(Jesús Mauleón).- Lo leemos repetido en los periódicos: Un coche coreano con unas ventas insignificantes podría convertirse en un vehículo de moda gracias al "efecto Francisco". Se trata del Kia Soul que utilizó el papa en la reciente visita a Corea del Sur. El pidió previamente que lo trasladaran en el automóvil más pequeño fabricado allí. Ahora resulta que las ventas de este modestísimo utilitario se han disparado dentro y fuera del país que acogió al pontífice.
Para leer el artículo completo, pinche aquí