¿Quién rompe la unidad?

Le parece frívolo. Pues es una impresión personal de difícil discusión. No el que lo sea sino el que se lo parezca. A mí me puede parecer un imbécil el señor López Quintana, que no es el caso, independientemente de que lo sea o no. Cada cual tiene los pareceres que quiere y serán o no acertados.
Creo que también calificó al Blog de sectario. En eso no entro porque todos somos sectarios. Más o menos. Todos nos inclinamos por un grupo y nos enfrentamos a otros. Y con los que simpatizamos nos parecen los mejores y los otros no tan buenos. O incluso muy malos. Ciertamente que eso no responde tal vez a las características técnicas de la secta pero nunca o casi nunca empleamos el lenguaje con esa precisión. Estoy seguro de que si yo dijera del señor López Quintana que es un bobo, que tampoco es el caso, no entraría en las especificaciones técnicas de la bobería. Ya quisieran, supongo, los bobos ser como el señor López Quintana. O no. Porque con los bobos nunca se sabe.
De lo que protesto es de que diga que yo rompo la unidad. Porque no es cierto. Es más, es absolutamente falso. Yo sólo cuento lo que pasa. Cosa que a algunos les fastidia mucho. Pero no deberían enojarse conmigo porque lo cuente sino con los que la rompen.
La unidad del episcopado no la he roto yo sino los 18 de marras. Y no entro en si hicieron bien o mal. Lo que si digo es que vaya papelón. Porque romperla para terminar votando a un hombre de Martínez Camino contra Martínez Camino es por lo menos pintoresco.
La unidad perfecta sólo se da entre las tres personas de la Santísima Trinidad. Todas las demás son muy imperfectas. Y en ocasiones inexistentes. O casi. ¿Hay unidad entre Uriarte y los obispos de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe? Yo no voy a entrar ahora en si la rompe el vasco o los otros. Pero quien no la rompe soy yo. ¿Y entre Julián López y Castrillón? ¿Y...?
Podemos citar mil ejemplos. Parte del clero de Sevilla y su cardenal. Los curas de las Romaxes, sus obispos y lo que establece Roma. Mendoza y los que le apoyan y el obispo de Cartagena. El cura que paga abortos, su arzobispo y la doctrina de la Iglesia. Los profesores de... y el dogma. EpC, su negocio y los obispos. Los mártires y el Prepósito general de la Compañía de Jesús. La Juan XXIII y sus adláteres y la Iglesia...
Señor López Quintana: me parece de coña, con perdón, que me erija a mí como el rompedor de la unidad de la Iglesia. Que otros han hecho añicos. Yo sólo cuento lo que pasa. Sectariamente, frívolamente y lo que usted quiera. Yo no suelo contestar a imbéciles. Con su pan se lo coman. De usted tengo otra opinión. Por eso le respondo. Pero creo que está muy equivocado. El problema no está en el espejo. Nunca lo estuvo. Lo malo está en quienes se miran en él.