Saltan como corderos

Corderos
Es de remarcar como los salmos buscan expresiones tomadas de la vida cotidiana. Israel era un pueblo agricultor, pescador y de pastoreo. Jesús durante su vida pública con frecuencia toma ejemplos de las tareas de sus oyentes. Los salmos emplean metáforas que los judíos al rezarlos podían comprender. He aquí uno de estos salmos, el 113, en que aparece comparada la vida pastoril. “¿Qué te pasa mar que huyes, y ti Jordán que te echas atrás? ¿Y a vosotros montes que saltáis como carneros; colinas que saltáis como corderos?” (vv. 5 y 6). El pueblo de Israel al pasar el río Jordán a pie enjuto y ver que después de tantas penurias entraban en la Tierra Prometida debían saltar y bailar como corderos cuando se ven en un prado de hierba fresca.

Nosotros los cristianos que nos sabemos en camino hacia la gloria prometida, también tendríamos que saltar y danzar de alegría. En occidente somos demasiado serios, nuestras liturgias son poco alegres, parecen de funeral. En esto África nos enseña la alegría de vivir en comunidad de creyentes y saben celebrarlo con expresividad. Recuerdo en una comunidad afroamericana la algazara que se montaba en las Eucaristías dominicales, era una verdadera celebración festiva en la que cantaba y bailaba toda la asamblea. Si Dios esta en medio de nosotros, si hemos invocado al Espíritu Santo para que descienda sobre las ofrendas y Jesús se hace presente en medio de nosotros, ¿por qué tanta seriedad? La alegría es un fruto del Espíritu, un santo triste, es un triste santo, dice el refrán. En nuestras celebraciones hay momentos de escucha y reflexión durante las lecturas, ¿por qué no habrá momentos de compartir nuestro gozo de ser hijos de Dios?Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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