Después de más de una década, Tony Blair, reconoce que haber participado en la cumbre de las Azores en 2003 en la que se decidió poner un ultimátum a Saddam Husein, y declarar la guerra a Iraq con el pretexto de que el presidente del mismo poseía armas de destrucción masiva, fue un error. No soy una fan de Saddam, pero arremeter contra un pueblo sin tener la seguridad de la existencia de armas de destrucción masiva es de mucha gravedad y una gran falta de respeto a todo el pueblo que paga todavía hoy las consecuencias.

Nunca es tarde cuando llega”, dice el refrán, Blair ha reconocido su error. Pero lo más triste es ver como los otros dos mandatarios no reconocen su equivocación sino que uno afirma que España en esta ocasión estuvo donde tenía que estar. Los españoles no eran de la opinión de los tres presidentes así como otros países tampoco; pero estos señores estaban decididos a llevar a cabo, la llamada “Libertad iraquí”. Los españoles expresaron su disconformidad con diversas manifestaciones en contra de la intervención en varias ciudades españolas. No sirvió para nada. Todo y no tener el respaldo de la ONU los participantes en la cumbre de las Azores se lanzaron al ataque.

¡“Vaya libertad iraquí! Muchos de los graves problemas actuales de Iraq tienen su origen en esta guerra que ha costado tantas muertes, tantos desastres y tanto sufrimiento. ¡Qué injusticia! Texto: Hna. María Nuria Gaza.