"Yo no sacaría de allí a Franco" Lugares de Memoria

(Javier Elzo, en Diario Vasco).- La mayoría de la comisión de expertos propuesta por el actual Gobierno para estudiar el futuro del Valle de los Caídos considera que los restos del general Franco sean trasladados al sitio que designe la familia o, en su caso, al que se considere digno y más adecuado. La comisión ha supeditado esta decisión a que el Gobierno alcance un consenso parlamentario así como la autorización de la Iglesia al ser la autoridad competente en un lugar de culto.

Sobre José Antonio Primo de Rivera recomienda mantenerlo en el Valle al ser víctima durante la guerra, pero «sin ocupar un lugar destacado» sobre el resto de fallecidos.

El Valle de los Caídos cabe clasificar, siguiendo al historiador francés Francis Nora, como un «lugar de la memoria». Nora dirigió una enorme investigación cuyo objetivo era establecer un inventario de los lugares donde está encarnada la memoria nacional francesa.

Hace mes y medio, por primera, y única, vez en mi vida, entré en el Palacio de Aiete de San Sebastián. En la habitación, que después supe que era la que utilizaba Franco para descansar, colgaba de la pared un Mapa de la Memoria de las víctimas del Terrorismo en San Sebastián. Desde donde estaba sentado (habría en la habitación unas 25 personas), no distinguía el detalle del Mapa.

Pregunté si también estaban las victimas del Palacio de la Cumbre, a escasos 200 metros de donde nos encontrábamos, Lasa y Zabala. Me dijeron que no, que solamente estaban las víctimas del terrorismo de ETA. Personalmente pienso que, si se quiere que sea un memorial de reconciliación, deben estar todas las víctimas de motivación política. Sí, juntas, juntas pero no revueltas, o en mapas separados, cabe deliberar. Pero deben estar todas.

Si se quiere hacer del Valle de los Caídos un lugar de memoria de los muertos en la guerra civil (1936-1939) obviamente no puede estar Franco en ese lugar. Pero tampoco los presos republicanos que allí se enterraron mientras la construían, como parece que sucedió. Pero si se quiere hacer del Valle de los Caídos un lugar de reconciliación, yo no sacaría de allí a Franco. Eso sí, como dice la comisión de expertos de José Antonio, movería a ambos, Franco y José Antonio, de donde están y, en su lugar, colocaría los restos de dos personas anónimas: una republicana y otra del bando llamado nacional. Con dos llamas permanentemente encendidas.

Tras un conflicto sangriento cabe pensar, en positivo, en una coexistencia pacifica, en una convivencia ciudadana, en una reconciliación entre personas e, incluso, en una fraternidad social. Recuerden: «libertad, igual y fraternidad». ¿A qué aspiramos?

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