Algo cambia en Mondoñedo.

En la Galicia arrasada por los incendios no todo son malas noticias. En la diócesis de Mondoñedo se estaba produciendo un notable escándalo con un sacerdote. Que parece ser se acaba de resolver. El obispo ha actuado tarde pero bien.

Yo le deseo a esa persona todo la felicidad personal. Y profesional. Pero no como sacerdote. Eso no podía seguir siéndolo. Y me dicen que se ha secularizado. Para emprender una nueva vida.

Creo que el desenlace ha sido, además, buena prueba de la actuación seglar. Yo comprendo las vacilaciones de un obispo. Su deseo de asegurarse. Su miedo al escándalo. Y hasta su comodidad. Bueno, ésta ya la entiendo menos pero también sé que los obispos son humanos.

Seguro estoy también que el desatarse los rumores, que en ocasiones son puros bulos, le debió molestar no poco al prelado. Pero al final le han hecho un gran favor. Ya no es un obispo consentidor. No sé si alguna vez me llegará a perdonar lo que desató todo. Tal vez no. Pero debería agradecérmelo. Mondoñedo, y su obispo, eclesialmente, están mucho mejor.
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