Martín Gelabert, op Violencia religiosa y anti-religiosa a un tiempo

(Martín Gelabert, op).- La persecución y asesinato de personas por el mero hecho de ser cristianas es totalmente inaceptable. El Papa está insistiendo en la necesidad de tomar medidas concretas para defender a los cristianos perseguidos.

Lo que está ocurriendo en Siria, Libia, Kenia y un largo etcétera, es la conjunción de la violencia religiosa con la violencia anti-religiosa. Violencia religiosa porque apela al nombre de Dios. En realidad es una apelación blasfema a más no poder.

Y violencia anti-religiosa, con el agravante de que se dirige precisamente a los creyentes de una religión que, en sus distintas confesiones, más trabajan por la paz y más claramente han pedido perdón por las injusticias cometidas en el pasado en nombre de Dios.

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