Con el escándalo de Lumen Dei tendrían que rodar cabezas.

Yo ya no sé si esas cabezas son la de Rodé, la de Bertone, las de Mahía, Zabala y de Simone, la de Yanguas, la de Monteiro o la de quien. Pero este escándalo, que cada día se acrecienta, no puede quedar en agua de borrajas.
Creo que el único que ha quedado relativamente bien en este enredo vodevilesco de ínfima clase es el arzobispo emérito de Pamplona, Don Fernando Sebastián. Le encomendaron un auténtico marrón y, a su edad, se esforzó en desempeñarlo. Y curiosamente la única cabeza que ha rodado hasta el momento es la suya. Aunque fuera autocortada.
Don Fernando intentó desempeñar el encargo. Hasta que no le dejaron en una decisión absurda y que no resolvía nada. Lo estaría haciendo bien o mal. Si lo estaba haciendo bien había que haberle dejado continuar. Y si lo estaba haciendo mal, cesarle. Y nombrar a otro. O reconocer que todo había sido un error por haberse hecho eco de unas calumnias sin fundamento.
Pero eso Roma, que se quiere infalible en lo que no lo es, y no vela, o lo hace tarde y mal, por sostener aquello en lo que es infalible, no lo admite. O le cuesta muchísimno admitirlo. La bertonada del donec aliter provideatur es impresentable. Provea lo que haya que proveer. Ya. No dejando que se encone todo.
Ya hemos conseguido que haya muchos más nombres al retortero. Y en el escándalo: del Hoyo, Rodríguez Magro, Rouco, Osoro, el emérito de Quito... ¿Y en Roma siguen con el donec?
¿Ha habido gravísimas cuestiones sexuales? ¿Todo era una calumnia? ¿La abierta desobediencia a las decisiones romanas de sacerdotes y religiosas, o lo que fueren, no tiene importancia? ¿Se ha infligido un gravísimo e injusto daño a una institución ejemplar? ¿De ejemplar no tenía nada? ¿Están altísimas jerarquías de la Iglesia enfrentadas unas con otras a cuchillada limpia?
Llevamos un año de escándalo y esto, en vez de resolverse, se agrava. Donec aliter provideatur. Pues ya va siendo hora de que algo provean. No se puede ser tan inútil. La Maleni Álvarez un genio comparada con algunos de los implicados.
Y no necesito decir, porque evidente resulta, pero por si acaso, que todas las intervenciones, hechas con distintos nicks y en el mismo sentido, en el anterior artículo sobre Bertone proceden de la misma persona. A la que le ruego, si quiere seguir interviniendo, que lo haga sólo bajo un único nombre. En otro caso le borraré. Porque está engañando al personal pretendiendo hacer creer que son muchos quien es sólo uno.