Declaración sobre la Fraternidad Humana "Queremos gritar al mundo en nombre de la fraternidad: ¡Nunca jamás la guerra!"

Parolin, con Mohamed Yunus
Parolin, con Mohamed Yunus Vatican Media

"Animamos a los países a promover esfuerzos conjuntos para crear sociedades de paz, como por ejemplo la creación de  un Ministerio para la Paz"

"Nos comprometemos a purificar la tierra manchada por la sangre de la violencia y el odio, por las desigualdades sociales  y la corrupción del corazón. Al odio respondemos con el amor"

"Queremos construir el futuro en las notas del Cántico de las Criaturas de San Francisco, la canción de la vida eterna. La  trama de la fraternidad universal teje los hilos de los versos del Cántico: todo está en relación, y en relación con todo y  con todos está la vida"

DECLARACIÓN SOBRE LA FRATERNIDAD HUMANA 

Roma, Plaza San Pedro, 10 de junio de 2023 

"Somos distintos, somos diferentes, tenemos diferentes culturas y religiones, pero somos hermanos y queremos vivir en  paz" (Papa Francisco). Cada hombre es mi hermano, cada mujer es mi hermana, siempre. Queremos vivir juntos, como  hermanos y hermanas, en el Jardín que es la Tierra. El Jardín de la fraternidad es la condición de vida para todos. 

Somos testigos de cómo, en cada rincón del mundo, florece la armonía perdida cuando se respeta la dignidad, se secan  las lágrimas, se remunera justamente el trabajo, se garantiza la educación, se cuida la salud, se aprecia la diversidad, se  resana la naturaleza, se honra la justicia y las comunidades aceptan la soledad y los miedos. 

Juntos, elegimos vivir nuestras relaciones basadas en la fraternidad, que se alimenta del diálogo y del perdón que “no  implica olvido" (FT, n. 250), pero renunciando a "ser poseídos por esa misma fuerza destructiva" (FT, n. 251) que todos  sufrimos sus consecuencias. 

Unidos con el Papa Francisco, queremos reafirmar que "la verdadera reconciliación no escapa del conflicto sino que se  logra en el conflicto, superándolo a través del diálogo y de la negociación transparente, sincera y paciente" (FT, n. 244).  Todo ello en el marco de la arquitectura de los derechos humanos. 

Queremos gritar al mundo en nombre de la fraternidad: ¡Nunca jamás guerra! Es la paz, la justicia, la igualdad lo que  guía el destino de toda la humanidad. ¡No al miedo, a la violencia sexual y doméstica! No más conflictos armados.  Acabemos con las armas nucleares y las minas terrestres. No más migraciones forzadas, limpiezas étnicas, dictaduras,  corrupción y esclavitud. Detengamos el uso manipulador de la tecnología y de la inteligencia artificial, antepongamos  el desarrollo tecnológico y abonémoslo a la fraternidad. 

Animamos a los países a promover esfuerzos conjuntos para crear sociedades de paz, como por ejemplo la creación de  un Ministerio para la Paz.  

Nosotros, reunidos con motivo del primer Encuentro Mundial de la Fraternidad Humana, llamamos a todos  los hombres y mujeres de buena voluntad a abrazar nuestro llamado a la fraternidad. Nuestros hijos, nuestro futuro sólo  pueden prosperar en un mundo de paz, justicia e igualdad, en beneficio de la única familia humana: sólo la fraternidad  crea humanidad

Nos comprometemos a purificar la tierra manchada por la sangre de la violencia y el odio, por las desigualdades sociales  y la corrupción del corazón. Al odio respondemos con el amor. 

La compasión, el compartir, la generosidad, la sobriedad y la responsabilidad son para nosotros las elecciones que nutren  la fraternidad personal, la fraternidad del corazón. 

Hacer crecer la semilla de la fraternidad espiritual comienza con nosotros. Es suficiente plantar una pequeña semilla  cada día en nuestros mundos relacionales: nuestros hogares, barrios, escuelas, lugares de trabajo, plazas públicas e  instituciones de toma de decisiones. 

También creemos en la fraternidad social que reconoce la igual dignidad para todos, fomenta la amistad y la pertenencia,  promueve la educación, la igualdad de oportunidades, el trabajo decente, la justicia social, la hospitalidad, la solidaridad  y la cooperación, la economía social solidaria y una transición ecológica justa, una agricultura sostenible, que garantice  el acceso a los alimentos para todos, con el fin de promover unas relaciones armoniosas, basadas en el respeto mutuo y  el cuidado del bienestar de todos.  

En este horizonte, es posible desarrollar acciones de proximidad y leyes humanas, porque "la fraternidad tiene algo  positivo que ofrecer a la libertad y a la igualdad" (FT, n. 103).  

Juntos, queremos construir una fraternidad ambiental, hacer las paces con la naturaleza, reconociendo que "todo está  en relación": el destino del mundo, el cuidado de la creación, la armonía de la naturaleza y los estilos de vida sostenibles.  Queremos construir el futuro en las notas del Cántico de las Criaturas de San Francisco, la canción de la vida eterna. La  trama de la fraternidad universal teje los hilos de los versos del Cántico: todo está en relación, y en relación con todo y  con todos está la vida. 

Por lo tanto, nosotros, reunidos con motivo del primer Encuentro Mundial de la Fraternidad Humana, llamamos a todos  los hombres y mujeres de buena voluntad a abrazar nuestro llamado a la fraternidad. Nuestros hijos, nuestro futuro sólo  pueden prosperar en un mundo de paz, justicia e igualdad, en beneficio de la única familia humana: sólo la fraternidad  crea humanidad. 

Depende de nuestra libertad querer la fraternidad y construirla juntos en la unidad. Únete a nosotros firmando este  llamado para abrazar este sueño y transformarlo en prácticas cotidianas, para que llegue a las mentes y corazones de los  líderes y de aquellos que, en todos los niveles, tienen una pequeña o gran responsabilidad cívica.

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