El abad de Montserrat
El señor Soler, abad de Montserrat, ha optado por erigirse en la cabeza del catalanismo eclesial. Opción muy arriesgada y que lleva al fracaso.
En primer lugar porque la Iglesia católica no es nacional sino universal. No es una Iglesia `para catalanes sino para quienes, cualquiera que sea su lengua, su cultura o el lugar donde nacieron, se quieren seguidores de Cristo. Su catalanismo es una desviación telógica que ni siquiera puede considerarse un bien moral porque va a llevar a la ruina a Cataluña.
Y, además, porque su amada Cataluña, eclesialmente está en almoneda. Y no va a poder salvarse, lo poco que quede de ella, desde el catalanismo. Ese camino ya se ha recorrido y con pésimos resultados. De secularización acelerada. Si quiere insistir llegará a ver la desaparición de su monasterio.
Aunque es muy probable que no lo vea como abad. El general hundimiento ha afectado al cenobio montserratino que ha visto como sus tres últimos abades, Escarré, Just y Bardolet tuvieron que renunciar ante los gravísimos problemas que surgieron bajo su mandato. A este muchachito le va a pasr lo mismo. Y cuanto antes le sugieran, o le fuercen, la renuncia mejor va a ser para todos. Incluso para el mismo monasterio. Porque éste, como le dejen, termina cerrándolo.
Aunque hasta el momento de echar la llave cuente con el aplauso de Carod, de Pujol y demás compañeros de religión. Y no me refiero a la católica.
También terminará consiguiendo que muchos católicos, cuando se enteren del cierre, brinden con cava. Por supuesto no del Penedés.
Como la Moreneta no haga horas extraordinarias, la veo en un museo. Y, tal vez, a su lado, haya una fotografía de un tal Soler, de quien ya nadie se acordará, con un pie que diga: Persona que hace unos años entregó la imagen a este museo antes de que el antiguo monasterio de Montserrat fuera devuelto al pueblo. Hoy es la Escuela Oficial de Ateísmo de Cataluña.
En primer lugar porque la Iglesia católica no es nacional sino universal. No es una Iglesia `para catalanes sino para quienes, cualquiera que sea su lengua, su cultura o el lugar donde nacieron, se quieren seguidores de Cristo. Su catalanismo es una desviación telógica que ni siquiera puede considerarse un bien moral porque va a llevar a la ruina a Cataluña.
Y, además, porque su amada Cataluña, eclesialmente está en almoneda. Y no va a poder salvarse, lo poco que quede de ella, desde el catalanismo. Ese camino ya se ha recorrido y con pésimos resultados. De secularización acelerada. Si quiere insistir llegará a ver la desaparición de su monasterio.
Aunque es muy probable que no lo vea como abad. El general hundimiento ha afectado al cenobio montserratino que ha visto como sus tres últimos abades, Escarré, Just y Bardolet tuvieron que renunciar ante los gravísimos problemas que surgieron bajo su mandato. A este muchachito le va a pasr lo mismo. Y cuanto antes le sugieran, o le fuercen, la renuncia mejor va a ser para todos. Incluso para el mismo monasterio. Porque éste, como le dejen, termina cerrándolo.
Aunque hasta el momento de echar la llave cuente con el aplauso de Carod, de Pujol y demás compañeros de religión. Y no me refiero a la católica.
También terminará consiguiendo que muchos católicos, cuando se enteren del cierre, brinden con cava. Por supuesto no del Penedés.
Como la Moreneta no haga horas extraordinarias, la veo en un museo. Y, tal vez, a su lado, haya una fotografía de un tal Soler, de quien ya nadie se acordará, con un pie que diga: Persona que hace unos años entregó la imagen a este museo antes de que el antiguo monasterio de Montserrat fuera devuelto al pueblo. Hoy es la Escuela Oficial de Ateísmo de Cataluña.