Cargar las pilas, en el Amor…

En estos meses de verano, algo cambia en nuestro ritmo de vida y en el lenguaje popular escucharemos muchas veces aquello de “cargar las pilas”. Sí, es como decirnos, cojamos nuevas fuerzas para continuar nuestra actividad laboral, después de casi todo un año de trabajo, es merecido un tiempo de vacaciones, de desconectar, descansar…. Todo ello es necesario y sin duda que muy saludable; también es cierto que hay personas que no tendrán quizás la oportunidad de hacer un alto en el camino y tomarse unas vacaciones, pero tenemos durante cada día del año la posibilidad de cargar siempre las pilas en el Amor.

Hay una frase que personalmente me acompaña: “Estrenar cada día de nuevo el Amor” (es de un sacerdote que durante unos años fue mi confesor y siempre me daba el regalo de esta frase, deseándome que lo viviera cada día en mi vida religiosa).

Creo que cada día se nos regala una nueva oportunidad para estrenar de nuevo el Amor porque éste no conoce de altos en el camino, porque nos vamos construyendo día a día y para ello, hemos de saber abrir el corazón a la gracia, para dejarnos transformar por el Amor de Dios y desde ahí la vida la vivimos de otra manera, porque Él nos lleva de la mano.

Con mi comunidad, tendremos la suerte, la necesidad y el regalo de “poner a punto” las pilas espirituales, las que cada día hemos de ir alimentando desde el Amor de Dios que mueve y guía nuestra vida religiosa; así nos tomaremos un tiempo más fuerte de oración e íntimo con el Señor: ejercicios espirituales.

Demos una mirada a nuestra vida hoy y busquemos para quien y con quien queremos cargar las pilas. Cuidemos nuestras relaciones ¡lo necesitamos, más de lo que creemos!; lo que verdaderamente nos llena es amar y ser amados.

Miremos lo que aportamos y damos de amor en nuestra opción de vida, ya sea, desde el matrimonio, la vida de comunidad, en la amistad...; tenemos un abanico de relaciones cotidianas, que no se nos escape la oportunidad de darnos, ofreciendo lo mejor de lo que somos, que los otros vean nuestra mirada del corazón que ama, se da lo que se tiene dentro ¡demos una sonrisa de Amor!

El Amor (1 Cor 13,4)…

Si no tengo amor, nada soy.
El amor es comprensivo,
el amor es servicial,
el amor no tiene envidia
ni se alegra del mal.
El amor, el amor no pasa nunca.
Dios es amor
El amor no es egoísta, no tiene vanidad,
No se alegra de la injusticia,
goza con la verdad.
El amor, el amor no pasa nunca.
Dios es amor
Si no tengo amor, nada soy.
Si no tengo a Dios, nada soy.
El amor, el amor, el amor,
el amor, no pasa nunca
Dios es amor.

CD: “En ti Vivimos”: Canciones inspiradas en textos de San Pablo).


Hna. Ana Isabel Pérez.
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