En recientes manifestaciones, trabajadores y sindicatos han exigido al Gobierno salarios dignos La Iglesia en Filipinas reclama en una carta pastoral salarios justos y dignidad en el trabajo

Trabajadores filipinos reclamando subidas salariales
Trabajadores filipinos reclamando subidas salariales KMU

La Agencia Fides informa que los obispos filipinos abordaron las diversas cuestiones sociales que afectan a las personas en esta nación durante su la 130ª Asamblea Plenaria

En el ámbito interno, los obispos abordan el tema de la «buena gobernanza» y mencionan «el retraso del Senado en la ejecución de la solicitud constitucional para el procedimiento de destitución de la vicepresidenta, Sara Duterte»

(Vatican News).-

“Somos conscientes de la difícil situación de los trabajadores en nuestro país: los salarios que reciben están muy por debajo del salario mínimo que les permite satisfacer sus necesidades y mantener a sus familias”

Así lo escriben los obispos de Filipinas en la carta pastoral difundida al término de la 130ª Asamblea Plenaria, inspirada en el pasaje del profeta Miqueas que dice: «Lo que el Señor te pide es practicar la justicia, amar la bondad y caminar humildemente con tu Dios» (Miq 6,8).

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Tal como informa la Agencia Fides, el mensaje aborda la justicia aplicándola también a cuestiones internacionales, invitando a los fieles a «orar, ayunar y ofrecer sacrificios por la paz en Gaza y en todo el mundo», donde «los inocentes sufren más».

La "buena gobernanza" 

En el ámbito interno, los obispos abordan el tema de la «buena gobernanza» y mencionan «el retraso del Senado en la ejecución de la solicitud constitucional para el procedimiento de destitución de la vicepresidenta, Sara Duterte». Recuerdan que «la destitución, si se lleva a cabo con verdad y justicia, es un mecanismo democrático legítimo para la transparencia y la responsabilidad en la gobernanza».

Sara Duterte
Sara Duterte

Reconociendo que el tema de la justicia «comienza en casa», los obispos subrayan que «la Iglesia debe dar ejemplo garantizando salarios justos, prestaciones y un trato digno a los trabajadores de las instituciones eclesiásticas». Por ello, la Conferencia Episcopal lanza «un llamamiento al diálogo entre empleados, empleadores y Gobierno para llegar a soluciones mutuamente aceptables en materia de salarios justos y seguridad en el puesto de trabajo», conforme a las peticiones de los trabajadores y a la doctrina social de la Iglesia.

Entre los temas que ocupan el debate público en Filipinas se encuentra el salario mínimo diario para los trabajadores empleados en fábricas, obras, agricultura, comercio y trabajos informales, a menudo sin derechos ni garantías legales. En la zona metropolitana de Manila, el salario mínimo diario es de unos 650 pesos (unos 9 euros) por jornadas que superan frecuentemente las 8 horas, y es aún más bajo en otras regiones del país. En recientes manifestaciones, trabajadores y sindicatos han exigido al Gobierno salarios dignos, seguridad en el lugar de trabajo y un aumento del salario mínimo diario hasta al menos 1200 pesos.

Conscientes de que estas cuestiones afectan la vida de muchas familias, los obispos invitan al clero, laicos, trabajadores y líderes políticos a «colaborar para construir una sociedad justa y pacífica, practicando la justicia, amando el bien y caminando humildemente con nuestro Dios», permaneciendo vigilantes «en la defensa de la verdad, la justicia y la dignidad de cada persona humana».

La carta está firmada por el cardenal Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan, quien concluye su mandato como presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas y cederá el cargo a monseñor Gilbert Garcera, arzobispo de Lipa, que comenzará oficialmente su mandato en noviembre de 2025.

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