¿El vicario general de Sevilla obispo?

Mano derecha del cardenal Amigo, obispo auxiliar preconizado por la curia sevillana tiene los días contados. Como los tiene su valedor. El cardenal por razón de edad y el vicario general porque Don Juan José no es Don Carlos. En los días del interregno pueden ocurrir dos cosas. Que quien gobierne efectivamente la archidiócesis sea el arzobispo coadjutor, en cuyo caso se le terminó a Ortiz el cacicato, o que la siga gobernado Ortiz, en un feo "ostentóreo" al coadjutor, con lo que iba a llevarlo claro cuando dentro de seis meses o de un año la palabra coadjutor haya desaparecido.
Eso no quiere decir que la primera medida que tomara como residencial Don Juan José fuera cesar al vicario. No suelen ser ese el estilo en la Iglesia. Pero madie daría un chavo por él. Incluso siguendo por algún tiempo como vicario general. Don Juan José va a gobernar él su diócesis. Eso lo sabe el más lerdo. Y de un modo muy distinto a Don Carlos. Entre otras cosas porque son muy distintos.
En vísperas, tal vez sicilianas, de un cambio radical en la archidiócesis hispalense, los amigos de Ortiz, frustrada la salida lógica de ser el obispo auxiliar de Don Carlos, que no le incapacitaba para luego sucederle, como ocurrió en Santiago con Rouco y con Barrio, que sucedieron a los auxiliados, Suquía y Rouco, le quieren encontrar acomodo mitrado. Y venden el engañabobos del puente de plata al enemigo que huye. Digo engañabobos porque como enemigo es muy escaso y ya suficientes puentes tiene el Guadalquivir para tender otro en el caso de que quiera marcharse.
La archidiócesis sevillana está mal. O muy mal, según unos cuantos. Responsable directísimo de ello es el vicario general. Activo o pasivo, que cada cual opine lo que quiera. Eso no se merece una mitra. Pero en la Iglesia todo es posible. Yo he visto como llegaban al episcopado personas con sus "meritos" o incluso mayores. Aunque luego dieron un pésimo resultado. No parece tampoco que esa sea la línea de los nombramientos desde hace tiempo. Aunque también hemos asistido a trueques penosos. Me voy si nombráis a Uriarte. Como para repetir.
Lo que sea se va a ver pronto. Porque lo normal sería que antes de Pascua se cubrieran Jerez, Guadix y Córdoba. A Menorca no le van a mandar. Ni en Alcalá se iba a dejar el cardenal Rouco. Y Oviedo y Toledo no lo sueña ni con cuarenta de fiebre. Si ahora lo tiene negro, con Fray Carlos de emérito lo del dante: lasciate ogni speranza. Lo dicho, no entra en mis quinielas. Pero alguna vez puedo fallar.