A la luz de los signos de los tiempos HISTÓRICA OPORTUNIDAD para vivir Por Cristo, con Él y en Él.

HISTÓRICA OPORTUNIDAD para vivir Por Cristo, con Él y en Él.
HISTÓRICA OPORTUNIDAD para vivir Por Cristo, con Él y en Él.

Mateo 6.6, un tiempo para la intimidad con Dios y para reconocer otras realidades

¿Cuantos cristianos pasan, no quince días, sino meses, sin acceso a los sacramentos?

Esta mañana me encontraba con un amigo y vecino de la infancia y me comentaba la desazón con la que su madre había recibido la noticia de la suspensión de las misas. 

No es un caso único. Muchas personas, por edad o por vivir la necesidad del “Pan nuestro de cada día” con una fuerza que marca su vida, se han visto descolocadas ante una decisión HISTÓRICA. Sí, ni sus bisabuelos conocieron una decisión igual.  Por lo tanto “de algo gordo se trata como para que quiten las misas”. Y cierto, es algo gordo, es una situación excepcional, pero también es una OPORTUNIDAD HISTÓRICA.

Las primeras comunidades cristianas se reunían en las casas, en los hogares. Las casas eran esas iglesias domésticas que hoy tenemos la OPORTUNIDAD HISTÓRICA de revivir.

Siempre hemos proclamado el poder de la oración, y leemos en el Evangelio que aquello que pidamos al Padre en nombre de Jesús Él nos lo concederá. Pues bien, aquí tenemos una OPORTUNIDAD HISTÓRICA  de comprobar que eso es Palabra de Dios. 

Y para rezar, cierto que la comunidad es lo ideal, y nuestra fe es comunitaria, pero participamos de la comunión de los santos, y tenemos Mateo 6,6. “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” 

Es cierto que desde mañana no se celebrarán eucaristías públicas, la Diócesis ofertará, y otros medios de comunicación ya lo hacen, la opción de sumarse a una eucaristía retransmitida por televisión, internet o radio. Y el obispo firmará hoy una dispensa de la eucaristía dominical. Pero, pensemos un momento en un reciente acontecimiento histórico, el Sínodo de la Amazonía. ¿Cual fue una de las cuestiones que preocupaba a la Iglesia en aquella zona del planeta? las dificultades para el acceso a los sacramentos de muchas comunidades, y particularmente de la Eucaristía. ¡Qué OPORTUNIDAD HISTÓRICA para sintonizar con nuestros hermanos de la Amazonía y de otros lugares del planeta que NO puede celebrar la Eucaristía ni tener acceso a los Sacramentos!

Que este domingo no vayamos a misa no quiere decir que nos perdamos la OPORTUNIDAD HISTÓRICA de vivir Por Cristo, con Él y en Él.

Non solum sed etiam ( y nunca mejor dicho)

Una doctora y buena amiga me ha hecho una matización al texto que acabo de enviar y que considero muy acertada y oportuna: “NO organicéis NADA en las casas” ¡Claro, no había caído! Que a nadie se le ocurra organizar reuniones piadosas o “eucaristías clandestinas”.Y sigue diciendo mi buena amiga y doctora: “los que no están vinculados al mundo sanitario, la población en general, tiene un papel importantísimo siguiendo las indicaciones de higiene y aislamiento. Lavar las superficies y lavarse las manos. No salir de casa salvo por necesidad justificada. El objetivo es bajar la curva de infección para que el sistema sanitario pueda atender a todos con la mejor calidad asistencial.” En definitiva, y respecto al texto que se podría titular: Cada uno en su casa y Dios en la de todos.

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