"Sembrando paz, fraternidad y respeto", les anima en una carta por sus 800 años El Papa alienta a los franciscanos de Tierra Santa a seguir "al lado de los hermanos de diversas etnias y religiones"

(C.D./RV).- Perseverar en Tierra Santa "al lado de los hermanos de diversas culturas, etnias y religiones, sembrando paz, fraternidad y respeto". Ese es el encargo que ha dado el Papa a los franciscanos de Israel y Palestina, en una carta con ocasión de los 800 años de la presencia de los frailes "en los lugares donde el Hijo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros".

Recordando que San Francisco abrió la Orden a la "dimensión misionera y universal", enviando a sus frailes a todas las naciones como testimonios de fe, de fraternidad y de paz, y que fue así cómo se creó la Provincia de Tierra Santa, el Papa subraya las celebraciones en las que los franciscanos renuevan su "adhesión a la llamada de Jesús, en fidelidad al Evangelio y a la Iglesia".

"Asiduos a la contemplación y la oración, simples y pobres, obedientes al obispo de Roma, están comprometidos también en el presente a vivir en Tierra Santa al lado de los hermanos de diversas culturas, etnias y religiones, sembrando paz, fraternidad y respeto", escribe el Santo Padre, poniendo de relieve la dedicación de los franciscanos en la investigación arqueológica y de la Sagrada Escritura, sin olvidar la importancia de la animación de los Santuarios y el servicio a la Comunidad eclesial local, con una exhortación entrañable:

"Los aliento a perseverar alegres en sostener a estos hermanos nuestros, sobre todo a los más pobres y débiles, en la educación de la juventud -que a menudo corren el riesgo de perder la esperanza en un contexto aún sin paz- en la acogida de los ancianos y en el cuidado de los enfermos, viviendo concretamente en el día a día las obras de misericordia".

El Papa Francisco destaca asimismo que "son embajadores del todo el Pueblo de Dios, que con liberalidad los ha sostenido siempre, en particular a través de la 'Colecta por la Tierra Santa', que contribuye a hacer que en la Tierra de Jesús la fe se haga visible en las obras y, que, en especial, los sostiene en nombre del Sucesor de Pedro y de la Congregación para las Iglesias Orientales, que celebra en estos mismos días su centenario".

La misiva pontificia concluye encomendando la Custodia de Tierra Santa y cada una de sus comunidades, así como a todos los franciscanos a la maternal protección de la Virgen María, invocando asimismo la intercesión de su santo patrono Antonio de Padua.

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