150 Aniversario de la Diócesis de Vitoria, con la palabra: MAGISTRAL


El 26 de enero de 2012 quedará ya como la fecha del pistoletazo oficial de inicio del Año Jubilar con motivo del 150 Aniversario de la creación de la Diócesis de Vitoria.
El acto se celebró en el Teatro Principal de la capital alavesa y con el aforo completo y la presencia de los máximos responsables de las autoridades locales (Diputación Foral, Juntas Generales y Ayuntamiento), el resto del pueblo fiel representado en todos sus estamentos y colectivos (sacerdotes, religiosos y laicos). Las diócesis de Bilbao y san Sebastián estuvieron representadas por sus vicarios generales.
El sencillo programa daba comienzo con las palabras del XIV obispo de Vitoria, Miguel José Asurmendi Aramendía, quien se dirigía al público asistente diciendo. “Con este acto damos comienzo a la celebración, a lo largo del año 2012, del 150 aniversario de la Diócesis de Vitoria. Con un saludo afectuoso y agradecido me dirijo a cuantos os sentís parte viva de esta Iglesia diocesana que se extiende por el Territorio Histórico Alavés, y los enclaves de Orduña, Treviño y La Puebla de Arganzón. Saludo también a quienes con sentimientos diversos queréis acompañarnos de algún modo en este acontecimiento históricamente relevante no sólo para la Iglesia y los creyentes sino también para nuestra sociedad y el conjunto de los ciudadanos.”
Y concluía su saludo inaugural fijando la fecha clave de estas celebraciones y apuntando el espíritu de las mismas: “este pregón abre un año de celebraciones, entre las que el día 29 de Abril será la fiesta central, en los 150 años de la creación de la Diócesis. A lo largo de los meses del año tendrán lugar diversas celebraciones religiosas, acciones culturales y sociales, que oportunamente se irán convocando y dando a conocer.
No se trata en todo caso de simples actos conmemorativos, son acciones de una Iglesia que a través del anuncio o servicio de la palabra, del compromiso social de la caridad y la celebración festiva de su liturgia quiere seguir compartiendo la Buena Noticia de Jesucristo con los hombres y mujeres de nuestra sociedad y nuestro tiempo.
Esas realizaciones tienen alma: hemos de hacer de ellas una ocasión para renovar la vocación cristiana, la comunión eclesial y la misión evangelizadora del Pueblo de Dios en nuestra Diócesis. Quedáis todos invitados.”


A continuación tomó la palabra el profesor Santiago de Pablo, quien magistralmente hizo un esfuerzo de síntesis muy ilustrativa de los que han sido los 150 años de historia de esta “joven diócesis de Vitoria”. Santiago de Pablo es el responsable de una publicación que recoge precisamente la historia de estos 150 años y que pronto se dará a conocer.
Santiago de Pablo expuso algunas de las pinceladas más significativas de la creación de esta demarcación eclesiástica, la importancia del papel de las instituciones públicas en la demanda de la creación de esta diócesis que complementaron los argumentos pastorales ya existentes para que la Santa Sede accediese a la consideración de Vitoria como sede episcopal; También se refirió a los vínculos que siempre han existido entre los tres territorios vascos, inicialmente bajo una misma demarcación eclesiástica y posteriormente tras el desmembramiento y la creación de las diócesis de Bilbao y San Sebastián, una decisión no exenta de connotaciones políticas además de las pastorales; Santiago de Pablo repasó el episcopologio vitoriano destacando algunos aspectos del paso de cada uno de ellos por esta diócesis. Especial mención tuvo D. Mateo Múgica (1928 – 1937) quien tuvo que lidiar tiempos difíciles y sufrir en carne propia los efectos de los vaivenes políticos; otros hitos de la historia de la Diócesis de Vitoria fueron destacados por el profesor Santiago de Pablo de quien se puede decir que su intervención fue magistral.

Por último el coro Claustrum Armonicum Abesbatza, bajo la batuta del director Xabi Sarasua hizo las delicias de los asistentes que premiaron con una prolongada ovación las cuatro (+ 1) piezas musicales.

A las 21 horas el público empezó abandonar el teatro tras haber sido emplazado para futuras citas relacionadas con esta efeméride: el 150 Aniversario de la Diócesis de Vitoria.

Non solum sed etiam.

La sencillez y el buen gusto podrían ser dos de los muchos buenos calificativos que se pueden aplicar al acto que ponía punto de partida a las celebraciones del 150 Aniversario de la Diócesis de Vitoria. Una diócesis joven, comparada con la historia de la Iglesia y de algunas de las diócesis más cercanas como Burgos o Pamplona, pero con una vida intensa, convulsa, fructífera y apasionante en muchas de sus épocas.
Tiempo tendremos para seguir repasando la historia de esta Iglesia en el País Vasco, de su pasado, de su presente y sobre todo de sus pretensiones para el futuro.
Hoy lo que toca es reseñar que el inicio de este Año Jubilar comenzó de manera MA-GIS-TRAL.
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