Al iniciar la Cuaresma una reflexión desde el CELAM Miguel Cabrejos: "Pidamos la gracia de rechazar como Jesús, todas las insinuaciones del mal"

Miguel Cabrejos: "Pidamos la gracia de rechazar como Jesús, todas las insinuaciones del mal"
Miguel Cabrejos: "Pidamos la gracia de rechazar como Jesús, todas las insinuaciones del mal"

En el Primer Domingo de la Cuaresma la liturgia nos muestra la escena de las tentaciones que San Mateo construye en tres momentos que tienen como fondo el desierto, el templo de Jerusalén y una montaña altísima. Un drama que se desarrolla con estos escenarios y dos protagonistas: Jesús que es conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Así lo recuerda Mons. Miguel Cabrejos en su reflexión dominical

El presidente del Celam explica que ante la triple tentación Jesús responde con una triple citación de la Palabra Santa: "está escrito". Si bien el tentador hace vislumbrar delante de Cristo tres formas de mesianismo o religiosidad, Él responde a los tres desafíos con una única arma, aquella de la Sagrada Escritura. No usa ninguna palabra suya sino aquella escrita en la Biblia

"El diablo es la amenaza constante que interfiere en nuestra relación con Dios, el orienta el dilema de nuestra libertad hacia el rechazo de Dios, haciendo liberar nuestro límite, nuestra negatividad, la elección pecaminosa"

En el Primer Domingo de la Cuaresma la liturgia nos muestra la escena de las tentaciones que San Mateo construye en tres momentos que tienen como fondo el desierto, el templo de Jerusalén y una montaña altísima. Un drama que se desarrolla con estos escenarios y dos protagonistas: Jesús que es conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Así lo recuerda Mons. Miguel Cabrejos en su reflexión dominical.

Cuaresma

Una invitación

El presidente del Celam explica que ante la triple tentación Jesús responde con una triple citación de la Palabra Santa: "está escrito". Si bien el tentador hace vislumbrar delante de Cristo tres formas de mesianismo o religiosidad, Él responde a los tres desafíos con una única arma, aquella de la Sagrada Escritura. No usa ninguna palabra suya sino aquella escrita en la Biblia.

"El diablo es la amenaza constante que interfiere en nuestra relación con Dios, el orienta el dilema de nuestra libertad hacia el rechazo de Dios, haciendo liberar nuestro límite, nuestra negatividad, la elección pecaminosa".

Al respecto el presidente de la Conferencia Episcopal peruana advierte que también "el cristiano que camina en el bosque dantesco de la vida poblada de provocaciones sutiles o platónicas del bienestar, del éxito y del poder, debe tener como guía la Palabra de Dios que como relata el profeta Jeremías es como fuego que quema y martillo que rompe la roca del mal".

De hecho, explica el prelado, en otros episodios del Nuevo Testamento entra en escena la verdadera y propia realidad personal del mal, en cuya confrontación Jesús abre una fuerte polémica verbal, una realidad personal que reacciona con un grito de dolor cuando es derrotada por la potencia de la Palabra de Dios".

Jesús es tentado

Tres tentaciones

En esta oportunidad indica Mons. Cabrejos, la primera tentación la que se refiere a las piedras que se convierten en pan es posible definirla desde lo terrenal como esa tendencia a experimentar la unidad al sentido material de las cosas. Recordemos que "Cristo siempre se conmovió ante el hambre de la multitud de allí la multiplicación de los panes".

La segunda forma de tentación es el vuelo desde el pináculo del templo que en palabras del obispo peruano podemos entender como aquella religión mágica, publicitaria, de estrella del espectáculo sagrado. Esta tentación intenta minar la verdadera fe, que nos lleva a confiar en la palabra divina, como aparece explicado en el Evangelio de Mateo, “esta generación adúltera y perversa busca un signo, pero ningún signo se les dará”. Mientras que el apóstol Pablo escribe en la primera carta a los Corintios: “los jueces piden milagros, los griegos buscan sabiduría, nosotros proclamamos a Cristo crucificado”.

Y la tercera tentación es quizá la más fuerte, porque representa el mesianismo político, la tentación del poder y el bienestar. "Una idolatría implacable que exige al que le sigue una dedicación absoluta que puede equipararse a la que une al fiel auténtico al Dios vivo y verdadero." Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se dedicará a uno y desdeñará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero," aparece en el Evangelio de Lucas.

La Palabra Santa

Claves para vencer

Pero, según explica el arzobispo de Trujillo,"Jesús no se compromete con el poder político, el suyo no es un proyecto de dominio y de posesión sino de amor y de donación" por lo que es preciso comprender en el relato evangélico que la tentación de los panes se resuelve con la adhesión al proyecto de Dios que es más grande que los sistemas económicos y sociales.

Mientras que la tentación del pináculo del templo se resuelve con el rechazo de la pseudo-religión que en lugar de servir a Dios se sirve de Él y la tentación de la montaña ha de resolverse con el rechazo del poder opresivo y egoísta y en la adhesión a la única señoría, la que proviene de Dios.

En palabras del obispo peruano tenemos que rechazar la religiosidad que tiene en el centro al diablo, porque en el corazón de la fe está la gracia de Dios y la libertad del hombre y el tentador no puede asumirse como un principio del mal paralelo a Dios, aunque en negativo.

Ante situaciones similares que revelan nuestra fragilidad, Mons. Cabrejos nos invita a pedir la gracia de rechazar como Jesús todas las insinuaciones del mal para que llevemos la imagen de Dios en nuestra existencia, hacer siempre el bien, nunca el mal, porque según advierte el bien vuelve, el mal también y la justicia divina tarda, pero llega.

Oración

Resistir con firmeza

Sobre el tema solo nos bastaría con leer la narración de la liberación del endemoniado de Cafarnaúm en el Evangelio de Marcos, para entender que no solo se trata de una simple representación simbólica del poder del mal sobre los hombres. "Jesús mismo tiene la conciencia que la suya es una lucha contra “el príncipe de este mundo”, como lo denomina el Evangelio de San Juan al llamarlo Satanás: “Si yo expulso los demonios con el dedo de Dios entonces ha llegado entre ustedes el reino de Dios”.

A ello indica el prelado, también debemos agregar la fe constante de la Iglesia desde sus orígenes y que llega hasta nosotros con el documento sobre la fe cristiana y la demonología de la Congregación para la Doctrina de la fe, presentado en 1975 a al que se agregan las múltiples intervenciones del entonces Papa San Juan Pablo II al respecto.

De esta forma Mons. Cabrejos,  concluye que las palabras intensas de San Pedro resultan iluminadoras para la ocasión: “su enemigo, el diablo, como león rugiente va en busca de quien devorar. Resistan firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en el mundo sufren los mismos sufrimientos que ustedes,” o como en momento comentó el teólogo ortodoxo Pavel Evdokimov: “O el hombre es ángel de luz, icono de Dios, su semejanza, o acepta de llevar la imagen de la bestia diabólica”.

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