Los incómodos en la Iglesia: desde Pablo hasta … tú mismo. (parte II)

Efectos de ir a una Jornada de Pastoral.

Con más retraso del que yo quisiera, pero a todo no llegamos en esta vida, ofrezco la segunda parte de esta serie titulada “Los incómodos en la Iglesia” nacida a raíz de las últimas Jornadas de Teología y Pastoral del INVIRE en Vitoria.

La segunda ponencia corrió a cargo del profesor Carlos Gil:
El profesor Gil hizo un repaso por los dos primero siglos del cristianismo en los que distinguió cuatro generaciones que por fecharlas de alguna manera se encontrarían entre los años 30/70/110/150 y 190.
Fue desgranando las características más destacadas de cada generación. Así de la primera destacaba la predominancia de la tradición oral frente a la escrita o cómo la cercanía a la experiencia de la Pascua hacía que el carisma del líder (Jesús) estuviese muy vivo entre sus discípulos y que fuese un periodo de mucha creatividad lo que dio lugar a la creación de diversas corrientes, de diversos modos de sentirse seguidor de Jesús. (dato importante)

De la segunda generación destacó ser una época en la que por un lado se intentó sintetizar las corrientes existentes y por otro lado la definición de las grandes cuatro corrientes, o tradiciones del cristianismo, a saber: El judeocristianismo, El paulocristianismo o cristianismo paulino, los intentos de síntesis de la tradición petrina, y el cristianismo joánico. Es también un momento importante de expansión.

De lo que dijo en referencia a la 3ª generación me quedo con lo de la asunción del modelo patriarcal, del concepto de “la Casa de Dios” y con la referencia a los “hechos apócrifos de Pablo y Tecla”. Particularmente esta tal “Tecla” debió ser una mujer que “marcó estilo”.

En la cuarta generación es cuando nace reconocida como tal la RELIGION Cristiana, porque hay ritos, escritos, creencias definidas, hay una cultura material, el codex, el libro como seña de identidad cristiana y los edificios propios.

Pero lo más jugoso, a mi entender, vino con el texto literal de un libro sobre las cartas originales de San Pablo que está a punto de publicarse y en el que se dice: ““Es posible defender la idea de que Pablo únicamente se incorporó al canon gracias a la presentación dulcificada e idéntica de los hechos y las cartas pastorales ya que el pablo de las Cartas originales era demasiado controvertido y exigente para la tranquilidad de la Iglesia, de hecho para ser fieles a la verdad hay que decir que Pablo es un difícil e incómodo miembro del canon del Nuevo Testamento”

A este texto Carlos Gil añadió: “El Pablo de hechos y de las cartas pastorales es mucho menos incomodo, es un Pablo domesticado, ecesiasticalizado, dulcificado, pacificado.”

Hay varios datos significativos “como el planteamiento escatológico de Pablo que aparece en la 1ª a los Tesalonicenses y que se ve corregida en la 2ª escrita años después por sus discípulos o la 2ª de Pedro; o la rebelde y crítica actitud a los poderes civiles, pues en el capítulo 13 de la carta a los romanos aparece una glosa en la que a Pablo se le hace decir que hay que ser obediente a todas las autoridades civiles en todas las circunstancias posibles. Esto Pablo no lo cumplió nunca en su vida.”
En el grupo de los incómodos se habló también de Marcos y de las mujeres y los esclavos.

En el apartado de las conclusiones el profesor Gil apuntó:

“La relación con el mundo, fue un punto importante de contraste y divergencia. Las corrientes que han triunfado en el cristianismo evolutivo, aunque al principio fueran minoritarias y marginales, fueron precisamente las no sectarias. Las que miraban al mundo más como desafío que como corrupción y condenación.”

“Ante las profecías apocalípticas con las que hoy nos encontramos hay que subrayar que los cristianos no tenemos un futuro solos; no podemos pensar que somos los salvadores del mundo, en la medida que nos situemos como los salvadores del mundo vamos a fracasar.”

“El testigo de Jesús hoy es sobre todo testigo de lo que Dios hace en el mundo, sin el mundo el creyente no es nada.”

“Tenemos que recuperar la teología de la cruz, lugar de revelación de Dios. A Dios solo se le descubre en la cruz.”


“Así como estas corrientes primitivas del cristianismo incorporaron especialmente a las personas subordinadas de acuerdo al modelo patriarcal: mujeres, esclavos, extranjeros, a nosotros nos convendría hoy mirar a nuestros ámbitos marginales, a los insatisfechos de nuestra sociedad y a los grupos underground. Valorar lo marginal y desviado como posibilidad de renovación y de transformación de la Iglesia del mundo es más que una mera idea vital. Desde el punto de vista cristiano quizá no es lo nuevo lo que traiga la novedad sino lo marginal lo insignificante, lo vulnerable, lo despreciado, aprender a ver como Dios ve.”

Las tensiones, las divergencias, la pluralidad en sus contrastes y sus divergencias es un elemento identitario del ser cristiano, se es cristiano siendo plural. El mejor modo de garantizar el futuro es cultivar la pluralidad.”

“Tenemos que ser capaces de sacar las consecuencias de la incompatibilidad entre la ley y la fe: La ley y la fe no casan juntas, no van juntas hay que subrayar más el testimonio que la doctrina.”

“La relevancia de lo sucedido en aquellos primeros dos siglos para el presente es que aquel fue un momento clave para la configuración del mensaje y de la identidad de los seguidores de Jesús. Que cada generación se fue adaptando a sus nuevas circunstancias lo mismo que cada comunidad hizo un gran esfuerzo de adaptación a su entorno, a veces polémico, a veces en resistencia, a veces en adaptación. Que fue un trabajo de cada grupo de seguidores para hacer relevante la buena noticia de Jesús en su entorno y que ese es el trabajo que ha tocado a todas las generaciones y que nos toca hoy también a nosotros como seguidores de Jesús.”

Hasta aquí lo que dio la conferencia. En el tiempo del diálogo lo más destacado fue:

“Hay un dato que nos dice que todas estas personas, subordinadas conforme al modelo patriarcal imperante, tuvieron un enorme protagonismo en la primer a generación porque en la segunda y tercera generación se pretende que estas personas, mujeres, esclavos y extranjeros, no tengan el protagonismo que venían teniendo hasta entonces, por eso se les conmina a que se callen. La insistencia descubre que en ese tema hay una preocupación.”

"El análisis que sugiere este dato no apunta tanto a un comportamiento machista, que sí se daría en algunos casos, como cuanto al escándalo que suponía en una sociedad tan marcadamente patriarcal el que las mujeres de la comunidades cristianas, especialmente de las comunidades paulinas, predicasen, hiciesen una labor evangelizadora como los hombres. Resultaba un elemento negativo, estaban mal vistas.”

“La explicación del motivo por el que todos estos colectivos entraban en las comunidades y adquirían protagonismo lo ofrece Pablo valiéndose del principio teológico que formula cuando dice en la carta a los Gálatas que en Cristo no hay judío ni pagano, ni libre ni esclavo, ni hombres y mujeres, en las comunidades cristianas no cabe hacer distinciones.”

“Eso tiene una especial relevancia hoy porque, entre otras razones, las campañas vocacionales que organizamos están orientadas a un tipo de joven con un perfil determinado: un joven bastante satisfecho y que ocupa un lugar social muy central, forma parte de las corrientes culturales hegemónicas. No interesan los que hacen preguntas incomodas que son más insatisfechos, y que plantean cambios. Eso resulta incomodo. Hacemos unas campañas vocacionales orientadas a aquellos que creemos que van a dar continuidad a la Iglesia y confundimos dar continuidad a la Iglesia con mantener los modelos, las instituciones tal y como las tenemos actualmente. Eso es un tremendo error. Lo mejor sería arriesgarnos a buscar e invitar a aquellos que lo que quieren es cambiar, que son insatisfechos porque este es el único modo de que la Iglesia tenga posibilidades de futuro. Que alguien que todavía este aquí venga y cambie esto. Si los que piensan diferente callan, están colaborando en la muerte del proyecto de Jesús.”

Non solum sed etiam …

Lo primero que me surge tras releer algunas de las aportaciones de esta segunda ponencia es dar las gracias a cuantos a lo largo de la historia han ido colocando, calificando, clasificando, catalogando, etiquetando, señalando a los “Incómodos de la Iglesia”.
Qué sería de nosotros sin Pablo, sin Marcos, sin mujeres como Tecla, sin Francisco de Asís, sin Teresa de Jesús, sin Juan de la Cruz, sin Lutero, … y quizá hoy habría que seguir añadiendo sin Hans Küng, sin Boff, sin Pagola, sin Arregui, … sin, quizá tú mismo.

La siguiente reflexión es que, además de criticar a quienes defienden a ultranza lo “canónico”, (que al fin y al cabo es fácil y en algunos círculos siempre queda bien) hay que reconocer el valor del esfuerzo y el trabajo de quienes a lo largo de los siglos se han preocupado y ocupado por establecer y consignar esas reglas o preceptos, por codificar, por reunir en un codex, y defender lo aceptado en un consenso determinado en un momento determinado, porque solo existiendo el canon ha sido posible que otros “se lo saltasen a la torera”.
Y si damos gracias a los atrevidos, a los “transgresores”, también a los constructores de “lo establecido”. Y si ampliamos un poco más la mirada, veremos que esto se ha repetido en la historia de la humanidad en otras áreas en donde lo “evidente” se ha refutado desde la experiencia personal. Pero para eso hay que haber dado el paso y lanzarse a ser diferente, a llegar a ser uno de los “incómodos”.
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