contaba 57 años, a causa de la enfermedad. Con 86 años aun vive retirado en Toledo en estado ya prácticamente vegetal desde hace tiempo. Él será, sin duda, el primer obispo de Albacete que será enterrado en su catedral pues los otros tres anteriores a Don Ciriaco, Tabera, Oliver y Cases, partieron para otras diócesis.
Don Ciriaco es un extremeño, natural de Malpartida de Plasencia, donde nació el 3 de enero de 1943. De familia humilde, el padre era obrero, también han sido humildes sus estudios, ocupó, sin embargo, importantes cargos en su diócesis natal, llegando a ser vicario general de Plasencia hasta que en 1992 fue nombrado obispo de Coria-Cáceres.
Como he dicho ha sido un obispo discreto y querido. ¿El traslado a Albacete supone un reconocimiento de sus méritos? Escasito. La diócesis albaceteña tiene sobre unos 360.000 habitantes y la de que proviene 250.000 escasos. Modestito ascenso. Y más difícil diócesis. Gran favor no le han hecho aunque no sea su caso como el de Vilaplana con quien fue evidente el descenso.
Con once años por delante Don Ciriaco parece que encontró su ubicación definitiva. No cabe esperar que dentro de cinco o seis años le vayan a dar algo mejor para tan poco tiempo. Pero, si el ascenso es escaso tampoco es que hubiera cosas mejores. Pamplona no es para él. Tiene muchos problemas. Valencia tal vez fuera demasiado. Málaga hubiera sido un ascenso indudable aunque tal vez piensen en el Vaticano que necesita un pastor más activo.
No quiero terminar sin felicitar de nuevo a Albacete. Van a tener un excelente obispo a nada que colaboren con él. Ahora, si esperan que sea él quien lo haga todo me parece que iba a ser un fracaso. Y lo será seguro como se empeñen en hacerle la vida imposible. No creo que Don Ciriaco tenga arrestos suficientes como para imponerse a un clero que no quiera colaborar. Ahí va a estar el quid de la cuestión.