Rutilio Grande

Rutilio
Rutilio Grande, sacerdote jesuita salvadoreño, asesinado el 12 de marzo de 1977, fue el detonador del cambio de actitud de Monseñor Oscar Romero. Desde jóvenes Rutilio y Oscar eran amigos.

Rutilio se ocupaba entre otras actividades de los “Delegados de la Palabra”, movimiento de organización campesina, que los terratenientes miraban con recelo por el temor de que los habitantes de las comunidades salvadoreñas se concienciaran de sus derechos.

Con frecuencia el sacerdote jesuita le comentaba a su amigo arzobispo de San Salvador, de las nefastas actuaciones del régimen. Monseñor Romero siempre le respondía que eran las malas lenguas que acusaban sin razón al gobierno. Pero cuando el 12 de marzo de 1977 le llegó la noticia del asesinado de su amigo Rutilio junto con otro salvadoreño y un joven de 16 años, después de pasar la noche a los pies de su cadáver exclamó: “Esto se acabó” y decidió no asistir a ningún acto gubernamental hasta que no se aclarase el asesinato y como el gobierno no hizo nada para investigar el caso, Monseñor no asistió a ninguna reunión oficial y cambió completamente de opinión.

Rutilio murió y desde aquél momento Monseñor Romero fue otro: Defensor de los campesinos, de las viudas que perdieron sus esposos en las terribles matanzas, de los pobres y de los niños.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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