(Juan José Primo Jurado).- Polémica innecesaria la desatada por la solicitud del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, de que los rótulos informativos del callejero y las guías turísticas denominen Catedral de Córdoba a la que hasta ahora se nombra como Mezquita-Catedral. Y decimos que es innecesaria porque tanto Córdoba como la Iglesia Católica cordobesa tienen otros problemas más importantes que éste a los que dedicarles tiempo para resolverlos.
Tal como está planteado, el tema corresponde más a lo cultural que a lo religioso. Pocos discuten que sea un templo consagrado y dedicado al culto cristiano, y nadie se extraña que en horarios de misas, celebraciones o recorridos procesionales, se hable solo de Catedral. Pero también es un monumento, Patrimonio de la Humanidad, y para cordobeses y visitantes, el concepto Mezquita-Catedral que figura en rótulos y guías cuadra mejor con dicha dimensión cultural.
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