Saltan como corderos

Nosotros los cristianos que nos sabemos en camino hacia la gloria prometida, también tendríamos que saltar y danzar de alegría. En occidente somos demasiado serios, nuestras liturgias son poco alegres, parecen de funeral. En esto África nos enseña la alegría de vivir en comunidad de creyentes y saben celebrarlo con expresividad. Recuerdo en una comunidad afroamericana la algazara que se montaba en las Eucaristías dominicales, era una verdadera celebración festiva en la que cantaba y bailaba toda la asamblea. Si Dios esta en medio de nosotros, si hemos invocado al Espíritu Santo para que descienda sobre las ofrendas y Jesús se hace presente en medio de nosotros, ¿por qué tanta seriedad? La alegría es un fruto del Espíritu, un santo triste, es un triste santo, dice el refrán. En nuestras celebraciones hay momentos de escucha y reflexión durante las lecturas, ¿por qué no habrá momentos de compartir nuestro gozo de ser hijos de Dios?Texto: Hna. María Nuria Gaza.