El cardenal de Barcelona se mostró ayer, día de inocentes, procupado por los abortos. Sin duda se trató de que una persona, bromista como es él, quiso gastar una inocentada a los fieles.
Tal vez a su lado estaba concelebrando ese sacerdote suyo que paga abortos sin que el cardenal haya dicho oste ni moste. Hasta hoy. Por eso `pensamos que debió ser una inocentada. Aunque de muy mal gusto.