"El abuso de poder envenena la confianza y la relación con Dios. ¿Qué se deriva de ello?" Abusos en la Iglesia: relación entre dirección espiritual, cuidado pastoral y violencia sexualizada

Abuso de poder
Abuso de poder Milada Vigerova

La prestigiosa revista internacional de teología 'Concilium', editada por Verbo Divino, dedica un número monográfico a la cuestión de los 'Abusos en la Iglesia', donde, en una serie de colaboraciones compiladas por Michelle Becka, Huang Po-Ho y Gianluca Montaldi, se pone el foco no tanto en la violencia sexualizada contra los niños, sino las relaciones abusivas de dirección espiritual o cuidado pastoral y la violencia sexualizada en estos contextos

"Mientras que en el abuso sexual se desprecia la autodeterminación de la sexualidad del individuo, el abuso espiritual representa un desprecio de la autod terminación espiritual. Frases como el «amor de Dios» y la «voluntad de Dios» sirven a menudo para legitimar el abuso", señala 'Concilium' en su editorial

(Concilium).- Estamos en 2023 y el problema de los abusos sexuales y de otro tipo en la Iglesia es conocido desde hace mucho tiempo. Pero el tratamiento de los casos individuales y especialmente el trato a las víctimas/sobrevivientes, el tratamiento de las causas, los cambios de estructuras que favorecen los abusos, la introducción de controles y equilibrios y, por último, pero no por ello menos importante, la reflexión teológica al respecto son todavía insuficientes. Por eso es necesario este tema monográfico.

Abusos
Abusos

Ya en 2004, se dedicó un número de Concilium a este tema, con el título La traición estructural de la confianza. Regina Ammicht-Quinn, Hille Haker y Maureen Junker-Kenny editaron un número que apuntaba más allá de ese momento concreto. Desde 2004, algunas reivindicaciones se han cumplido, otras no, y algunas son actualmente (de nuevo o todavía) objeto de acalorados debates. Las consideraciones del número publicado en 2004 constituyen la base de las presentes reflexiones, y nos basamos en ellas. Al mismo tiempo, en el actual número, ponemos el énfasis de forma algo diferente.

Nuestro enfoque no es principalmente la violencia sexualizada contra los niños, sino las relaciones abusivas de dirección espiritual o cuidado pastoral y la violencia sexualizada en estos contextos. Este tema se está poniendo lentamente de relieve. A menudo el abuso sexual de un individuo va de la mano con el abuso espiritual, pero por supuesto ambos también ocurren por separado. Mientras que en el abuso sexual se desprecia la autodeterminación de la sexualidad del individuo, el abuso espiritual representa un desprecio de la autod terminación espiritual. Frases como el «amor de Dios» y la «voluntad de Dios» sirven a menudo para legitimar el abuso.

Individuos cosificados

  Abuso es un término engañoso; normalmente hablamos de violencia sexualizada. Es problemático porque podría sugerir que puede haber un uso «correcto» de una persona en contraste con su abuso. Por supuesto, eso no es posible: no hay un «uso» correcto o incorrecto de una persona porque una persona nunca debería ser utilizada en absoluto. Y, sin embargo, esta cuestión apunta exactamente al núcleo del problema, a saber, que, en los casos de abuso sexual, los individuos no son percibidos ni respetados como sujetos y personas.

Se les utiliza, se les cosifica, se les instrumentaliza. El mensaje de la persona que abusa es: «Soy superior a ti». Por lo tanto, el abuso es siempre un abuso de poder y un abuso de confianza, especialmente en las relaciones de dependencia. En particular en las relaciones de dirección espiritual o de atención pastoral, estas dependencias se revisten de términos religiosos. Este es precisamente el tema central de este número. Es en este sentido que utilizamos el término abuso, y lo utilizamos en plural, porque existen múltiples formas de abuso (abusos espirituales, psicológicos, sexuales, etc.).

Religiosas
Religiosas Mateus Campos

Como es tradición en Concilium, tratamos el tema desde diferentes perspectivas y lo abordamos de forma internacional. Esto, por sí solo, es una empresa difícil, aunque limitada. Porque mientras que en algunos lugares y en algunos casos se han descubierto las diversas formas de abuso, los afectados por el abuso pueden hablar de ello, y se ha iniciado un ajuste de cuentas crítico por parte de las instituciones y personas implicadas, en otros lugares, los casos de abuso siguen siendo ignorados, encubiertos, y los afectados por el abuso en cualquiera de sus formas no han hablado públicamente de ello.

En concreto, esto se traduce en un carácter muy diferente de las contribuciones. Algunas abordan este tema con cierta distancia y recurriendo a diversos estudios, para otras no se dispone de tales estudios y los planteamientos son más personales. Y algunas ni siquiera han podido escribirse. Esto es especialmente cierto en el caso de una contri- bución que pretendía presentar de forma muy concreta las experiencias de las mujeres, víctimas/supervivientes, de una región en particular, pero todavía no era posible expresar o publicar sus experiencias. No pueden (¿todavía?) hablar.

Esta es la situación en la que nos encontramos. Esta es la situación que queremos presentar, no completamente, sino a través de algunas piedras del mosaico, y reflexionar teológicamente sobre ellas. Al hacerlo, el equipo editorial desea respetar los diferentes enfoques, y solo hemos corregido ligeramente las contribuciones. Aquí se recogen diferentes puntos de vista, no se suavizan las tensiones entre las contribuciones, ni se suprimen las repeticiones.

"El abuso de poder envenena la confianza y la relación con Dios. ¿Qué se deriva de ello?"

A pesar de las diferencias entre las contribuciones, el contexto institucional común que está en juego en cada caso es la Iglesia. En este número nos preguntamos por el papel y la responsabilidad institucional y teológica de la Iglesia católica, tanto por causar sufrimiento al permitir relaciones abusivas como por sus prácticas de encubrimiento. El abuso de poder envenena la confianza y la relación con Dios. ¿Qué se deriva de ello?

Comenzamos, a modo de obertura, con una revisión del número de Concilium de 2004. Hille Haker explora los cambios que se han producido desde entonces en el discurso y las respuestas a la crisis de los abusos sexuales del clero. Además de la continua dificultad para hablar tras la violencia sexual, el silenciamiento de quienes han hablado se percibe ahora como un daño moral secundario y una injusticia epistémica.

Violencia y abuso de poder y coinciencia
Violencia y abuso de poder y coinciencia Diego San

La reflexión teológica sobre el tema comienza escuchando las voces de quienes han sufrido abusos. Las contribuciones de diferentes contextos muestran cómo las propias víctimas/supervivientes —o las personas que trabajan con ellas— procesan sus experiencias de abuso, cómo reflexionan narrativa o teológicamente, cómo siguen sufriendo por ello —o resistiendo con fuerza—. En esta línea, Ute Leimgruber, de Alemania, expone el significado del proyecto «Narrar como resistencia». El artículo no solo se centra en el fenómeno del «abuso contra mujeres adultas», sino que también extrae algunas claves de la lectura de los relatos de las víctimas.

Rocío Figueroa Alvear y David Tombs demuestran mediante desgarradores testimonios de víctimas/supervivientes de la comunidad 'Sodalitium Christianae Vitae' de Perú lo estrechamente relacionados que están allí (no solo) los abusos espirituales y sexuales. El artículo de Mari-Jo Thiel esboza la gestión de la crisis de abusos por parte de la Iglesia francesa y examina las conclusiones y recomendaciones de la CIASE (Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia) de octubre de 2021, que supuso una conmoción en Francia y más allá.

Federica Tourn y Ludovica Eugenio examinan la situación italiana y muestran lo poderoso que sigue siendo el muro de silencio, en la Iglesia y también en la sociedad. Soledad Del Villar se pregunta, desde el contexto chileno, cómo se puede entender a las víctimas/ sobrevivientes como un lugar teológico (locus theologicus) y establece una estrecha relación con Cristo crucificado. Mūmbi Kìgūtha reflexiona de forma muy personal sobre hasta qué punto un gran de equilibrio de poder en las relaciones pastorales fomenta el abuso, y muestra cómo esto se traduce en violencia institucional. Defiende un enfoque centrado en la víctima.

Conexión entre abusos, poder e institución

Los siguientes artículos reflexionan sobre la conexión entre abusos, poder e institución. Rhoderick John S. Abellanosa, de Filipinas, sitúa los abusos en un contexto más amplio y critica el elitismo y el poder eclesiásticos. Doris Reisinger, de Alemania, se centra en el abuso espiritual y argumenta cómo destruye la autodeterminación y la integridad espiritual. La relación ambivalente del magisterio con la libertad humana se identifica como un caldo de cultivo para el abuso espiritual. Virginia Saldanha, que acompaña a víctimas y supervivientes, explica la relación entre el poder clerical y la facilitación del abuso, con consecuencias devastadoras para la credibilidad de la Iglesia. Hans Zollner, S.J., concluye centrándose en las respuestas a los abusos y en la tarea que él denomina Aufarbeitung. Subraya las diferencias en la percepción y la experiencia de estos procesos por parte de las víctimas y los supervivientes, y ve una de las razones de ello en las distintas expectativas que ambas partes tienen de este proceso.

El número concluye con dos contribuciones en el Foro teológico que, en vista del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, abordan la cuestión de su universalidad desde dos perspectivas muy diferentes.

Concilium

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