Tres profetas en septiembre

En el pasado mes de septiembre, tres portavoces de Dios hablaron para esta humanidad y para la Iglesia que buscan trabajosamente porvenir: el presidente de Uruguay José Mújica, el papa Francisco, y el obispo Raúl Vera. Sólo como llamada de atención para que levantemos la cabeza y miremos nuestra realidad con esperanza, transcribo algunas de sus frases.

Impresiona la intervención del presidente Mújica hablando en la ONU: “Tal vez nuestra primera tarea sea cuidar de la vida. Cargo inequívocamente con millones de compatriotas pobres. Cargo con las culturas originales aplastadas. Cargo con el deber de luchar por patria para todos. La política, la eterna madre del acontecer humano, quedó limitada a la economía y al mercado. Prometemos una vida de derroche y despilfarro, y en el fondo constituye una cuenta regresiva contra la naturaleza y contra la humanidad con futuro”

El Papa Francisco en una entrevista dijo :“Veo con claridad que la mayor urgencia que la Iglesia necesita con mayor urgencia es la capacidad de curar heridas”. Está evocando la misión que Jesús encomendó a sus discípulos: curad enfermos y expulsad demonios.

Y el obispo Raúl Vera habló de su ministerio como ”gran pasión por servir al desarrollo de mi patria y a los cambios del mundo”. En esa vocación se siente Iglesia “que atravesar los muros de sus templos, y entender que en medio de los pobres, de los perseguidos, de la gente amenazada de muerte…, es donde tiene que estar”.

Sobran en la sociedad y en la Iglesia profetas de calamidades que sólo ven un futuro lleno de catástrofes y desgracias. Según la fe cristiana, Dios no abandona nunca la humanidad que hizo suya en la encarnación. En Jesucristo ha firmado alianza nueva y definitiva de amistad en favor nuestro.Nuestro futuro es ya de gracia. Que los cristianos seamos testigos de esta novedad tan desconcertante como esperanzadora.
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