Un escolapio que parece llamarse Ramón Juliá, ha retransmitido la bendición
urbi el orbi de Benedicto XVI, hace escasamente unos minutos.
Aparte de no ser nada brillante, al despedirse se dirigió a sus "connacionales" catalanes hablándoles en la lengua de Verdaguer.
A mí me parece muy bien, y no me molesta nada, que diga unas palabras en catalán. Pero hay que decirle a ese bobo que sus connacionales no son los catalanes sino los españoles, que está hablando, además, por Televisión Española, y seguramente cobrando y que si alguien tuviera un mínimo de cabeza y de dignidad en ese ruinoso ente a este memo ya le habría despedido.
Nunca fueron demasiado listos los escolapios pero los hay que se empeñan en demostrarlo
urbi et orbi.