"Teníais una serie de propuestas muy dignas de consideración" No es eso, muchachos (Segunda carta al 15M)

(José Ignacio González Faus).-No, de ninguna manera, muchachos. Os avisaba en la carta anterior con la frase del Nuevo Testamento de obrar nuestra salvación "con temor y temblor", porque estabais expuestos al veneno de todos los saboteadores, de todos los egoístas aprovechados y de todo ese izquierdismo al que el mismo Lenin calificó como "una enfermedad infantil". De momento habéis perdido serias dosis de crédito. Vuestra fiabilidad ha bajado más que el IBEX 35. Por mucho que os hayáis desmarcado, todos los beneficiarios de la democracia irreal han aprovechado las violencias de estos días para desacreditaros globalmente (y, si no, mirad la prensa de hoy 16 de junio).

No olvidéis nunca que todo lo que nace en la historia con color de promesa y de futuro lleva un virus de inmunodeficiencia que se transmite tanto como el del SIDA. Por eso hay que actuar siempre en la cosa pública con mucha castidad política (y no digamos castidad económica, que esta tiene "menos enmienda que la jodienda", como dice el refrán). Hace ya más de un siglo, el compañero de aventuras del "barbudo innombrable" (K. Marx por si no os suena), el llamado Friedrich Engels escribía con tino que, en cuanto aparece en la historia una corriente movida por vientos de libertad y de redención, inmediatamente se apuntan a ella todos los frustrados egoístas, los inventores sin éxito, picapleitos sin oficio, viudas sin arrimo... y acaban desvirtuando la causa.

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