La soledad absoluta, ¿imposible e inmoral?
El cristiano siempre está abierto al prójimo, y no digamos al prójimo necesitado. Estamos hechos para los demás
Ciudades con puentes y ciudades con muros
Los puentes y muros que importan son los afectivos, los que unen o separan a las personas. Las buenos puentes y las buenas carreteras no son los de asfalto, sino los de amor.
Una ciudad cuyo arquitecto sea Dios
La "ciudad de Dios" no es sólo una realidad escatológica, algo que no es de este mundo, sino algo que es posible construir ya en este mundo.
La mesa, pálido reflejo del Reino de Dios
El Reino de Dios se parece a un banquete, pero no a cualquier banquete, sino a uno en el que caben todos, especialmente los más necesitados