"Juntos, encontremos soluciones para que nadie se quede sin trabajo" ¡Respeto del derecho a un trabajo decente para todos y todas!

Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos
Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos MMTC

En Europa, el racismo y el miedo a los migrantes son instrumentalizados por la derecha política para favorecer la reducción de las protecciones sociales. También se señala el trabajo precario de los sectores informales, especialmente entre las trabajadoras domésticas

Este compromiso solidario con las personas migrantes no es ajeno a las continuas luchas para que el trabajo permita a cada persona realizarse, a las familias vivir con dignidad y a la sociedad ser más humana

De hecho, la DSI nos impulsa a apoyar a los más vulnerables, a luchar contra las injusticias y la discriminación, a defender el derecho a un trabajo seguro y digno

En 2021, Ottoniel Lares Batzibal, trabajador agrícola migrante guatemalteco, falleció aplastado por el peso de un vehículo propiedad de su empleador, mientras cambiaba un neumático defectuoso. Tras cuatro años de arduo trabajo por parte de la Red de Ayuda a los Trabajadores Agrícolas Migrantes de Quebec (RATTMAQ), la decisión del Tribunal de Apelación de Quebec ordena a la Comisión de Normas, Equidad, Salud y Seguridad en el Trabajo (CNESST) pagar una indemnización por fallecimiento a la familia del señor Ottoniel.

 «Esta victoria es en honor a mi padre», declaró desde Guatemala María Teresa Lares Batzibal, hija del fallecido. Cuatro años de ardua lucha por un trabajo digno, que respete los derechos laborales de los migrantes.

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Podríamos haber señalado la realidad en Asia Oriental: el salario de las trabajadoras domésticas, que no ha aumentado en 30 años. Los medios cada vez más sofisticados para controlar a los trabajadores y trabajadoras, especialmente a los más pequeños y a los refugiados. Las campañas de la sociedad civil organizada para el aumento salarial y la protección de los derechos humanos.

Podríamos haber hablado de Asia meridional, con sus retos de transformar el trabajo informal en formal y desarrollar así programas de seguridad social.

 ¿Qué decir de las Islas del Océano Índico y las condiciones de trabajo inhumanas de los trabajadores extranjeros atrapados en contratos de trabajo entre países sin acceso a contratos de trabajo individuales? Su dependencia aumenta, ya que no conocen el idioma del país. 

En África, existen tensiones crecientes entre los refugiados políticos (de guerra) y las poblaciones de los países que los acogen.

En Europa, el racismo y el miedo a los migrantes son instrumentalizados por la derecha política para favorecer la reducción de las protecciones sociales. También se señala el trabajo precario de los sectores informales, especialmente entre las trabajadoras domésticas.

Ante todo esto, un grito desde el corazón: centrémonos en las líneas divisorias que atraviesan la sociedad actual, ya sean de orden medioambiental, económico o social.

 «No explotarás al inmigrante, no lo oprimirás, porque vosotros mismos fuisteis inmigrantes en la tierra de Egipto». Éxodo 22, 20

Esta idea fundamental de nuestros relatos bíblicos fundacionales se refleja también en la práctica de Jesús de Nazaret. El evangelista Mateo hace referencia a ella al demostrar la importancia de la relación con las naciones, llamadas paganas, en el episodio de la visita de los Reyes Magos al niño Jesús. Es la maldición de Babel, la imposibilidad de los pueblos de vivir según el proyecto de diversidad (de lenguas) de Dios, lo que llega a su fin.

Por eso, el papa Francisco proponía un enfoque de la hospitalidad basado en cuatro verbos de acción: acoger, proteger, promover e integrar.

Varias organizaciones comunitarias denuncian la instrumentalización de los migrantes como chivos expiatorios y las injusticias que deben sufrir en lo que respecta a sus condiciones de trabajo, así como al acceso a la atención sanitaria y a los programas sociales: permisos de trabajo restringidos para los trabajadores migrantes temporales, plazos considerables para que los solicitantes de asilo tengan acceso a un permiso de trabajo, no reconocimiento de títulos, la lista es larga de lo que atenta contra la dignidad de estas personas.

La hospitalidad hacia las personas migrantes pasa, en particular, por facilitarles el acceso a un trabajo digno y estable que favorezca su integración. También es una oportunidad para reconocer la contribución de estas personas a la vida de nuestras comunidades. Así podremos ofrecer aquí el tipo de hospitalidad de la que nos gustaría disfrutar en otros lugares, si tuviéramos que emigrar a nuestra vez.

Este compromiso solidario con las personas migrantes no es ajeno a las continuas luchas para que el trabajo permita a cada persona realizarse, a las familias vivir con dignidad y a la sociedad ser más humana. De este modo, la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) es un llamamiento a la solidaridad para defender a todos los trabajadores y trabajadoras frente a las injusticias.

De hecho, la DSI nos impulsa a apoyar a los más vulnerables, a luchar contra las injusticias y la discriminación, a defender el derecho a un trabajo seguro y digno: un salario que permita vivir con dignidad, horarios de trabajo que permitan descansar y disfrutar de la vida familiar, protección social en caso de enfermedad, desempleo o pérdida del empleo, el derecho de asociación sindical y el derecho de huelga.

Hoy en día, en un contexto en el que la inteligencia artificial (IA) está al servicio de una economía mundial que está trastornando nuestras vidas, debemos subrayar nuestra responsabilidad colectiva de poner la «inteligencia natural» al servicio de la dignidad de los trabajadores y trabajadoras, especialmente los más afectados por las dificultades económicas y la inseguridad.

Movimiento Mundial de los Trabajadores Cristianos

Juntos, encontremos soluciones para que nadie se quede sin trabajo.

Juntos, encontremos soluciones para construir una sociedad más justa en la que el trabajo sea una fuente de alegría y no de angustia.

La acción comunitaria de aquellos a quienes el papa Francisco llamaba «poetas sociales» y la solidaridad pueden crear condiciones de trabajo equitativas y promover un progreso social auténtico.

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